Una de las premisas fundamentales de los sistemas colectivistas, en especial de los socialistas y comunistas, es la máxima: “se debe exigir a cada cual según su capacidad y dar a cada cual según su necesidad”
Dentro de la serie sobre los fallos del comunismo, quisiera analizar esta idea, aunque más bien me parece una mentalidad, o una forma de ver el mundo.
Por mi parte, y siendo todo lo objetivo que puedo, quiero decir una serie de cosas, que espero que me rebatáis con argumentos lógicos, porque lo cierto es que estoy acostumbrado a que me lo discutan con razones religiosas. Así que, por favor, dejad el catecismo a un lado, y pensemos. Os lo ruego.
-La pobreza no es una condición moral. No pienso como los calvinistas, que creen que el pobre es malo, porque Dios no permitiría pasar necesidad a un hombre virtuoso. Y tampoco pienso como los católicos, que creen que antes pasará un camello por el ojo de una aguja que entre un rico en el reino de los cielos. Por eso os dije que dejéis un rato el catecismo en casa y me digáis si ser pobre es un rasgo moral. Yo creo que es indemostrable tal cosa. Ser pobre es ser pobre. Y ser pobre es una mierda. Pero no dice nada de la moralidad.
-La necesidad no da derecho a nada: lo que otorga derechos es el esfuerzo, el cumplimiento de unos deberes o incluso el simple hecho, convenido de forma tácita, de pertenecer a una sociedad o país (lo que también impone obligaciones). Pero la necesidad, en sí, no otorga derechos. Que yo necesite un coche para ir a trabajar, aunque lo necesite imperiosamente, no me da derecho a exigirlo, ni a coger el de otro, ni a pedir que me lo presten. Necesitar una vivienda no significa que otro la tenga que pagar.
–Las necesidades son ilimitadas y pueden crearse o extenderse a voluntad. Esta es uno de los pilares de la economía. De hecho, la economía se define según algunas escuelas como la disciplina que estudia la distribución de recursos limitados entre necesidades ilimitadas. Dicho esto, un sistema que reparte el fruto del esfuerzo de todos entre los que más lo necesitan, lo único que está haciendo es incentivar la queja, la picaresca y la corrupción. Un sistema en el que para conseguir más basta con sufrir más en vez de trabajar más, se va al carajo necesariamente.
A riesgo de que me tiréis piedras, os citaré un ejemplo sangriento: en la guerra entre los tutsis y los hutus, en Rwanda y Burundi (1990-1994) ambos bandos combatientes utilizaban las matanzas de civiles como modo de aprovisionar a sus ejércitos, pues sabían que después de cada matanza llegaría la ayuda humanitaria de Occidente y podrían así dar de comer a su tropa.
La necesidad, por tanto, no puede ser un baremo de distribución, a riesgo de que las necesidades se multipliquen y la miseria, la enfermedad o la simple estupidez lleguen a ser estados deseables, de los que se puede obtener más que del trabajo, el estudio o la salud. Cuando es más rentable cortarse un pie que estudiar una carrera, un país no tarda en quedarse cojo.
Por lo demás, hay ejemplos de sobra en nuestra sociedad de gente que convierte la necesidad en un modo de explotar al resto.
Es vuestro turno.
Antiguamente, cuando los hombres virtuosos se iban al desierto para convertirse en eremitas, ser pobre era una condición moral. Hoy en día, la pobreza es independiente a la moralidad, por supuesto. En cualquier caso, deberíamos cambiar nuestra idea de pobre. El pobre ahora ya no es la persona que no tiene hogar y vive en la calle, pidiendo limosna. Ahora hay muchos pobres a nuestro alrededor: el pensionista que no puede encender la calefacción de su casa porque su pensión no le da para más, el divorciado que tiene que irse a vivir con sus padres porque tiene que pasar la pensión o todas esas familias que han dejado de pagar la hipoteca porque tenían que dedicar su dinero a comer.
Muchos pobres y muchas clases de pobres, cierto.
Y la pobreza en el pasado era un autocastigo, un flagelo, como podía serlo el ayuno. Pero a posteriori.
La sociedad que vivimos nos ha creado muchas necesidades que no deberían ser tales. Y nosotros las seguimos creando en nuestros hijos. Es el consumismo puro y duro en el que nos movemos, el querer tener más y aparentar el doble. Cualquier medida destinada a poner freno a nuestras ilimitadas necesidades se vuelve impopular.
Pero ser estoico o no no depende del sistema económico. Es una decisión persona.
