Llevamos un tiempo en el que todo el mundo habla de la necesidad de un pacto entre Gobierno y oposición y de lo bueno que sería para el interés común que todos los partidos pusiesen de una vez sus desacuerdos en barbecho para tratar de sacarnos del hoyo en el que nos eternizamos.
Puede que así sea, pero permitidme un análisis distinto de las cosas, ya que para eso estoy aquí, firmando el artículo del día.
Hablemos claro: un pacto de unidad nacional, que es lo que piden en realidad esas voces, es más propio de los sistemas totalitarios que de una democracia. Los pactos de ese tipo, de hecho, son antidemocráticos siempre, pues presuponen que todas las fuerzas políticas deben renunciar a sus ideas, sus proyectos y sus intereses por el bien de un interés general que, curiosamente, no coincide con esas ideas. ¿Quién demonios va a reconocer que abandona su programa para hacer otra cosa que es mejor?, ¿quién va a suicidarse de ese modo dando a entender que sabe que hay cosas mejoras que las que lleva años proponiendo?
En democracia, existen distintos partidos porque existen distintas soluciones posibles para los mismos problemas. Pero si en el momento de la necesidad estamos todos de acuerdo en que existe una sola solución, ¿para qué sirven los partidos y para qué sirve la democracia?
¿Os dais cuenta del sindiós filosófico que esos pactos entrañan? Significan, ni más ni menos, que hay alguien que conoce la verdad, alguien que conoce la solución buena y que los demás deben dejar de mentir por unos meses para aceptar esa solución divina, por el bien de la nación.
Se puede hablar de pactar, se puede mencionar el diálogo, la transigencia y el acercamiento. Todo cojonudo, vale. Pero a la hora de la verdad, cuando haya que materializar toda esa palabrería en hechos concretos, ¿quién reconocerá que lo suyo es un error y que lo verdaderamente bueno para la comunidad es lo de los otros?
Por eso, como sabéis, se habla mucho pero no se concreta nada. Porque no se puede concretar. Porque los que gobiernan no quieren gobernar y los que están en la oposición no pueden gobernar, precisamente porque están en la oposición tras haber perdido unas elecciones.
La solución es obvia: si el que gobierna no quiere gobernar, que convoque elecciones. Si el que está en la oposición quiere llegar al gobierno, que las gane.
Cualquier otra solución es pasarse la voluntad del pueblo por el forro.
Y ya lo hacen lo bastante por su cuenta como para encima animarlos.
A mí me da igual cómo se llame. Se puede llamar “pacto” o se puede llamar “nos hemos sentado a dialogar porque nos parece insostenible la situación”, pero es necesario que, vistas como están las cosas, se sienten a una mesa a pensar posibles soluciones. Los que vivimos en este país al menos nos merecemos esto. Aunque se equivoquen. Aunque las soluciones que tomen al final no sirvan para nada. Aunque todo sea una estrategia política.
Pero como bien dice ladrillez hay que tener cuidado porque pactar es renunciar y no renuncian a nada suyo sino a cosas que la gente votó, cosas que en el programa llevan y luego no cumplen, pero bueno, haya pactos o no, el Tema de los programas electorales ea un cachondeo.
Los programas son un cacjhondeo, pero reconocer que hay que olvidarse de ellos para que las cosas funcionen ya es el colmo, ¿no?
Hombre, que se aplique o haga alguna cosa puntual que no esté en el programa propio en función de determinadas circunstancias tampoco me parece mal. Lo malo es que en situaciones normales, y no excepcionales de crisis como la actual, el programa no sea aplicado, cosa que ocurre.
Claro que se pueden aplicar cosas que estén fuera del programa, es mas, se debería de hacer ya que las circustancias en 4 años pueden cambiar, pero lo que no se puede hacer aon cosas totalmente contrarias a lo que pones en el programa, porque con esas cosas son con las que tu te presentas a la gente y la gente te vota por ello, si haces lo contrario me parece que es reirte a la cara de la gente.
Los que vivimos en esta páis nos merecemos que nos digan la verdad, y me temo que la verdad va por otro lado.
