A veces, por simplificar las cosas, o porque simplemente nuestras circunstancias nos enseñan que los datos macroeconómicos no son aplicables a nuestro caso, pensamos que el coste de una hipoteca es simplemente lo que pagamos por ella de intereses.
Con esta idea, nos dejamos convencer a veces de que cualquier remanente de dinero que tengamos puede estar bien empleado en bajar la cuota o en reducir el número de años, cuando lo cierto es que hay que tener en cuenta alguna variable más antes de tomar la decisión más interesante.
A mi entender, lo más importante, y que olvidamos muy a menudo, es que el dinero visto en dos puntos distintos de tiempo no es igual a sí mismo. Si l pensamos en general, todos entendemos que no son lo mismo cinco mil pesetas del año 2000 que treinta euros de hoy en día, pero en cuanto nos ponemos a aplicar esa idea, tan clara, a una hipoteca, parece que se nos nubla el entendimiento y ya no comprendemos que las cuotas que pagaremos en el futuro las haremos efectivas con dinero que valdrá mucho menos que el de hoy.
Y es que pasa siempre: las cosas obvias en general dejan de serlo en particular, como lo del ADN, que sabemos muy bien lo que es cuando vemos que un policía de una serie lo usa para descubrir a un criminal, y luego no tenemos ni idea de lo que es cuando hablamos de otras cosas que hoy no menciono porque me pilláis de buenas.
Pues con el dinero, lo mismo.
Una hipoteca a treinta años, por ejemplo, con una cuota de 1000 €, paga mil euros de hoy durante los treinta años, pero mil euros de hoy no serán la misma cantidad de dinero que mil euros del año 2020, y menos aún que mil euros del año 2040, los mismo que cinco mil pesetas de 1979 era muchísimo más dinero que treinta euros de hoy.
Lo que marca el verdadero coste de una hipoteca es la relación que exista entre el tipo de interés y el IPC.
En todo caso, el coste real de un hipoteca será el tipo de interés menos la inflación anual. Si el tipo de interés está por debajo del IPC, como ha sucedido durante todos estos últimos años, entonces la hipoteca sale gratis y hasta produce dinero. Y en ese caso, por supuesto, no vale la pena ni reducir cuota ni reducir años: lo mejor es meter el dinero en otra cosa, lo más segura posible, y lo más rentable que se pueda.
Ahí tenéis otra de las causas, una más, de la meteórica ascensión de los precios de los pisos: que pedir el dinero para comprarlos salía medio gratis. Más aún de lo que parecía, pues el IPC real estaba muy por encima del que nos contaban los estadísticos.
Y como el dinero era barato, subían los activos. Por eso ahora, cuando el dinero escasea, los pisos bajan. ¿Son más pequeños o están en peor sitio? En absoluto. Lo que pasa es que hay menos dinero para comprarlos.
El día que nos convenzamos de que muchas veces el precio no tiene nada que ver con la cosa comprada. nos desenvolveremos mejor en esta sociedad que nos ha tocado.
Entre tanto, ojo al tema de hoy, proque los alquieleres se actualizan con el IPC, mientras que las cuotas de la hipoteca son constantes. Y sería curioso saber quién paga más al cabo de los 30 años.
¿Probamos a hacer las cuentas?
¿Quién se atreve?
Es interesante ponerse a hacer cuentas sobre quién paga más al cabo de 30 años, si una persona con una hipoteca o con un alquiler al hombro. Sin embargo, la pregunta clave creo que no es ésta, sino ¿quién tendrá una propiedad al cabo de 30 años?
La respuesta clave es que depende de si te entierran o si te incineran…
🙂
Más en serio, y dándole la razón, hay quer preguntarse también qué e s lo que se puede permitir cada uno, porque si lo rentable está por encima de nuestras posibilidades, entonces hay que aceptar la otra laternativa. La que sea.