Yo ahora mismo, mientraas te escribo, llevo puestos unos cvaqueros de 1994, o sea que mi elección está clara, al menos en un aspecto.
Pero ser estoico y ser pobre no es lo mismo, al menos mientras el pobre no lo sea por voluntad propia, querido Ladríllez. Yo no creo que nadie en su sano juicio elija la pobreza como forma de vida, y los eremitas hace tiempo que no están en nuestra sociedad.
Otra cosa es que algunos elijan vivir con lo justo y necesario, y no más. Pero esos no son pobres… y claro, la cuestión es quién pone la medida de lo justo y necesario.
Los realmente pobres y necesitados son los que no pueden comer y los que no pueden tener una asistencia sanitaria. Yo creo que ésos son los auténticos necesitados. Luego, tener un techo es bastante necesario para cuidarse y llevar una vida digna, pero todo (o casi todo) lo demás son caprichos.
Los caprichos son los que marcan la diferencia entre vivbir y sobrevivir…
El concepcionar quien es pobre o no , es entrar en un dilema donde no se llegara a algun acuerdo . Para muchos el pobre sera aquel , que no tiene los recursos necesarios para subsistir , para otros tantos seran aquellos individuos que no pueden acceder a algunos satisfactores como tener un auto o casa propia.
No los confundo, Dioscoro, no los confundo.
Respondía solamente al comentario de arriba.
No faltaba más…
Yo también pienso que es una decisión personal el entrar o no en la rueda del consumo. Está claro que no podemos escapar de él, pero como dice Ladríllez hay grados y opciones. Podemos reciclar, reparar y preservar muchas cosas y objetos para procurar consumir menos.
En la sociedad que vivimos nosotros todos somos consumistas, aunque como bien comentas hay grados y opciones, pero todos en mayor o menor medida lo somos. La cuestión es equilibrar eso y ser consumista en la justa medida, si ahora todos dejamos de ser consumistas nos vamos a la quiebra todos porque toda la sociedad depende de que unos y otros consumamos. Otra cosa es que cada uno tiene que saber sus posibilidades y no se puede o por lo menos no se debe vivir como hace mucha gente que gasta el doble de lo que gana y tira de tarjeta de credito sin pensar que luego eso tiene que pagarlo.
Pero de eso que hablas, Nuberui, se llama ya falta de cerebro.
Y tiene una cura malísima…
Pues desgraciadamente hay muchisima gente con falta de cerebro, y es muy facil echar la culpa a los demás y decir que es que “nos lo meten por los ojos con la televisión”… cierto… pero ya somos mayorcitos, quien tiene tarjeta de credito no es un niño que le “engañan” con los juguetes que salen en la tele, hay que saber donde está el limite y no sobrepasarlo, cuando cruzas la linea dificilmente volverás al otro lado.
Cierto, Nuberu: el que no sepa defenderse a símismo, que no vote…
Y consumir menos es depender menos.
La libertad es eso, creo
🙂
Mente Cato tienes mucha razon , hay tantos productos que no necesitamos pero lo adquirirmos , el ejercicio de la propaganda por parte de las empresas es efectiva, y eso se ve reflejado en un consumismo sin freno , dominando a una gran parte de la poblacion.
En mi opinión, la necesidad a veces sí se convierte en un argumento moralmente válido como para convertirse en baremo de distribución. No se trata de que los demás nos paguen nuestras propias necesidades, sino de vivir en colectividad. Y como tal, una persona dependiente, por ejemplo, sí puede exigir que se destinen a su bienestar más impuestos que los que se destinarían a cualquier otro hijo de vecino.
Una pèrsona dependiente es una persona en un estado extraordinario, para lo que ya se creabn medidas exrtraordinarias.
y digo yo, que sólo paliativas, proque lo contrario es pedir a los demás que nos paguen nuestro seguro…
La sociedad debe ser flexible y no sólo el esfuerzo debe ser requisito para tener un “premio”. El discapacitado, el enfermo, el huérfano… siempre va a haber gente que necesite más que otra, independientemente de su currículum. De cualquier modo las trampas las va a haber siempre, en un sistema comunista o en uno capitalista.
Yo creo que sí debe valorarse el esfuerzo, pues de lo contrario se premia al vago y al parado. Evidentemente, hay casos como el de los discapacitados o los enfermos que necesitan un baremo diferente al de las personas con plenas facultades.