Lo que se necesita en la nacion es que la clase gobernante comience a dirigir enfocado en otorgar bienestar a la sociedad española , todo se mueve por medio de intereses que benefician mas a los partidos politicos que a los ciudadanos , existe un protectorado hacia las elites del poder pero la colectividad sigue siendo sujeta a un yugo desigual . Juzguemos nosotros que acaso no nos es legitimo implantar una administracion publica que nos ayude en el sano desenvolvimiento de nuestras actividades, si el pueblo continua siendo tan permisible jamas alcanzara una situacion justa
Hombre, yo entiendo la postura de Ladrillez en el artículo y algo de razón hay. Pero yo veo eso del pacto como la necesidad de escucharse de verdad los unos y los otros y salir del encorsetamiento del programa propio. Yo creo que el diálogo sincero entre diferentes puede tener buenos frutos, claro que sí.
Si es posible un pacto con ETA es posible un pacto entre el que gobierna y el líder de la oposición ante esta crisis. En mi opinión, no hay que dejar a un lado los intereses de nadie y reconocer que el otro tiene razón. Sólo hay que sentarse ante una situación objetiva: ya son cuatro millones cien mil personas las que no tienen trabajo en España.
No juntemos las churras con las merinas ….
Sí, lo del paro es tan alarmante que pienso que ha llegado el momento de coger al toro por los cuentos y dejarse de rivalidades absurdas. Hay que pasar a la acción y buscar soluciones, que para eso son políticos, ¿no?
Insisto: ¿qué soluciones?
Porque las que hay suponen hace rlo que dicen unos o lo que dicen otros.,
Y no hay parecido alguno.
Pues igual tendrán que llegar a un consenso entre los expertos de todas las fuerzas políticas y agentes sociales para ver cuál es la solución. Tampoco es que ZP tenga que aplicar los proyectos del PP, simplemente oir a los demás y cambiar lo que no funciona (que probablemente sea todo, pero bueno, que haga algo al menos).
de acuerdo.
¿Y hacemos el qué?
Los acuerdos no son tan necesarios , basta con tener a un gobernante con el suficiente valor para ejecutar las medidas correctas para hacer frente a la situacion tan desfavorable que se vive en este pais, si el que posee el puesto de autoridad no lo ejerce viene a ser inutil su papel , el poder se emplea no es decir que lo tienes.
Pues estoy con usted, señor Bufago. Que gobiernen los gobernantes, como dice muchas veces Ladríllez, y dejémonos de pactos que no se realizan. Estamos en una situación de emergencia –así me siento desde que busco trabajo y no lo encuentro- y si tenemos un gobernante que haga lo que tiene que hacer, que ya sabemos que no va a cumplir ni loco el programa que lo subió al poder. Jamás lo hacen.
No nos engañemos. A ninguno les interesa alcanzar un supuesto pacto. Los unos, porque están inmersos hasta el cuello y sólo están esperando a que el temporal amaine para colgarse la medalla de habernos sacado de la crisis ellos solos. A los otros, no les interesa el pacto porque están esperando a que el temporal arrase con todas sus fuerzas llevándose con el a un Gobierno ya tocado, colgándose la medalla de “nosotros sí que hubiéramos podido salir de ésta, pero no nos han dejado y mira las consecuencias”.
Al final siempre pasa lo mismo y siempre estamos igual. A veces tengo la sensación de que los comentarios de este blog se repiten escritos con otras palabras, y supongo que esto es así por que los políticos y los gobiernos siempre actúan de la misma forma. Son tan previsibles como ineficaces.
Como bien dices, al final eso será lo que ocurrirá y resultará que todos lo han hecho fenomenal. Y aún así, el número de parados seguirá subiendo, y el nivel de vida, bajando.
Pues Gasmann, yo tambi´n tengo esa impresión y este blog es reflejo de una parte de la sociedad: estamos muy quemados, algunos ya desesperados y al límite económico, es un bucle del que la salida la tienen ellos en sus manos.
Lo que pasa es que hay que hacer algo concreto y aquí nadie concreta nada.
T en el gobierno o la oposición, menos.