Pero, si no he entendido mal, Ladríllez, una cosa es la cuota y otra los intereses. Por supuesto que hay que considerar el valor del bien, pero realmente lo que te jode vivo, hablando en plata, son los intereses, no la cuota. Eso es al menos lo que le pasa a la mayoría de la gente.
Que luego veamos lo que varía el valor del dinero, de acuerdo, pero eso no cabe en las economías domésticas, que viven al día.
La cuota es fija y tiene dos componentes variables: el principal, que es creciuente, y los intereses, que son decrecientes.
Y crepo que ha descrito usted la causa principal de muchos problemas: vivir al día.
Saludos
Creo que esa es la clave, Ladríllez. Hay veces que nos obcecamos con tener una propiedad y no está dentro de nuestras posibilidades; la casa acaba embargada y el deudor ya no levanta cabeza. El alquiler es una opción de más fácil retorno, aunque hay que tener en cuenta lo que se apunta en el post.
El alquiler es de más fácil retorno. Innegable.
La hipoteca tiene algo de matrimonio…
He leído el artículo con mucha atención porque me acabo de ir de alquiler y, como mi hermano tiene hipoteca, siempre estamos picados a ver quién acabará pagando más.
Creo que será él aunque el tiempo lo dirá. Me gustaría leer algún día un artículo que fuera en dirección contraria, hablando de las ventajas del alquiler frente a la hipoteca, aunque éste sea un blog de hipotecas. Creo que es factible para vosotros porque siempre hacéis análisis interesantes por arriesgados que parezcan.
Eso quepides ya se ha hecho muchas veces.
El alqu8iler simplemente te da dinero ahora, y puedes vivir. ¿Te parece poco?
🙂
Treinta años son muchos años. Ya me resulta un esfuerzo enorme imaginarme cómo estaré en un año, como para tener que pensar que haré pasados 30. Tal vez, si tuviera dinero para invertir, compraría una o varias propiedades como buen ciudadano, pero no es el caso. Por ahora, sólo me queda la opción de tirar de alquiler.
Aunque lo que se dice en el post no deja de ser cierto, la realidad actual es que muchas personas les es imposible acceder a una hipoteca, bien por falta de financiación, bien por falta de pareja. Esto es así: muchas veces, a las personas solas se les impide acceder a los créditos, y por otra parte las cuotas suelen ser tan altas que con un solo sueldo no es posible afrontarlas, a menos que te quedes todos los días encerrado en tu casa después del trabajo y te alimentes de patatas. A estas personas no les suele quedar otra que recurrir al alquiler, aunque sea una pérdida de dinero.
Qué razón tienes, Wells. No sé cómo en qué mal día se me ocurrió la peregrina idea de comprar yo sola un piso. Entre la cuota y los gastos me quedo sin tres partes del sueldo y tengo que trabajar de camarera por las noches para ir tirando. Me planteo volver a casa de mis padres y alquilar el piso, pero me puede el orgullo. Sin pareja es una locura comprar y lo digo desde la experiencia.
Tú quédate con lo que tienes; ya no es cuestión de orgullo, sino de que te has trabajado algo tú sola, y llegará el momento en que disfrutarás de ello. Y no sólo por el bien en sí, sino porque vas a sentirte mejor que nadie dándote cuenta de que no has necesitado a nadie para lllevarlo a cabo; a nadie más que a ti misma. Esa sensación, de verdad, no se paga con dinero.