Pero habría que buscarles también deberes…
No hay nadie que no sirva para algo…
Efectivamente que siempre habrá algo para el cual ese discapacitado sirva, pero como han dicho antes, ha de usarse un baremo diferente, potenciandolo desde el Estado principalmente, más que el obligar a algunas empresas a emplear un tanto por ciento obligatoriamente.
Cierto, Carmelo.
Siempre hay gente a la que habrá que ayudar. Pero excepcionalmente, y no por sistema. No puede ser que la discapacidad sea general.
Teóricamente lo que otorga derechos es el esfuerzo, como bien dices, pero realmente lo que otorga derechos en nuestra sociedad es ser amigo o pariente de, tener dinero o enchufe, acostarse con y pelotear a. Desgraciadamente en esta sociedad tampoco estamos mejor que en la socialista o comunista: la meritocracia está en desuso y conseguir algo por tus propios medios y verte justamente recompensado es casi una quimera.
Pero eso se llama corrupción y ya es otra historia.
Eso que tú dices, Gonzalo, no son derechos, sino, como quien dice, prebendas. El derecho es una cosa que no siempre se traduce en obtener un resultado de ese derecho (léase en la Constitución: derecho a una vivienda digna y derecho al trabajo… muchos no tienen ni lo uno ni lo otro, pero siguen teniendo el derecho).
El resultado del chanchulleo, en cambio, es otra cosa, y generalmente sí se traduce en resultados concretos, aunque inmmerecidos.
El poducto de los robos no se declara en ingresos
🙂
O sí. Aunque saquemos una ley que diga que quitarle al otro su propiedad o el fruto de su trabajo es totalmente lícito, el hurto seguirá siendo un robo. Y bueno, los grandes empresarios que expolian nuestras plusvalías o nos hacen pagar precios totalmente fuera de mercado con el beneplácito del gobierno de turno, de vez en cuando lo declaran.
Me tienes que explicar más detalladamente eso de expoliar plusvalías.
El salario es el producto del trabajo y la plusvalía el producrto del capital.
¿Quieres salario? Trabaja por cuenta ajena.
¿Quieres plusvalía?
Hazte empresario.
¿Quieres sexo cobranbdo?
Pues hazte……
Yo lo veo claro….
😀
A veces es así, y a veces no. Mucha gente ha conseguido una fortuna de la nada, trabajando, inventando… el que estudia las oposiciones mejor que los demás logra el puesto, etc. Sigue habiendo enchufismos y gente que es contratada simplemente porque es “una tía buena” (yo creo que hay más de esto que de enchufismo), pero tampoco se pude generalizar, ni muchísimo menos. El que la sigue la persigue, casi siempre.
Los que no tenemos enchufe nos toca intentarlo con trabajo y esfuerzo y sobre todo con iniciativa, yo soy una persona que siempre está con ideas y proyectos, muchos se quedarán por el camino pero si uno de ellos logra tener exito mucha gente dirá que tuve suerte pero la realidad es que detras de ese proyecto me he tirada muchisimas horas ( y otras tantos en los demás que fracasaron ). No obstante también es verdad que no todo el mundo tiene la posiblidad de intentarlo o por lo menos las mismas posiblidades.
Leni Riefenstahl dixit
😀
En serio: estoy de acuerdo contigo en que no s epuerde usar el enchuffismo como pretexto para no hacer nada…
Me he quedado helada con la historia de Rwanda y Burundi. A eso se le llama, además de ser despiadado, conocer bien las reglas del juego y jugar con el sistema para conseguir de él lo quieres. ¿Y la ONU lo sabía? Imagino que no… Pero muy mal también por no haberse dado cuenta.
Ser pobre es un asco y tiene que ver con la familia en la que naces, las oportunidades que tienes y cómo sabes gestionarlas, además de una pizca de azar y suerte.
Aparte de ser totalmente cierto lo que cuenta Ladríllez de Rwanda, y que la ONU lo sabía es algo evidente (lo sabemos nosotros, ¿no?), hay muchas cosas de esta guerra y masacre que no se conocen. Por ejemplo, que no fue una guerra tribal, ya que hutus y tutsis no son tribus sino simplemente “los que tienen menos de tantas cabezas de ganado” y “los que tienen más”. Vamos, aristocracia y plebe de toda la vida. Esta división la crearon los países occidentales para fomentar la división y quedarse con las reservas de carbón de la zona; entre ellos, Francia, Bélgica y EEUU.
Al que le interese el tema, que lea el fantástico libro “Vagabundo en África” de Javier M. Reverte; se te ponen los pelos de punta.