🙂
Y sobre todo: ¿quién asume el coste de las reformas?
Porque serán duras y costosas…
El pacto no se dara , es una aberracion que este se suscite en este sistema de gobierno , jamas se podran unir las fuerzas pues los intereses son diferentes y cada posicion los protegera. La sociedad es la que se encuentra en una posicion desventajosa , el poder supuestamente radica en el pueblo pero es mero dicurso que no tiene ninguna aplicacion , y ojo no la tiene pues nosotros seguimos siendo tolerantes ante las injusticias del engranaje que nos rige.
Ése es el problema, que los movimientos de los políticos, de la mayoría, están hechos en clave electoral, siempre pensando en los votos que les va a dar o no. Lo cierto es que todo parece una mera actuación, tantos de unos como otros.
Todavía no se ha llegado ni se llegará a un pacto de Estado. El Gobierno debería escuchar las propuestas de los demás, si las tienen, y después hacer lo que crea conveniente, pero hacer algo efectivo, no como ahora. La oposición nunca querrá pactar nada con el Gobierno, sea del color que sea, y menos en crisis porque prefiere esperar a que se pegue el batacazo y que cuando esto ocurra no le salpique el malhacer del otro.
Los gobiernos y las oposiciones solamente miran por sus intereses partidistas, no por los intereses de los ciudadanos.
Vuelvo a insistir:
¿Y en qué consistirtías el pacto?
¿En acabar coin el paro?
¿Y cómo?
Las partes solo esperan que esta situacion les ayude en algo para asi perpetuarse en el poder , la clase trabajadora esta inmersa en problemas sociales profundos por la incompetencia de nuestros gobernantes, mientras que ellos al tener un magnifico sueldo y alguna entidad empresaria que les provee de los recursos suficientes para subsitir y darse sus lujos no ven ningumn problema en que la crisis continue. Existen revoluciones sociales pero quien esta dispuesto a comprometerse con la causa , que personaje es el ideal para encabezar el movimiento y cuando se alcance el poder se tendran que tener valores arraigados sino facilmente se traicionaran los ideales y nos volveremos igual a lo que combatimos.
El Gobierno no hace nada, los partidos políticos no hacen nada y nosotros tampoco hacemos nada. Porque es muy fácil pedir a los políticos que nos saquen de esta crisis y que den empleo, pero luego nos vamos a trabajar y metemos quinientas horas extras sin cobrarlas y sin decir ni mú. No vaya a ser que el jefe se cabree y nos eche, ahora que tenemos que pagar la hipoteca a sesenta años que nos ha costado nuestra nueva cása con pádel, piscina y salón de té.
Lo lógico sería que se contratase a alguien que hiciese ese trabajo, pero si otros lo hacen gratis, ¿para qué?
Nadie hace nada proque todos sabemos que se haga lo que se haga va a salir caro.
Y es mejor dejarklo para mañana, pro si acaso nos morimnos y no tenemos que sufrirlo..
Debe de ser eso…
Todos tenemos presentes que este contexto en el que estamos debe de evolucionar, pero en verdad nadie esta dispuesto a asumir la responsabilidad que ello conlleva , preferimos seguir tolerando los atropellos del orden que gobierna a empezar a confrontarlos. Nosotros decidimos cuanto durara esto , pasan los años y todo permanece igual, que acaso nosotros no somos capaces de suscitar una tranformacion en nuestra situacion.
Estoy de acuerdo en todo lo que dice el señor Ladríllez. En un contexto democrático plural, las distintas voces no pueden pactar y formar un oligopolio porque traicionarían a sus votantes y a sus ideologías. Sin embargo, permitidme que os invite a reflexionar. ¿Vivimos en una democracia? ¿Hay alguna diferencia, además de las políticas sociales, entre los partidos del sistema?
Pues yo opino que vivimos en una dictadura de facto. Cada cuatro años podemos votar y los nombres de los políticos vienen y van, pero el sistema está montado de modo que todas las opciones son caras de la misma moneda. Si en lo que les interesa llegan a acuerdos para mantener su hegemonía, ¿por qué no en economía? Si justamente es en lo que más coinciden.