Pues yo estoy pensando en meterme en una hipoteca yo solito, porque no me da la gana esperar a que alguien “magicamente” aparezca en mi vida para poder avanzar e independizarme… pero estan los dos puntos de vista…
uno el que da “miedo”, el de Silvia… puedes ir ahogadisimo y pasarlas putas para poder tirar palante… pero el punto de vista de Federikko también es algo que anima mucho, y es principalmente el que tengo en la mente… yo soy bastante joven pero en mi empresa estoy labrandome un buen futuro, esta haciendose grande la empresa y yo estoy ganando responsabilidades, y tengo a mis jefes muy contentos… me sentiria tan orgulloso y tan bien viendo que me lo he currado y que puedo tener mi propio piso sin tener que buscar a alguien que sea un apoyo economico importante…
la verdad es que hoy en dia me da la sensacion de que la gente acaba buscandose pareja mas para avanzar en su vida que por amor… y asi estamos que cada dos por tres ves casos de divorcios y demás…
Cuanta razon tienes, conozco dos casos que se “solucionaron” uno adquiriendo el piso de la familia a un precio razonable y otro comprando en un agradable y tranquilo pueblo a las afueras. Practicamente las unicas opciones que les dejaron o encontraron. Si quieres adquirir una vivienda solo para iniciar un proyecto de vida es casi imposible hoy.
La opción de la que hablas de irte a un pueblo de las afueras se ha comentado muchas veces en este blog, y ha sido objeto de encendidas polémicas. La cosa es que a muchos les gustaría irse a esos lugares donde los pisos son más baratos y el nivel de vida es ás alto (aunque sólo sea porque todo cuesta mucho menos), pero hay impedimentos como el trabajo o la familia que hacen que resulte, si no imposible, por lo menos muy difícil.
No son tales.
Vivir a tres kilómetros obliga a coger el coche igual que vivir a 15.
Creedme.
A lo mejor es más rentable coger el dinero y meterlo en otra cosa lo más rentable y segura posible. Sin embargo, aquí entra en juego una realidad subjetiva: la hipoteca es como una losa, una condena para la gente, y como tal quiere quitársela de encima cuanto antes.
Seguramente sea cierto, pero dejarse llevar por los impulsos primarios tiene un coste que a veces resulta prohibitivo…
¡Cuán cierto es eso de la losa! Los hipotecados nos pasamos la vida pensando en lo que haremos cuando no tengamos que pagar ese dinero todos los meses; lo que no nos planteamos es si para entonces tendremos salud (o incluso vida) para disfrutarlo, y efectivamente, tal y como cuenta el Sr. Ladríllez en el post, lo que va a valer realmente ese dinero cuando lo podamos gastar.
Además, hay que tener en cuenta que todos los que nos desgravamos el crédito en la declaración de Hacienda ya no podremos hacerlo… Aunque por lo que parece, esta ventaja va a desaparecer también, con las nuevas leyes que se pretenden aplicar.
¡Y tanto que es una losa, Basajaun! Yo todavía me tengo que recuperar de la agonía de este principio de mes. Entre los recibos, los sueldos de los dos empleados que tengo y la hipoteca de la casa, en una de estas me voy al hospital. Lo irónico es que últimamente sueño con que no tengo hipoteca y me despierto sonriendo. Es lo mejor del día.
A veces planteamos estas cosas en términos de inversión, y yo creo que la gente ya no se plantea la compra de una casa como una inversión. Si pensamos en esos términos, pues pensemos en invertir en letras del tesoro o en algo más seguro. Lo malo es que las letras del tesoro no te cobijan cuando llueve.
¿Letras del Tesoro? Con todos mis respetos, creo que no se trata más que de un engañabobos, si lo que de verdad se pretende es obtener rentabilidad económica. Sucede lo mismo con los depósitos bancarios, en los que un interés del 3% es considerado como algo increíblemente bueno, cuando en realidad se están riendo en nuestras narices. Es más, puedo oír sus carcajadas desde aquí.
Totalmente de acuerdo. No hay rentabilidad más baja que esa…
No te creas que es un engaña-bobos, amigo. Es cierto que los intereses que oferta el Estado por sus bonos son los más bajos del mercado, pero ya se comentó en otra ocasión las ventajas que suponía para los maleantes. Es el sitio perfecto para blanquear capital puesto que el gobierno, que necesita el dinero, no te pregunta por su procedencia. Así que el único engañado es el Estado, y bobo no es porque le conviene dejarse engañar.