Estupenda de nuevo la reflexión, Ladríllez.
Gracias, Gassmann. Yo sabía que la división era por clases sociales, pero pensaba que tenía también sustrato étnico.
Gracias por la apreciación.
Tenéis razón los dos, en parte. Fue un conflicto étnico, porque los hutus y los tutsis son dos etnias diferenciadas. Aunque racialmente provengan del mismo pueblo, poseen dos subculturas diferenciadas. Los dos emigraron en épocas distintas. Unos llegaron y se hicieron ganaderos y otros agricultores. Sin embargo, sí que es cierto que fueron los colonos los que potenciaron las hostilidades.
Lo dramático es que al irselos colkonos, les fue aún peor….
Como en Zimbabwe…
Gasmann, gracias por tan buena aclaración y por la información que nos das. También por tu recomendación literaria, que desconocía. Voy a hacerme con el libro para enterarme un poco más porque somos desde aquí muy dados a criticar a los de más allá sin tener ni idea de sus formas de vida.
La ONU lo sabía, pero la alternativa era dejar mnorir a todo el mundo. ¿Qué hubieses hecho tú?
🙁
Leed cualquiera de los libros de Kapucinski en los que cuenta sus experiencias como reportero por el mundo adelante y encontraréis otros cuantos ejemplos de realidades similares a la que cuenta Ladríllez. Es una pena, pero es así: la ayuda humanitaria casi nunca llega a quien se supone que debe llegar, sino que se pierde por el camino y muchas veces es resultado de planteamientos tan inhumanos como éste.
Yo creo que está bien denunciar cuando haya irregularidades en el tema de las ayudas humanitarias, pero tampoco generalicemos, que en muchas ocasiones, yo diría la mayoría, estas ayudas realmente ayudan. No creo que sea bueno extender la idea negativa acerca de que las ayudas humanitarias son una mentira porque es un tema muy delicado y hay demasiado en juego. Lo que hay que enterarse bien es quien le donamos nuestra ayuda.
Lo de la ayuda humanitaria e sun tema MUY jodido.
De hecho, tengo como para tres artículos y NO pienso escribirlos.
No digo más.
Cuando usan contra nosotros nuestras virtudes, estamos perdidos
🙁
Totalmente de acuerdo, Sr. Ladríllez; la necesidad no otorga derechos, por lo menos desde mi punto de vista, siempre que estemos hablando de personas totalmente capacitadas y en igualdad de condiciones (no hablo, por ejemplo, de personas dependientes).
El colectivismo no sólo demuestra este fallo y muchos otros de los cuales nos ha hablado Vd. anteriormente, sino que además cae en una de las grandes lacras del capitalismo: crea una aristocracia del poder con mayor posibilidad para acceder a las riquezas, y si no que se lo digan a todos los gerifaltes comunistas del siglo pasado.
El problema es que, como siempre, la teoría es muy buena, pero la práctica es nefasta, lo cual es algo inevitable.
La cuestió, Desperado, es quea mí la teoría también me parece mal.
Este ya es el cuarto ar´ticulo sobre fallos del colectivismo, yt habrá cinco, igual que sobre el capitalismo.
Pero insisto en que no sólo la práctica es mala.
Solamente con ver la cantidad de nuevas fortunas que aparecieron de forma repentina con la extinción de la URSS uno se da cuenta de la debilidad de los cimientos del comunismo (uno de los colectivismos). Lo que sucede es que dichos movimientos aparecen siempre como “soluciones” a coyunturas económicas y sociales desfavorables para la mayoría. Lo mismo sucede con el fascismo.
Bingo, Fredo!!!
El fascismo y el comunismo tienen la misma clientela.
De hecho, los únicos que lo han reconocido fueron los nazis, que lo decían hasta en la letra de su himno.
“Camaradas, el frente rojo que ayer nos disparaba, marcha hoy con orgullo en nuestras filas”.
Y tanto el fascismo como el comunismo funcionan a veces, pero en situacione smuy determinadas y sobre todo en plazos cortos. Hay que reconocer que Rusia mejoró en el año 1917 al convertirse en la URSS. Y Alemania mejoró con Hitler… ¡pero se tenían que haber largado en 4 o 5 años!
