No vivimos en el mundo de Disney...
Hoy voy a tratar de no enrollarme. La cuestión quye tenemos en España es que tenemos que reducir el gasto, como sea, pero el gasto se encuentra distribuido en montones de manos y cada cual puede hacer de su capa un sayo.
En España es muy típico que cada autonomía quiera ser más chula que la vecina, y que ahorre el otro. No somos sólo nosotros los que padecemos este problema, así que como me he cansado de oír erstos días toda clase de conversaciones sobre lo que se podría hacer para evitar que las autonomías gasten como locas, os explico los dos sistemas que existen actualmente en dos países federales: EEUU y Alemania.
Son bien distintos, así que ojo y ya me diréis cual os gusta más:
Sistema americano.
En Estados Unidos no existen mecanismos de rescate para las finanzas de los Estados. Si un Estado se pasa gastando, pues quiebra. Los mercados fomentan la necesaria disciplina en materia de deuda oportunamente, al imponer tipos de interés mayores a la deuda estatal. Ese sistema ha funcionado muy bien desde el siglo XIX, y se han vivido algunas quiebras de estados. En estos momentos, estamos a punto de ver si California será el siguiente estado en quebrar y sabremos qué pasa con los mecanismos actuales en ese caso.
Sistema alemán
En Alemania existe un organismo llamado “consejo de estabilidad” que debe aprobar los presupuestos de los estados. Da igual lo que vote el parlamentyo regional, soberana y democráticamente elegido, que como el Consejo de Estabilidad vea que gasta demasiado, le devuelve los presupuestos y a hacer otros.
Además, la Contitución alemana exige que a partir de 2020 no se permitirá a los estados alemanes (o Länder) tener déficit y deberán gastar cada año lo que ingresen. Según esta ley, el máximo de exceso será del 1,5 % y sólo descontándolo del año siguiente.
Espero que la chica de la foto os diga unas cuantas cosas, proque como sabéis soy amigo de los símbolos. Es Hannah Montana, la niña de Disney. Ella ha sabido hacerse mayor.
¿Y nosotros?
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¿Pero cuánto llevamos diciendo que hay que reducir el gasto? Si se hubiera empezado a reducir cuando se empezó a pensar o a decir, no ya no tendríamos tanto gasto ni por supuesto tanta deuda. A nuestros gobernantes se les va la fuerza por la boca…
El sistema americano me parece el más adecuado. Si un Estado se pasa gastando, que asuma él solito las consecuencias sin arrastrar a los demás y que aprendar a no ser tan gastón ni tan despilfarrador. Si en España fueran así las cosas algunos estarían arruinados, habiendo quebrado ya varias veces y otros estarían con las cuentas llenas.
A mí me gusta más el sistema alemán. Creo que debemos fijarnos más en ellos. Son la punta de Europa, un gran país, una gran economía… han sabido incluso darse cuenta de que algunos traspasos de competencias no eran eficientes y se ha devuelto al estado central después de aprender. Fijémonos en ellos.
A mí también me gusta más el sistema alemán, Carmelo, y si en España no se aprobaran los presupuestos, como dice muy acertadamente Desde el Paro, yo crearía un organismo, o una ley, que obligara a cerrarlos en la fecha correspondiente, con sanción incluida. Es que aquí, sin sanciones, no funciona nada. Ah, me parece muy bien que cuando no funcionan las transferencias se remitan de nuevo al Estado. Me gusta.
Ya sabes lo que se suele decir, Silvia: que quien hace la ley, hace la trampa. Lo de las sanciones tampoco funcionaría en nuestro país, porque hasta el más tonto encuentra la forma de “escaquearse” y no pagar por lo que ha hecho.
En este país, el modelo norteamericano sería imposible; no hay más que ver cómo se ponen los políticos con lo de que las autonomías más ricas tienen que ayudar a las que menos tienen. En cuanto al alemán, si con el Estatuto de Catalunya llevamos de tira y afloja no sé cuantos años, con lo de los presupuestos eso podría ser ya la monda…
Muy interesante el tema de hoy, muchas gracias por el artículo. Muy yanqui el sistema americano y muy racional el alemán, como cabía esperar. Aunque el segundo parece más equilibrado y justo, me quedaría con el primero porque en España nunca se aprobarían los presupuestos y se estarían constantemente devolviendo. En cambio sí me gusta que obliguen a gastar lo que se ingresa, así se obligaría a controlar algo más la economía. Concluyendo, yo impondría en España un sistema mixto.
Lo que España tiene que saber es a dónde se dirige, porque con los nuevos estatutos esto cada vez pinta más raro. A mí me gustan las tesis de UPyD, que defiende un estado federal igualitario, donde todas las personas sean iguales vivan donde vivan. Y tienen la valentía de defender que se suprima el concierto vasco en el Parlamento de esa comunidad, o que un voto por persona valga lo mismo se sea de aquí o de allá, sabiendo que esa norma les perjudicaría, por ejemplo en Euskadi (tienen representación por Alava, donde un voto vale más que en Vizcaya o Guipúzcoa). Ya deberían de aprender otros.
Menos mal que has explicado que la chica de la foto es Hannah Montana porque, como ya se me pasó el arroz de la edad infantil y la chavala está irreconocible, no sabía quién era. Ahora entiendo el simbolismo, muy sagaz y en tu línea, pero ya te adelanto que España no madurará más que a golpe y porrazo, es parte del carácter español que tanto amamos y odiamos al mismo tiempo.