Ladríllez, amigo, está usted pidiendo al currito de la calle (que no del tajo, o también), que pasen de ser simples cobradores de sueldo y garantes de la economía doméstica, a convertirse en auténticos ingenieros de las finanzas, y creo que eso no está al alcance de muchos, me temo.
¡Ojalá en mis tiempos hubiéramos podido aprender tanto para que las cosas hubieran ido mejor!
Aún estando de acuerdo con Vd., Sr. Dioscoro, yo debo decir que, desde que leo los posts de Ladríllez y los comentarios de los asiduos al blog, estoy mucho más enterado de todo lo que concierne a hipotecas y economía en general, que antes. Y tampoco es tan complicado; lo que pasa es que todos tendemos a ser muy acomodaticios y no informarnos debidamente de las cosas, y por eso luego los poderes públicos y privados nos dan palos por todos los lados. Y lo triste es que muchas veces ni siquiera nos enteramos.
Lo que he dicho siempre: el que piense que la educación es cara, ¡que pruebe con la ignorancia!
🙂
La ignorancia, amigo Ladríllez, no sólo es atrevida (como dice el refrán), sino peligrosa y arriesgada. Yo creo que no hay tiempo mejor invertido que aquél que pasamos informándonos de las cosas que nos afectan directamente; léase hipotecas, contratos laborales, nóminas, impuestos… Lo malo es que, después de aprender todo lo posible, corremos el riesgo de darnos cuenta de que nos están tratando como a besugos, y de que no podemos hacer nada por evitarlo.
La ignorancia, además, es carísima.
Y lo que usted dice, Innisfree: que instruirse cabrea. Gran verdad, oiga.
Ya lo decía el Eclesiastés….
🙂
Creo, amigo Dioscoro, que la definición de democracia pasa por el conocimiento y la responsabilidad del ciudadano.
Si esta desaparece, es mejor otro sistema. Otro cualquiera…
Cuando yo me separé de mi marido conseguimos vender pronto la casa. Yo me fui de alquiler con mi hija, y la verdad es que no me arrepiento en absoluto. Aparte de librarme de mi ex, pasé a pagar un alquiler que no me daba tantos sustos como la hipoteca… El valor del dinero cambia, es cierto, pero lo que no cambia (y si lo hace es a mejor) es lo que ese dinero representa en términos de tranquilidad.
En casos como el tuyo es un acierto el alquiler, te quitas de vínculos económicos adicionales con tu ex. Una amiga mía siguió viviendo con su hija en la casa que había comprado con su ex y no sabes qué problemas con los pagos de la hipoteca: que si este mes no pongo yo el dinero, que si este mes no lo has puesto tú… Vive una pesadilla cada primero de mes.
Hay que estar loco/a para hacer algo así, Carlitos. Releyendo los comentarios del post me he parado en el tuyo porque yo misma he vivido un año así con mi ex. Es decir, que perdí la cabeza durante un año. Además de problemas constantes por la cuestión del dinero estaban otros asuntos, como sus novias y mis novios. Ahora los dos vivimos de alquiler, después de vender el apartamento, y hasta somos “casi” amigos.
Tú lo has dicho, Abandonadita, no hay nada como disponer de la tranquilidad que te brinda un alquiler. Es cierto que al cabo de los años no serás propietario, pero mientras llegue ese momento, habrás sido más “propietario” de tu tiempo y de tu vida de lo que podrías haber sido con una hipoteca (losa) encima.
Los que van a agradecer esa losa que hemos tenido encima durante muchos años son nuestros descendientes. Teniendo en cuenta que cada pareja tiene como mucho dos hijos, y muchas solamente uno, cuando llegue el momento podrán heredar el inmueble; si no viven en él, por lo menos podrán venderlo y sacar beneficio.
En algunos casos (como en el mío), los que van a heredar son mis sobrinos, ya que no tengo hijos; y teniendo en cuenta que mi pareja y yo tenemos dos casas (la habitual y un piso de veraneo), entre lo que les dejaremos y lo de sus padres van a estar mejor que en brazos.