Hubo un mal manejo del sistema social, pero sus bases no son erroneas ; simplemente los individuos que no debian hacerse cargo de la direcciono de la estructura socialista , asumieron el poder . El mismo Lenin lo dijo , Stalin no debe de estar a la cabeza del la URSS , es una persona que no sera capaz de sacar avante al sistema socialista , el que se debe de quedar es Trosky , pero a fin de cuentas se quedo Stalin . Asi provocando que los problemas existentes en el engranaje economico , politico y social se profundizaran.
No puedo contradecirte, ni con ni sin catecismo.
Ser pobre es un hecho accidental de nacimiento por nacer en una familia, país y cultura determinada. Salir puede ser más o menos complicado dependiendo de las circunstancias y a partir de ahí, uno mismo junto con la pizca de buena o mala suerte repartida, labra su presente y su futuro.
Nuestra sociedad actual afortunadamente protege determinadas situaciones pero ha fomentado también los parásitos que se aprovechan del sistema y viven del cuento. Nada ni nadie es perfecto, supongo…
Lo que hay que fomerntar a toda costa, creo yo, es la igualdad de oportunidades…
Creo que la igualdad de oportunidades es un espejismo porque siempre dependerá desde donde partas y con quien compartas. Yo me conformaría con que todo el mundo tuviera la oportunidad de demostrar lo que vale, no creo que exista la igualdad de oportunidades.
La oportunidad se ha de trabajar y ha de ir seguida del esfuerzo.
Demasiados por ahí se quejan de faltas de oportunidades, pero en muchos casos ni se lo han currado ni están dispuestos a currarselo.
Y la oportunidad también se crea. Quizás haya que decir eso más menudo.
Por lo que se debe de luchar es porque el regimen responda adecuadamente , cubriendo todos los requerimientos de la sociedad.
Una democracia se basa en la igualdad , pero solo en la teoria , pues en la practica vemos que la misma igualdad entre individuos , genera desigualdad , que paradoja . A lo que me refiero es que todos al tener la oportunidad de votar , entonces se comienzan a mover las influencias para asi obtener el favor de un grupo de ciudadanos , regalando despensas , dando un apoyo financiero , etc. Por tanto dentro del mismo ejercicio democratico se generan discrepancias, pues aquel grupo que mas recursos tenga para comprar a la poblacion , sera el victorioso . La igualdad es muy utopica.
Si nacemos unos feos y otros guapos, imagina, Bufago… Imagina
Aquel que crea que la igualdad total es conseguible, se llevará muchas decepciones a lo largo de su vida. Verá a su alrededor como, a pesar de que la ley dice que todos somos iguales, una posición privilegiada se compra o se gana sudándola bien. Adivinar cual de las dos es la opción con menos riesgos…
Ser pobre, Marta, no es un hecho accidental de nacimiento ni nada que se le parezca. Convertirse en pobre le puede ocurrir a cualquiera. Date una vuelte por los pasillos del metro de cualquier gran ciudad y encontrarás multitud de pobres que quizá un año o dos antes disfrutaban de buenos puestos de trabajo, familia y una cuenta corriente nutrida: la fatalidad, la mala gestión y muchas otras cosas más los han conducido a vivir donde viven.
Es cierto que muchos pobres han sido alguna vez personas con poder adquisitivo pero también es verdad que el nacer en un lugar o en otro, en una familia o en otra condiciona muchisimo. Solo hace falta ver la televisión para ver 10.000 “niños de papa” que no hacen nada más que vivir de que sus padres son famosos… OJO!! NO LOS ENVIDIO PARA NADA… es solo un ejemplo para demostrar que el ser rico o pobre también influye en donde o en que familia hayas nacido aunque yo creo que cada uno es dueño de su propio destino y que siempre se puede hacer algo para mejorar tu situación.
Quien no lo intenta no lo consigue.
Influye, Nuberu. Loi que no sé aún es si para bien o para mal…
Porque también hay gente estropeada por el dinero de sus padres.
¿O no?
Claro, yo creo que para mal, por eso digo en el comentario que no los envidio para nada. Yo no te voy a negar que no me gustaría tener mucho dinero, pero me gustaría ganarmela con mi trabajo, con mis ideas, o con mis iniciativas porque así valoraría lo que tendría. Creo que quien nace ya teniendolo todo dificilmente va a saber lo que es disfrutarlo de verdad ( ojo, siempre hay excepciones ).
Estoy de acuerdo contigo, Nuberu. Hay “nuevos pobres”, y más ahora con la que está cayendo, pero también es cierto que nacer en un determinado lugar condiciona, lo cual no quita que con esfuerzo una persona se pueda superar. Con mucho más esfuerzo, vale, pero se puede. Hay mil ejemplos. Respecto al artículo de Ladríllez, como siempre y por mi parte, impecable. Desde luego yo no encuentro ningún argumento que pueda defender que la pobreza sea una condición moral.