El problema de España está en que tenemos partidos políticos, como el PSOE, que no defiende una España fuerte y solidaria que tiren todos del carro en una misma dirección, la del bien de todos. Aquí se defiende el PSOE en Cataluña el estatut y más pa Cataluña, en otro sitio lo mismo, y así cómo se va a avanzar…. Lo que estamos haciendo es ir para atrás…
La verdad es que esta chica da un poco de pena en la foto, con esa pose plan niña perversa (no da la sensación ni de ser mayor de edad), una vez más convirtiendo el concepto de mujer en algo mucho más lamentable. Pero bueno, lo que está claro es que ella sabe perfectamente lo que la sociedad quiere y cómo rentabilizarlo a tope.
En España no nos serviría ni el modelo alemán ni el norteamericano, porque nuestra sociedad es mucho menos racional que las de estos países. El día que alguien encuentre un modelo económico específico para nuestro país y consiga que funcione, que no le quepa duda de que ganará el Premio Nobel de Economía por goleada.
En definitiva el gasto de las autonomías es como la vida misma, como lo que le pasa al vecino de enfrente o al de la casa de al lado o a uno mismo, que suele gastar lo que no tiene y por ello se ha de endeudar hasta que quiebra, lógicamente.
Buen fin de semana
El artículo es muy interesante, creo que es un tema de actualidad sobre el que convendría reflexionar ampliamente. No todas la autonomías, disfrutan de una situación económica igual, por lo que las autonomías mas pobres nunca saldrían de su situación, si solo se tiene en cuenta la relación gastos ingresos. Me gusta más el sistema alemán, con la idea del Consejo de Estabilidad, que aquí, podría ser el Senado, si este se estructurase correctamente. Creo que siempre es necesario un control, que evite los despilfarros, que tanto en la empresa pública comm en la privada se estandando
Si es que España es un gazpacho de estado. ¿Qué me decís del cupo vasco y el concierto navarro? ¿A alguien le puede extrañar que esas comunidades estén a la cabeza de España en bienestar? Y a los demás que les den. Todo por culpa de los “derechos históricos” y demás patrañas, mucho más importantes que las personas… En fin…
Hay muchos malos entendidos respecto al caso navarro. La gente se cree que pagamos menos impuestos que el resto de españoles, pero no es así. Lo que no pagamos al gobierno central, lo pagamos al foral. Que nos cobra más que España. En cambio, hay otros territorios que no paran de recibir subvenciones. Señalad a esos.
A mí en principio me gusta el sistema alemán, me parece que dejar libertad con un elemento de control final es lo más lógico. El de EE.UU. me parece insolidario, si por insolidaridad llamamos dar a cada cual la oportunidad de hacer las cosas bien, claro está.
Ninguno de los dos sistemas podría ser aplicables a España, ya que cada país cuenta con unas características propias que lo hacen único. Los principios de autonomía, que ahora tenemos tan asumidos, nos impedirían llevar a cabo un modelo como el alemán, por ejemplo.
Que cada palo aguante su vela. España no debe convertirse en un estado policial de vigilancia con respecto a sus Comunidades Autónomas. Si una región hace las cosas mal tendrá que pagar las consecuencias de sus malas decisiones o su mala administración.
La ley alemana me parece tan fantástica como inaplicable a nuestra realidad. No quiero ni imaginar qué pasaría aquí si solo pudiesen gastar esos mínimos dada la corrupción que siempre acecha en el ámbito político. Es una pena, tenemos mucho que aprender de los alemanes.
Estoy totalmente de acuerdo contigo, Enryque, y también me ha encantado la reflexión de hoy. Si se estudiasen a fondo modelos que ya están demostrando su funcionamiento en otros países creo que avanzaríamos mucho. Lo mismo en materia de educación, que es una vergüenza a lo que nos están sometiendo nuestros políticos.
Pues sí, Nacho, por lo menos estudiarlos, aprender de sus aciertos y poner en marcha sistemas más eficientes. Lástima, porque aquí lo que está funcionando, con el modelo de las autonomías, es el despilfarro y toda una serie de desigualdades en muchos aspectos que al final, y cómo no, pagamos los ciudadanos españoles.
Ambos sistemas parecen bastante sensatos y coheretes, sin embargo, es necesario tener en cuenta que se aplican en países con una idiosincrasia distinta a la de España. Y no solamente me refiero a las Comunidades Autónomas, sino a la manera de hacer de la gente de todo el territorio español. Los alemanes son auténticos fenómenos en arremangarse la camisa, igual que los americanos son buenos en crear nuevos modelos de negocio. Pero nosotros, ¿qué tenemos nosotros?
Nosotros somos expertos en echar la culpa al otro y esperar que un deus ex machina nos salve el cuello. Y cuando digo nosotros, me refiero a los políticos españoles. Porque señores, no nos engañemos, el españolito de a pie da el callo como el que más. Tenemos fama de holgazanes e ineptos. Sin embargo, los políticos no siempre reflejan al pueblo.
Vamos a ver, entre el modelo americano de hamburguesa y papas fritas, y el modelo alemán de bocadillo de salchichas, no sé con cuál quedarme. Ambos no son nada recomendables para los niveles de colesterol ni ayudan al tráfico intestinal, así que lo mejor será hacer una ayuno indefinido.