Si estuviésemos en un blog de psicología tendría que darle completamente la razón…
😀
Al final, en esta vida todo termina por convertirse en un conjunto de circunstancias. La psicología se junta con la economía y ambas cosas se unen para conformar nuestro día a día, donde cada cosa influye en la otra. Yo creo que la tranquilidad que uno tiene, a pesar de pagarla con dinero, es más importante que todo lo demás. Y más aún cuando dependemos de lo que vayan a hacer (o dejar de hacer) otras personas; entonces hay que ser capaces de ver las cosas con perspectiva y salir adelante de la mejor manera posible.
Hace algún tiempo recorté de un periódico un artículo en el que se comparaba a 30 años el coste de alquilar o comprar una misma propiedad. Desafortunadamente, no consigo encontrarlo, pero lo que mostraba -en cifras- era el menor coste que representaba el alquiler frente a la compra pasados los años.
El artículo se basaba en precios de la época de esplendor inmobiliario (burbuja). Por lo tanto, es probable que con la caída de los precios actual tenga Vd. razón, amigo Ladríllez, pero no antes cuando apenas habían pisos por menos de 200.000 euros (área geográfica en la que vivo).
Subscribo totalmente el análisis del Sr. Ladríllez en los términos económico que plantea, pero es que además faltan otros aspectos cualitativos más difíciles de cuantíficar, a los que si dieramos un valor reforzarían las conclusiones de Ladríllez.
Véase:
– El pago de un alquiler suponer disponer de un ingreso mensual para hacer frente al mismo. Cuando lleguemos a nuestra edad de jubilación, pongamos, dentro de 30 años, justo cuando acabamos de pagar esa hipoteca, el que alquila dependerá totalmente de sus ahorros para pagar el alquiler. El que compró, dispondrá de techo. Y no me vengan ustedes con el temita de la pensión, porque dentro de 30 años, en España no habrá pensiones para nadie. El modelo de pensión del sistema español no es más que un modelo de estafa piramidal, ilegal si lo organiza un particular o empresa, pero legitimado para que lo realice el gobierno.
– Por tanto, el ahorro se proclama como la base de nuestra situación económica en la vejez. En ese momento, los ahorros de toda la vida, más la renta que estos mismos sean capaces de generar habrán de cubrir los costes más básico: vivienda, alimentación y sanidad. El jubilado que sea propietario, habrá eliminado de sus costes principales la vivienda. El jubilado que alquiló seguira teniendo que pagar alquiler (que seguirá incrementandose anualmente con el IPC)
– El argumento: “el alquiler me permite vivir ahora mientras los que tienen una losa de hipoteca no pueden” es válido, ahora! Pero prepárense señores, ¿Qué están haciendo uds. con el sobrante de liquidez que les permite su alquiler? a) Lo ahorran, b) invierten o c) lo consumen.
Si respondieron a) ese dinero no valdrá nada en 30 años, más vale que les esten dando un buen interés.
Si respondieron b) están asumiendo un riesgo a futuro (ninguna inversión carece de él). Por tanto, no son tan diferentes del que optó por hipotecarse.
Si respondieron c) léanse el cuento de la hormiga y la cigarra.
Toda la estafa que Vd. quiera, Sr. Dabeman; pero ese sistema de pensiones que (quizás) a nosotros no nos llegue, está permitiendo tener una jubilación digna a muchas personas que se dejaron la piel trabajando sin poder ahorrar ni una peseta (de las de antes) por tener que sacar adelante a una familia. No sé si nosotros disfrutaremos de una pensión en el futuro, pero lo que sí sé es que vamos a tener muchas más oportunidades de currarnos una vejez digna que nuestros padres; a ellos no les quedó otra que invertir en nuestro futuro.
Sra. Espe, no confunda el hecho de suplir una necesidad con justificar un sistema totalmente injustificable.
La necesidad es obvia: proporcionar una vida digna a nuestros mayores. Hay que hacer algo al respecto y lo apoyo.
