Hipoteca, deuda y libertad

 

Si quieres pan, correa...

Si quieres pan, correa...

Ahora se lleva mucho eso de echarle la culpa de la crisis de deuda al que la concede, como si el que pide prestado no fuese responsable de sus actos. Y el caso, aunque quede feo, es que no conozco a nadie a quien hayan llevado a punta de pistola a una sucursal bancaria, así que si la gente es mayor de edad para votar, que sea mayor de edad para no dejarse engañar.

Una vez puestas las cosas en su sitio, lo que había que buscar el modo de que los bancos se hiciesen responsables de sus agujeros lo mismo que se hacen responsables los deudores. La otra opción es pensar como en el caso de los prestamistas privados, que en algunos casos, no tienen interés alguno en que se le devuelva el dinero, sino que quiere quedarse directamente con el piso, el coche, o lo que se ponga de garantía de la cantidad prestada.

Por eso, aunque mi psiquiatra me lo prohíba, no puedo evitar decir que hay crisis , como la de la deuda, las hipotecas y los inmuebles, que parecen pensadas para obtener mayor control sobre la economía, sobre los ciudadanos y sobre la autonomía de sus decisiones, alejando la democracia real de nuestras manos.

El otro día afirmaba Tomás Gómez, el presidente de la federación socialista madrileña, que son los políticos los que deben gobernar a los mercados y no los mercados a los políticos, y en teoría eso está muy bien, peor mientras nos endeudemos tendremos que preguntarnos quién obliga a un banco a dar la hipoteca, quién obliga al inversor de Arabia o Singapur a invertir en España y quién obliga a los fondos de pensiones americanos a meter el dinero en España y no en Indonesia.

O sea que, resumiendo: nuestro deseo de endeudarnos, que es gastar lo que no tenemos, es la cuerda con la que nos atan. Sólo el que no debe nada es libre, y eso que tan bien entendían nuestros abuelos lo hemos olvidado nbosotros con demasiada facilidad.

 

 

 

 

Esta entrada se publicó en Varios y está etiquetada con , , , , en por .

Acerca de Ladríllez

Javier Pérez Fernández (Zamora, 1970) Director durante 10 años de la revista universitaria dela Universidad de León, ha participado en casi todos los foros asociativos y juveniles de la ciudad. Escribe desde los 14 años en periódicos y revistas, especialmente Bedunia, como satírico, y en el diarioLA CRÓNICA-EL MUNDO, donde realizó un suplemento dominical sobre historia militar leonesa. Profesionalmente, se especializó en marketing y economía agraria. Trabaja como comercial de publicidad para medios de comunicación y dirige una casa de turismo rural en la montaña leonesa. En cuanto a trayectoria literaria, empezó por el verso satírico, estudió métrica y composición clásica y es autor de más de mil poemas, aunque jamás se consideró poeta. Más constante ha sido su dedicación al columnismo de prensa, medio en el que ha publicado más de ochocientos artículos en los últimos veinte años. Como autor de relatos cortos, ha tratado de conciliar la temática escabrosa con el estilo irónico, lo que le ha valido más reconocimientos que amistades. En total tiene escritos más de doscientos relatos y ha recibido casi una veintena de premios en este campo. Pero el género donde considera que mejor se desenvuelve es el de la novela. Escribió su primera obra de más de doscientas páginas a los dieciocho años, aunque afirma que sólo permitiría su difusión bajo amenaza a punta de pistola. Desde entonces, ha escrito una enorme epopeya espacial de más de dos mil folios, y cinco novelas, una de las cuales,la Crin de Damocles, le valió el premio Azorín 2006. La espina de la amapola, Ed. Planeta 2008. El Gris. Ediciones B. 2010 -La crin de Damocles, Ed. Planeta 2006. Premio Azorín de novela. -Viento Divino. Caja Murcia. Instituto Castillo Puche. -Antología poética Antonia Pérez Alegre. Fundación Espejo 2005. -Apagar el sol. Ayuntamiento de Toledo. Premio narrativa femenina 2005 -Historias para catar. Tropo Editores 2007 -Diversas antologías y colecciones de cuentos.

