La imaginación es a veces muy chunga, y juega malas pasadas al raciocinio. Uno de los casos más comunes es el de la temida palabra desahucio, y vamos a verlo de cerca.
¿En qué pensamos cuando hablamos de desahucios?
Pues normalmente en familias que no pueden pagar sushipotecas y que tiene que ver como el banco la pone en la calle. El banco, o el fondo buitre extranjero, para los amantes de Dickens, y si es en invierno y hay niños de por medio, más Dickens todavía…
¿Es eso lo que imaginamos, verdad? Pues la putada es que en muchas ocasiones es terriblemente cierto y que, a buen seguro, tenemos que hacer algo para evitar esas tragedias humanas o la injusticia de que el negocio jurídico del banco genere la externalidad del desahucio, una externalidad pagadera en fondos públicos a costa del común. El párrafo es técnico, pero quien conozca el asunto lo entenderá, y quien no, que pregunte en los comentarios. O a lo mejor dedico otro artículo a explicar que es eso de la externalidad pagadera del común.
Pero volviendo ala imaginación, el caso es que hay otra clase de desahucios, y si los prohibimos, vamos a armar la de dios… Los de los alquileres. ¿Qué pasa cuando un inquilino no paga?
Si por una parte está muy feo tener un piso vacío, y por otra no puedes poner en la calle al inquilino que no te pague, ¿qué solución se deja al propietario? ¿qué pisos entrarán en el mercado de alquileres? ¿quién se arriesgará a perder un piso a cambio de sacarle, a todo pegar, un dos o un tres por ciento de rendimiento?
¿Nos damos cuenta de lo que eso supone?
El nivel de precios del mercado de alquiler depende del precio de la vivienda, del importe de la hipoteca, de la disponibilidad de pisos y del rendimiento que se le pueda obtener. Si la seguridad jurídica desaparece de pronto en es mercado, ¿quién se animaría a alquilar?
La tragedia del desahucio hay que evitarla, pero con cabeza: en caso contrario, podemos conseguir que se encarezcan brutalmente los alquileres. O que simplemente no haya oferta. Y no sería bueno, en especial para los más humildes…
Ladríllez, le estás pidiendo a la gente que piense…
Tienes razón: estoy gilipollas
jejejejeej
Creo que a la hora de establecer las hipótesis de tu artículo y las posteriores conclusiones olvidas hechos muy importantes.
Por un lado la especulación de un mercado de alquiler no regulado nos lleva a burbujas económicas que luego cuando explotan nos preguntamos como pudo ser y miramos a quien culpabilizar.
Por otro lado la desregulación de los principales derechos constitucionales y la vivienda lo es, junto con una reforma laboral que empobrece a los trabajadores, lleva a situaciones complicadas. No ganas para pagar las altos alquileres. Y a lo mejor en vez de culpabilidad al inquilino habrá que señalar a quien provoca estas situaciones.
Nadie en sus cavales quiere dejar de pagar. Pero si limitas el salario a un mínimo para poder vivir el alquiler como minimo deberá tener un maximo alquiler ligado a la renta y así no habría tantos problemas porque las escepciones de los caraduras serán rápidamente sancionadas.
Sí, claro: y si yo tengo un piso y el inquilino no me paga, todo eso es problema mío, ¿no?
Ahora resulta que el tema de los salarios es responsabilidad mía…
Joder…
Por supuesto.
😀 😀 😀