La manera es equivocada: El presente sistema de se justifica sobre la promesa de una futura pensión que no nos van a poder garantizar. Van a ser muchos los que contarán con esa pensión que nunca llegará y entonces el sistema reventará. Todos los estudios demográficos y económicos sustentan este hecho.
Así pues qué hacemos, ¿mantenemos algo que reventará porque soluciona una necesidad presente (visión cortoplacista) o cogemos el toro por los cuernos buscamos una alternativa realmente eficiente a medio y largo plazo?
No seamos demagogos por favor.
Demagogia – apelar a emociones (sentimientos, amores, odios, miedos, deseos) para ganar el apoyo popular, frecuentemente mediante el uso de la retórica y la propaganda.
Según la Real Academia Española: «degeneración de la democracia, consistente en que los políticos, mediante concesiones y halagos a los sentimientos elementales de los ciudadanos, tratan de conseguir o mantener el poder»
No sé, Yoclaudio, pero me deja una sospecha: ¿Quién iba a alquilar un piso para sacar por él menos de lo que le había costado?
Porque el propietario también hacía sus cuentas…
Amortizar hipoteca compensa porque te quitas capital e intereses de un plumazo, eliminando pasivo (deuda) y ganando activo (piso). Aunque cambie el valor del euro, por otro lado una moneda bastante estable y fuerte, seguirá compensando deber menos al banco porque si inviertes el dinero en un fondo o similar, lo que ganaras de intereses a tu favor lo perderías pagando intereses por el préstamo, mientras que si amortizas no sólo pagas capital sino que dejas de pagar intereses.
Pero lo que amortizas lo pagas con dinero de hoy, que es más valioso que el dinero de mañana.
Todo depende del IPC, creo
No adelanteis dinero de las hipotecas. Gastaros ese dinero en vuestra juventud en cosas provechosas, viajes, drogra, sexo de pago, buena vida. Si no ese dinero que estas quitando de tu vida se lo estás dando a un señor bancario que se lo va a gastar él mismo en eso.
Estamos hablando de la filosofía del carpe diem, entiendo… Supongo que desde un punto de vista hedonista (que no deja de ser un punto de vista estupendo), la idea es perfecta. Pero como vivimos en una sociedad que te obliga a pasar por determinados aros para aceptarte, entonces resulta totalmente imposible de llevar a cabo. ¡Cuánta gente conozco que pensaba así hace unos años y ha terminado con la hipoteca de marras, el audi en el garaje y los niños en colegios de curas!
No hay nada más “progre” que un Audi en el garaje y un colegio de curas…
Y no ironizo.
Hablo por simple observación.
En parte de acuerdo señor ladrillez, pero piense que los intereses medios a 30 años de una hipoteca de 300000 euros (a unos tipos de interes supongomos del 4,5 de media) le suponen a afectado unos 200000 euros de mas, con lo que la casa le sale por 500.000
Amortizando y quitandose la hipoteca en 20 años habrá pagado de interes unos 150.000 y si la paga en 15 a lo mejor solo 100.000.
Evidentemente son cifras orientativas para captar la idea, creo que por mucho que suba el IPC es más rentable amortizar ¿no cree?
Yo soy de la vieja escuela y opino como tú, Merce: Hace años que opto por amortizar la hipoteca. Como dice algún comentarista, esto de tener una hipoteca es como una pesada losa a las espaldas que te quieres quitar de encima como sea. Por el momento no nos ha ido nada mal, y ya nos queda menos.
Como siempre me han inculcado que para dormir más a gusto hay que deber lo mínimo posible, jamás me había planteado una cosa tan evidente. Y es que tienes un 99% de posibilidades de que te salga bien. Una deflación tan fuerte es casi imposible, ¿no?
Casi imposible.
Y en caso de deflacion galopante, amortizar plazo o cifra con lo ahorrado.
