A algunos les parecerá raro lo que voy a decir, pero os aseguro que la compra de vivienda en propiedad genera desempleo, y quizás una de las causas del disparatado aumento del paro en España haya sido el disparatado número de viviendas que se vendieron en los años precedentes.
Imaginad a dos familias cualquiera, los Chúrrez y los Rosquíllez, trabajando en una ciudad mediana, de las que se están yendo poco a poco a la porra. Pongamos León, la mía. Los Chúrrez viven en su casa y les quedan doce años de hipoteca, pues ya han pagado ocho, y los Rosquíllez viven de alquiler. Supongamos que pagan exactamente lo mismo.
Bien. Ya tenemos el modelo y por hoy vamos a dejar a un lado quién se va a enriquecer más a la larga.
Hoy vamos a ver lo que pasa si una industria local, o un conjunto de industrias de las que depende un gran número de puestos de trabajo, se va a tomar por el saco. Una fábrica de coches, por ejemplo, o una fábrica de medicamentos como la que había aquí.
Las cosas van mal y despiden a Chúrrez y a Rosquíllez. Chúrrez sólo estará dispuesto a aceptar un trabajo en la zona, o a una hora como mucho, porque vender su piso le puede llevar años y mudarse a otro lado mientras sigue pagando la hipoteca es misión imposible. Chúrrez se irá al paro el tiempo que haga falta y cada vez estará más dispuesto a aceptar un trabajo de lo que sea, aunque él fuese analista de laboratorio.
Rosquíllez también es analista de laboratorio y también está en la calle, pero ha oído que en Puertollano, provincia de Ciudad Real, se necesitan técnicos de laboratorio para las refinerías petroleras. Tiene veinte años de experiencia y enseguida le proponen una entrevista. A los cuarenta días, Rosquíllez está trabajando otra vez, y en un empleo acorde a sus conocimientos.
El caso es más o menos real, y la empreesa que cerró fue Antibióticos SA.
Conclusiones del ejemplo:
-1- Que comprar puede ser más rentable a largo plazo, pero resta movilidad a corto y medio plazo.
-2- Cualquier organismo vivo al que se le resta movilidad, sale perdiendo. Y tal y como están las cosas, con las empresas mudándose rápidamente de un lado a otro, anclarse a un trozo de mapa tiene un coste tremendo, para la persona en particular y para la sociedad en general. Porque no sólo Chúrrez está frustrado y deprimido al no encontrar nada de lo suyo: la economía en su conjunto se resiente cuando los buenos profesionales, con experiencia, tiene que ser sustituidos por otros menos cualificados.
Por tanto, ojo: la hipoteca no es sólo una losa. También es un ancla.
O una estaca para atar el caballo en el prado. Y quien dude qué es prefrible, que le pregunte al cabalo si es mejor poder comer sólo dónde te llega la cuerda o en todo el prado.
De esas cosas los caballos entienden. Hasta los del ajedrez.
Lo que ata a una ciudad no es sólo la hipoteca, sino también la familia, los amigos y la costumbre de vivir en un lugar conocido. Los Chúrrez no tendrían por qué vender su piso. También pueden alquilarlo y con ese dinero pagar otra hipoteca o vivir de alquiler.
Muy buena respuesta. Estoy contigo en que la hipoteca no es lo único que ata y tampoco creo que sea ningún ancla. La movilidad geográfica es para quien puede permitírsela. Ya hablé hace meses en este mismo foro de un conocido mío que cada año vive en un lugar del planeta.
Desde pequeño ha ido dando tumbos por diferentes motivos, incluida la separación de sus padres, y ha tenido que estudiar cada año en una ciudad así que es normal que ahora no pare. Menos mal que ha encontrado a una chica que es igual que él porque eso tampoco hay cuerpo que lo resista.
Lo que Ladríllez comenta aquí es fruto del modelo americano de producción y servicios. Al trabajador se le utiliza sólo durante el tiempo necesario, y luego que se busque la vida.
Hasta hace poco, eso no era así. Te vinculabas a una empresa, y era de por vida, así que no había problema en comprar y quedarte donde estés.
Un poco me recuerda a la fábula de “¿Quién se ha llevado mi queso?” Por suerte o por desgracia las cosas están cambiando, y los que se van a tener que adaptar al cambio son los currelas.
Tampoco yo quiero entrar en una empresa con 25 años y salir a los 65 como se hacía antes, fidelidad absoluta
hacia la empresa. Las cosas han cambiado por ambas partes afortunadamente.
