Seguramente que has escuchado sobre el índice de precios al consumo, también conocido como IPC. La evolución del IPC es muy importante ya que tiene un impacto directo en muchos aspectos de nuestra vida.
El IPC evalúa ampliamente el costo de los artículos para los consumidores, así como sus tendencias. Sirve como una herramienta para determinar cómo le está yendo a la economía en general en términos de inflación o deflación.
Lo que muchos no saben, es que el índice de precios al consumo puede influir en cómo decidimos gastar o ahorrar nuestro dinero.
¿Qué es el Índice de Precios al Consumo?
El IPC es una medida del cambio promedio a lo largo del tiempo en los precios que pagan los consumidores por una canasta básica de bienes y servicios de consumo.
Ahora bien, el cambio promedio a lo largo del tiempo se refiere a la tasa a la que los precios aumentan o disminuyen a lo largo del tiempo. Una selección particular de bienes y servicios se denomina canasta de bienes y servicios de consumo.
Por lo tanto, el índice de precios al consumo rastrea los precios a través de una serie de categorías importantes de gasto del consumidor, que incluyen:
- Alojamiento.
- Comida y bebidas.
- Ropa.
- Entretenimiento.
- Educación.
- Transporte.
¿Cómo se calcula el Índice de Precios al Consumo?
Para calcular el IPC se consideran tanto la cesta de compra del año actual, y los datos del año base. Sin embargo, cuando se realiza dicho cálculo, no todos los bienes de consumo tienen el mismo grado de importancia.
El organismo encargado de realizar el cálculo del IPC es el INE, y para ello toma en cuenta bienes y servicios como la alimentación, la medicina, y la vivienda. Lo que se hace es multiplicar los nuevos precios por la cantidad de consumo, y todo ello dividido entre la misma operación, aunque con la información del año anterior.
¿Para qué se usa el Índice de Precios al Consumo?
El Índice de Precios al Consumo tiene múltiples usos, muchos de los cuales pueden afectar directa o indirectamente tus finanzas personales. Por ejemplo, el IPC se utiliza para medir la inflación en el país.
Es decir, el IPC puede indicar la inflación, así como su tendencia, y como resultado, la efectividad de las políticas económicas implementadas por el gobierno.
Por supuesto, también sirve para medir la deflación, que es cuando los precios tanto de bienes y servicios, así como la inflación, caen por debajo del 0%.
Pero sin duda uno de los usos más importantes del Índice de Precios al Consumo es el costo de vida. Es decir, el IPC determina aspectos como las cantidades de los beneficios de la Seguridad Social, o el aumento en los salarios.
También tiene un uso desde una visión de ahorro e inversión. Por ejemplo, si el IPC indica inflación o deflación, eso podría ser una señal de que los inversores deben realizar movimientos estratégicos para no perder su dinero, o llevar a cabo otras inversiones.
En última instancia, conocer el IPC puede permitirnos planificar mejor nuestro presupuesto, e influir en la forma en que planeamos ahorrar, o invertir nuestro dinero.