Hola, no estoy de acuerdo por lo siguiente:
1. Los precios están tan inchados que aunque en unos años valga menos lo que pagamos, probablemente nunca vuelva a valer lo mismo tu casa con lo que pagaremos mas de lo que ahorraremos.
Ejemplo Japon, llevan 20 años bajando el precio de la vivienda después de un boom, y los sueldos no han subido tanto. Y el interés está a menos del 1 % con lo que tampoco interesa ponerlo a plazo fijo.
2. Si estamos en crisis, el dinero vale más reduciendo cuotas que invirtiéndolo, es decir, si este año tengo que pagar 9000 euros de hipoteca y tengo 9000 euros (además de lo que ganaré durante el año) es más rentable este año reducir hipoteca (vencimiento), como la hipoteca es larga de cojones, te habrás reducido intereses y aun tendrás años para disfrutar de esa depreciación del dinero de la que hablas durante los próximos 20 años, eso si, ahora pagando menos intereses.
Sobre todo en mi caso, donde hasta el mes que viene pago 5.77 de interes, y los bancos a 6 meses o un año me dan de un 2 a un 4 por ciento.
En mi caso he reducido de 700 euros de intereses a 250, y tengo años de sobra para que dentro de 10 años todavía esté pagando cosas, eso si, ahora con la revisión se me queda en un 1.65 con lo que pagaré unos 60 euros al mes de interes, ahora si, ahorraré dinero en vez de reducir cuota, pero antes con el interés al 6 %…
Un saludo.
Me parece muy bien razonada tu objeción, pero te cuento mi punto de vista:
-1- El precio de los pisos no tiene que ver con el razonamiento, pues se supone que la casa ya está comprada. Si me dices que es mejor no comprarla, vale, pero entonces hay que preguntarse si el casero que la alquila está tonto y pierde dinero, proque él sí que la ha comprado.
-2-Cuando el tipo de interés está a los niveles actuales, tu hipoteca pagará un tipo del 2 % como mucho (Euribor + 0,75%)
Cualquier rendimiento que encuentras por encima de eso, y no es difícil, te deja una diferencia a tu favor en el bolsillo. Hay que reducir la cuota siempre que lo que puedas obtener esté por debajo de lo que pagas. Si no, no.
Saludos
bueno,yo pienso que elegir en españa entre el alquiler o la compra,seria como elegir palazos durante toda la vida o pedradas durante 30 años.
asi habia sido hasta hace 2 años,todo el mundo podia elegir entre compra o alquiler,para tomar esa decision la gente miraba si le interesaba una opcion o la otra dependiendo por ejemplo de si iba a residir siempre en esa zona,de haber sido asi entonces la mayoria prefirieron comprar,porque siendo sinceros¿cuanta diferencia hay entre la cuota del alquiler y la de la compra?practicamente poco se llevan.
en mi opinion los precios de los alquileres estan carisimos comparandolos con la cuota de la hipoteca,deverian de bajar de precio para que la gente prefiriera el alquiler,de todas formas ya no hace falta que baje de precio porque ahora solamente esta la opcion del alquiler,a nadie le prestan millones.
tener hipoteca es esclabo y se tiene muy dificil cambiar de domicilio,el alquiler en ese aspecto es mas facil,tambien de alquiler se ahorran impuestos y derramas, pero te impide hacer reformas y dependes del propietario para poder vivir mas de 5 años,pasado ese tiempo te puede echar.
tampoco existen leyes efectivas que hagan confiar a la gente para que saque los pisos al mercado del alquiler abaratando precios al existir mayor oferta.
tanto una cosa como otra son prohibitivas en españa.¿que se puede hacer?
1-comprar por 1000 euros al mes y si te quedas en paro lo alquilas por 800 y vuelves a casa de ama.
2-lo alquilas por 800 euros al mes y si te quedas en paro vuelves a casa de ama.
lo que os decia.y naa tu chabal ¿que prefieres?¿palazo o pedrada?
y bueno,felicitarte ladrillez y compañia por la informacion que venis aportando y por la manera llana de explicarla.1saludo.