Seguimos con las razones por las que los precios no van a subir en el próximo año. Que no se diga, si me equivoco, que no me he querido mojar.
La segunda razón, es que el precio de los pisos sigue siendo caro si objetivamos su precio. ¿Y eso cómo se hace? Pues con estadística, y comparando los resultados a los precios de otros países y de otras épocas.
Desde sus máximos allá por 2007, la vivienda ha caído alrededor de un tercio en su valor. Pero el precio objetivado no se mide en dinero, por raro que parezca, sino en esfuerzo, y como los salarios también han bajado, tenemos que el esfuerzo para comprar una vivienda no ha descendido esa misma tercera parte, sino mucho menos.
En teoría, y tomando esos datos, el precio de la vivienda debería estar cerca de cinco veces la renta disponible. Una persona que gana treinta mil euros al año, suele aspirar a un piso de ciento cincuenta mil, para seguir el ejemplo. Actualmente, los precios de la vivienda, y ya con las bajadas acumuladas, se acercan a seis veces la renta disponible anual, con lo que esa variable, por sí sola, nos indica que la vivienda tiene que bajar aún entre un quince y un veinte por ciento para acercarse a lo que se considera su valor asequible, aun cuando ha disminuidos de momento el coste de financiar una hipoteca
La otra opción sería que se elevara esa renta disponible, ¿pero alguien cree que la actual dinámica de empleo y salarios va a hacer que mejoren los salarios medios en 2014? Yo no, francamente, y mucho me temo que veamos todo lo contrario en esta extraña carrera hacia el objetivo final de producir más barato pero no tener a quién vender lo producido. Por eso, el año entrante, no puede subir la vivienda.
Otra causa que podría abaratarlos sería la introducción de incentivos fiscales para su compra, pero precisamente hemos estado hablando de eso en artículos anteriores: el Gobierno lleva justo el camino contrario, pensando en eliminar la deducción por vivienda en un intento desesperado de elevar la recaudación. Por ese lado, entonces, tampoco hay muchas esperanzas.
Si los precios son objetivamente elevados y la renta disponible no crece, ya que los salarios reales descienden, es difícil que los precios suban.
Pero hay más razones y las iremos abordando.
Entre tanto, ¡feliz año nuevo a todos!