La movilidad laboral es algo con lo que todo aquél que busque su primer empleo, o todavía no tenga “ataduras” serias a un lugar, debe contar a la hora de buscar trabajo. Pero es algo muy complicado para las anteriores generaciones que ya están metidas en la dinámica del sistema. Aunque la verdad es que no nos va a quedar otra que reciclarnos en este sentido.
Yo, personalmente, como autónomo, no me considero atado a un puesto de trabajo, porque mi oficio sólo requiere un ordenador y una mesa. Lo demás es buscar clientes (y encontrarlos), pero el trabajo se puede hacer a distancia.
Lo que me ata (y bendido sea) es mi pareja, pero no la casa (que es suya, por cierto).
Sin duda el modelo americano que comentas, Peterlove, es beneficioso en algunos aspectos, sobre todo para las empresas. Pero también es cierto que se acaba produciendo (con otros modelos también, claro) una deshumanización del trabajo que acaba por desquiciarlo a uno.
Esx que el modelo americano da por hecho que el trabajo es el centro y la cumbre de tu vida.
Y eso no nos lo venden a lso españoles ni a tiros….
Es curioso, Peterlove, que esa filosofía no la apliquen sólo a la empresa. También lo hacen en la familia: una vez que el hijo ha crecido y se ha formado, que se busque la vida, y allá puede ocurrirle que triunfe o que acabe en el arroyo.
Allí, con juntarse para trinchar el pavo en Acción de Gracias les vale.
Esa filosofía, como bien decís, beneficia a la empresa. Por eso nos la venden como señal de modernidad con las becas Seneca o Erasmus. Pero la cultura mediterránea nos arraiga mucho a la familia y aquí no será fácil de implantar.
Es verdad, aquí tenemos un concepto de la familia muy amplio. Mientras nosotros contamos con los tíos, primos o sobrinos, los sajones cuentan con sus padres y hermanos y para de contar. Necesitamos estar juntos. No importa marcharse del lugar, pues siempre hemos sido un pueblo viajero, importa que el núcleo familiar permanezca unido.
Es un tema muy curioso e interesante. A mí me ha llamado siempre la atención la “colonización” de barrios y pueblos que se produzco en España con la migración rural. Si os fijáis, todos los emigrantes de una zona rural iban a parar a la misma zona de la ciudad. Me remito a los casos que conozco en Valencia. Los inmigrantes de Albalat dels Sorells son de un pueblo de Ciudad Real llamado Almedina, los de Torrent son de Cazorla, los de Burjassot de Tuéjar y Chelva… Después llega el verano, y la gente se da cuenta de que tiene los mismos vecinos en la ciudad que en el pueblo.
Cierto, están los amigos, la familia y una serie de cosas que permanecerán inamovibles, pero irse a unos pocos cientos de quilómetros tampoco es un drama. Hoy en día, existen infinidad de medios de transporte y comunicación, que permiten acortar distancias y reducir los tiempos de trayecto de una forma asombrosa.
Qué me vas a contar a mi… Hace unos cuantos años me tuve que marchar de mi pueblo (cerca de Bilbao) porque quería vivir con mi pareja, y allí era imposible encontrar un trabajo decente. Vine a vivir a Madrid, empezamos los dos a trabajar y pudimos comprarnos una casa (cuando los precios no estaban inflados). Me alejé de mi familia, entorno y amigos, pero no los he perdido y mantengo la amistad. Además, marcharme lejos me ha enseñado a abrir la mente y a ser más tolerante.
Creo que lo se plantea en el artículo no es tanto el hecho de hipotecarse, sino un modelo de vida que está quedando anticuado. Las empresas cada vez más demandan mayor flexibilidad y movilidad geográfica a sus empleados/as. En consecuencia, la disponibilidad para viajar es un factor determinante a la hora de ser contratado/a.
Yo también lo veo así. La cosa no es que todos queramos tener una casa en propiedad y un entorno estable; la cuestión es que nos tenemos que dar cuenta de una vez de que ésa no es la única opción. Y, además, es posible que si cambiamos de mentalidad, descubramos nuevas motivaciones y formas de vida igualmente válidas y probablemente más gratificantes.
Es una de las cosas que hemos hablado en otras ocasiones. En sistemas de otros países, por ejemplo en Reino Unido, no es (o era) nada complicado estar hoy en una empresa y mañana en otra.
Los trabajadores ven (o veían) su evolución laboral como una carrera en la que mejorar a cada paso, y eso implica no estancarse en un puesto o en una empresa, pero también significa estar en continuo reciclaje y formación para mejorar. Y eso aquí no se hace.