Cierto, pero también hay grupos de riesgo, y comportamientos de riesgo…
Como fumador, si contraigo un cáncer sé que algo de culpa tengo….
Aun te dirán que la culpa es de la empresa tabaquera, como si ellos te hubieran obligado a fumar…
¿Hablamos de los necesitados profesionales o nadie se atreve?
No, que me dan picores…
😀
¿Hablamos un rato de la mendicidad o mejor dejarlo?
🙂
¿De la organizada, la profesional o la amateur?
De la profesional ya hablamos a menudo, ¿no?
De la organizada, un día de estos.
De la amateur, a ser posible, nunca
jajaja
¿Hablamos de las viviendas que se regalan a unos colectivos mientras los demás pàgamos treinta años o mejor no quemarse la sangre?
Hablemos, hablemos, que es un tema que me encanta. ¿Quién tiene la culpa de que esos personajillos salgan siempre en la televisión pidiendo otra casa o una reforma gratuita? ¿La sociedad que no los integra? No se lo creen ni ellos. Mi abuelo siempre me decía tres cosas. Voluntario ni a paella, que no tiene nada que ver con el tema. Contra el vicio de pedir, la virtud de no dar. Y si alguien te da algo, algo esperará a cambio. ¿Por qué dan casas a familias marginales en zonas en las que quieren construir? Mirad el Cabanyal de Valencia.
Yo creo que el agreavio comparativo no trae nada bueno, ni de raíz ni de consecuencia…
Desde mi punto de vista, lo q falla en la teoria comunista es q no miraron mas alla.
La teoria puede ser adecuada pa las necesidades basicas, pero ¿como determinar cuales son estas?
Creo q los q formularon la teoria eran unos filantropos, creyentes en la bondad del ser humano, cuando a éste no le hace falta ningun poder ni propiedad para corromperse.
Respecto a la igualdad de oportunidades, es lo que se supone que fomenta el capitalismo, ¿no?
Francamente, Lolo, no creo que el capitalismo fomente la igualdad, sino el parovechamiento de las venyajas previas.
El capitalismo lo que proporciona es desigualdad , que el sistema sea bipolar ; por una parte el dueño de los medios de produccion y por el otro el proletariado . Lo que menos hace la estructura capitalista es el fomentar la igualdad.
Eso creo que es una disputa más propia de contextos específicos en el s.XX que de la sociedad en la que nos encontramos hoy en día. Las líneas entre “dueños de los medios de produccion” y “proletariado”, son cada vez más difusas. Sin contar con que existen unos cuantos agentes más que esos dos.
La necesidad también puede ser un arma de guerra.
De hecho, el comunismo siempre usó el hambre como castigo político
Lo mismo es pedir que te den cosas sin trabajar porque eres pobre que recibir cosas sin trabajar porque tu bisabuelo se aprovechó del mío. En la medida está la virtud. En todos los sistemas hay alguien que se aprovecha de la situación. En el capitalismo, los ricos y poderosos se aprovechan de su riqueza para tener poder. En el comunismo, los poderosos se aprovechan de su poder para tener riqueza. El orden de los factores no altera el producto. Y el producto es que siempre padecemos los mismos.
Para que un sistema se muestre eficiente , asi perpetuandose en una nacion , debe de ser dirigido por personas con un gran manejo de valores , optando por medidad que sean benignas para la sociedad. Cuando las personas se mueven por el individualismo , todo los sistemas se convierten en injustos.
injuysto es dar a todos lo mismo, Bufago. Lo demás, tiene arreglo.
Tan heredero soy yo de mi bisabuelo como tú del tuyo.
Y lo digo para que tengamos en cuenta a dónde llegan nuestra ideas geniales o niuestras estupideces.
Si te relees, Rubio, verás que en la deficnición qeu das, no hay diferencia alguna entre el comunismo y la piratería o el bandolerismo, o el atraco a mano armada: se aprovechan del poder para conseguir diinero…
😀
Qué buena reflexión, Rubio, la suscribo totalmente. Al final pagamos los pringadillos de siempre, los currantes que a trancas y barrancas llegamos a fin de mes. Poderosos hay siempre y si no perteneces a ellos la única opción que te queda es la otra, ser un pringadillo, con comunistas o con capitalistas.