Estoy con usted en gran parte, Señor Romero, y también con Joseba, porque la situación actual realmente es para plantearse si vivimos en democracia. Más se parece a una dictadura este sistema electoral que nos aboca a votar a unos ineptos o a votar a otros ineptos. Sí, podemos votar a otros, pero al final los votos se van a los ineptos que tenemos gobernando o a la oposición. Mientras el pueblo se ahoga sin trabajo, o con propuestas irrisorias, estos ineptos no logran acercar posturas, que yo tampoco veo tan complicadas ni que tampoco sean una claudicación en un momento de emergencia.
No coinciden gran codsas, Señor Romero.
¿reducimo el paro?, ¿rteducimo el despido?
¿qué hacemos?
La hay: unos quieren recortar derechos para que sea más interesante contratar y otros quieren mantener los derechgos y ahcer que ñla gente contrate por otras razones.
Cuales son esas otras razones, no lo sé. Ni tampoco si reducir derechos mejoraría el paro…
Según el texto: ” Hablemos claro: un pacto de unidad nacional, que es lo que piden en realidad esas voces, es más propio de los sistemas totalitarios que de una democracia. Los pactos de ese tipo, de hecho, son antidemocráticos siempre, pues presuponen que todas las fuerzas políticas deben renunciar a sus ideas, sus proyectos y sus intereses por el bien de un interés general que, curiosamente, no coincide con esas ideas. ¿Quién demonios va a reconocer que abandona su programa para hacer otra cosa que es mejor?, ¿quién va a suicidarse de ese modo dando a entender que sabe que hay cosas mejoras que las que lleva años proponiendo?
En democracia, existen distintos partidos porque existen distintas soluciones posibles para los mismos problemas. Pero si en el momento de la necesidad estamos todos de acuerdo en que existe una sola solución, ¿para qué sirven los partidos y para qué sirve la democracia?”
Es q si hacen esto…cuanta gente deja de chupar del bote?…….
¿crees de veras que existe una sola solución?
Una reflexión interesante, Ladríllez, porque plantea una situación ideal de Gobierno, lo cual es en sí mismo una utopía de primer orden. Además, a nadie le gusta reconocer sus errores, y mucho menos cuando los que tienen que dar la cara son políticos más preocupados por los puntos de la encuestas que por la realidad social.
Es que pedirlesd que reconozcan sus errores es dar por hecho que saben que están equivocados.
Y en ese casio serían malñvados.
Pero no son malvados: son idiotas.
No es igual.
Ya sabemos todos a qué juegan los partidos políticos, así que por una vez en la vida podrían ser un poco honestos y trabajar para quienes les pagan, es decir, nosotros. Creo que todos agradeceríamos muy mucho que se pusieran las pilas y pusieran un poco de buena voluntad, que tampoco cuesta tanto.
¿Y pactar el qué?
¿Y que pague, quién?
¿Y quitarle a quién?
Trata de responder eso, por favor, y verás…
Alguna fórmula habrá, señor Ladríllez, pero tendrán que ser los “expertos” los que nos las digan a los ciudadanos. Podían pactar, por ejemplo, que se prohíban las prejubilaciones en las grandes empresas, o reformar de verdad el INEM, que no hace nada salvo tramitar prestaciones. Al menos en mi ciudad no sirve para nada. Y si hay que pactar, que se pacte, que muchas familias están en una verdadera situación de emergencia. Coincido con Wendy: ¡Que se pongan las pilas ya!
la realidad es que jamas se llegara a acuerdos entre partidos politicos pues cada uno maneja una ideologia muy partular que frecuentemente es opositora al de su contendiente , la democracia es asi el elegir la corriente quer mejor te parezca y no exista alianza sino que se de una lucha vehemente por conseguir el poder . Los sistemas de gobierno solo estan legitimizados por la via legal , deberian de obtener esa justificacion por el marco de los resultados.
Cuidado con la soluciones divinas, que rápidamente salta la Iglesia y se apodera de ellas. O peor aún, dada su condición divina, nadie sabe cómo demonios se ha resuelto, por lo que volvemos a estar siempre en la posición del que no sabe.