4 pensamientos en “Hipoteca, deuda y libertad

  1. Michel Henric-Coll

    En este artículo – a diferencia de la gran mayoría de los demás que publicas – te has confundido.

    Cuando un particular acude a pedir una hipoteca, está realizado un sueño, un deseo o tal vez haciendo una compra muy racional para su familia, pero no está engañando a nadie si la previsión de números le sale.

    Pero cuando los bancos – todos colectivamente – captan a clientes a golpe de publicidad, escondiendo cláusulas como la responsabilidad del comprador más allá de la garantía del bien; cuando son ellos los que deben cuidar dónde y cómo ponen un dinero que, al final, no les pertenece; cuando además se declaran a si mismo profesionales en la materia; cuando dejan voluntariamente aumentar los riesgos sufridos por sus propios clientes porque con esto satisfacen a su propia codicia; cuando – en el momento en que explota la burbuja – se desolidarizan totalmente de la situación, cogen el dinero aportado por el Estado en nombre de todos y, en lugar de usarlo para mantener a la economía, lo usan en beneficio exclusivo propio; entonces, desde el primer al último momento, hay engaño, timo e inmoralidad.

    Nadie a obligado a un comprador a hacer una hipoteca a punto de pistola, no.
    Pero nadie obliga a nadie a punto de pistola a comprar un aparato que se rompe a la semana, a ninguna chica a ir a bailar a una discoteca a la salida de la que podrá ser violada, a casarse con un marido que pasada la luna de miel la somete a violencia doméstica, a comprar sin saberlo una finca con aluminosis, a irse de paseo con el coche y ser matado por un borracho al volante, a ir por la calle y ser atropellado por un camión.

    Nadie obligó a punta de pistola al que buscara trabajo aquel que resultó víctima de mobbing y acoso moral.. a nadie se les obligó a punto de pistola a encontrarse a la merced de los tiburones.

    Pero nada de esto esgrima a los culpables de sus responsabilidades, y menos a los bancos que tienen la mayor parte de responsabilidad directa en la crisis económica que estamos sufriendo.

  2. Ladríllez Autor

    Podría estar de acuerdo en loq ue dices si porparte d elso bancos existiera un incumplimiento de contrato. Estaría de acuerdo sai la hipoteca fuese defectuosa, si te pasasen recibos superiores a lo pactado, si te engañaran en algo en las condiciones que firmaste.
    La cuestión es la de siempre: si compras un aparto y se rompe a las dos semanas, usa la garantía.
    Si tu marido empeiza a maltratarte a las dos semanas de casarte, divórciate y denúncialo.
    Si el banco te cobra recibos susperiores a lo pactyado, denuncia el contrato.

    pero si te quedas sin trabajo, si metes el gato en el micrrondas o si resulta que tu marido ronca, y ya lo sabías antes, haberlo pensado mejor.
    Digo yo, vaya…

  3. Dolores

    ESCRIBO Y DIGO:De las dos lecturas anteriores, la postura más fácil de adoptar es la de Ladrillez, yo tambien diria lo mismo si no fuese porque soy una afectada del poder bancario y entonces hablo con conocimiento de causa.El banco como cualquier negocio tiene que ser responsable de como vende su producto y si no lo hace con”buenas practicas “pues que se haga cargo su seguro, vamos igualito que si compras la lavadora.Decirle a Ladrillez que mí hipoteca está al día, pero el banco concedió más prestamos personales a mi exmarido a sabiendas que no le llegaba la nómina para pagar, entonces tú como le llamas a esto¿Acaso no es quererse quedar con el piso? Por tanto darle la razón a Michel y agradecerle la exposición tan completa del tema.

Los comentarios están cerrados.