Las empresas piden flexibilidad y exigen fidelidad.
O sea, la ley del Embudo.
Lo que les faltaba a los pobres Chúrrez: no sólo tene run inquilino, con lo que eso apareja, sino depender de que pague para poder vivir….
prefiero la ruleta rusa: es un juego más tranquilo
🙂
Hoy en día la gente está cada vez más dispuesta a aceptar un trabajo en lo que sea, independientemente de si tiene que pagar hipoteca o no. No sólo es que haya crisis, es que nos han metido tanto miedo con lo que se avecina que existe mucho miedo a anclarse en el paro por lo que pueda pasar dentro de unos meses.
Cuando yo estaba buscando trabajo y ya había asumido que tenía que dejar mi profesión, reconozco que estaba dispuesta a hacer casi cualquier cosa. Digo casi porque rechacé algunos trabajos que ya me parecieron el colmo y todavía me quedaban unos meses de paro.
Creí en mí misma y aprendí de los errores pasados: no se puede aceptar lo primero que aparece porque generalmente es un fiasco (sobre todo en crisis) y si se acepta que sea para seguir buscando trabajo y cambiarse a otro mejor lo antes posible.
Es que esa es la idea, Desde el Paro: puedes trabajar en otras cosas y, al mismo tiempo, seguir buscando algo mejor. Quizás los jóvenes que viven con sus padres y no tienen prisa en independizarse puedan permitirse el lujo de rechazar trabajos, esperando encontrar el empleo perfecto; pero aquéllos que tienen que mantenerse a sí mismos (y, a veces, colaborar para mantener una familia) y pagar hipotecas o alquiler, no pueden plantearse algo así.
Consideremos que una cosa es trabajar de cualquier cosa y otra aceptar cualquier cosa. Lo que dicen los políticos es que una de las opciones que sacará a la gente del paro es reciclarse. Dejar la construcción y ponerse de jardinero (por ejemplo) es igual de digno.
Lo que no es digno y es rechazable es que te contraten para pagarte en B, sin SS, sin derechos y encima a destajo. Pero habrá quien tenga que aceptarlo.
Claro que no, eso nunca es aceptable. Yo rechacé algunos trabajos por considerarlos tomaduras de pelo pero básicamente me agarré a lo primero que me salió que era digno. Ahora estoy contenta, he cambiado la Comunicación Audiovisual por ser secretaria en una empresa donde la gente es educada, respetuosa, está formada y se me respeta en todo: como persona, en los pagos, el horario… No puedo decir lo mismo de otros sitios donde he estado antes.
Rosquíllez se irá a Puertollano y estará tan contento trabajando en lo suyo, pero cuando se plantee tener un hijo tendrá que renunciar a su idea, porque en Puertollano no tendrá a sus padres y suegros para echarle una mano a la hora de conciliar vida laboral y familiar.
De eso ya hemos hablado antes. Al final, el sueldo que da tu trabajo no sirve para pagarte la vida, con lo que se produce una subvención directa de las familias a las empresas.
Es tal cual.
Eso es muy interesante, y no sólo eso. Yo soy autónomo y en ocasiones tengo que desplazarme a cubrir servicios aquí o allá. Los gastos de desplazamiento los pago yo, aunque luego, con la factura, el cliente me los paga. Pero entre una cosa y otra pasa de un mes a 45 días.
Y si hay impago, el que se come la VISA soy yo. Menos mal que mis clientes no me dejan tirado, por ahora.
De eso va ser autónomo.
De joderse, fundamentalmente…
😉
Es sorprendente cómo no podemos sobrevivir sin los padres y/o los suegros. Actualmente las parejas tienen sólo un niño, y como mucho, dos, lo que no es demasiado. Y en los lugares pequeños alejados de las grandes ciudades no suele haber problemas de plazas para guarderías y colegios, y además, hay mucha oferta de clases extraescolares, quizás para compensar otras carencias.
Por lo tanto, lo de los abuelos no deja de ser innecesario, a menos, claro, que lo que queramos sea que ellos nos hagan de canguro permanente.
Hay que sopesar qué es lo que más te importa. Habrá gente que piense que trabajar en lo que a uno le gusta o ganar un buen sueldo es lo mejor que le puede pasar en la vida. En cambio otros pueden pensar que ver envejecer a sus padres o el contacto casi diario con sus amigos vale más que cualquier buen trabajo. Las dos fórmulas de vida son igualmente válidas.
Mientras den para vivir de uno mismo y no de los demás, sí.
Está claro que siempre es buena la posibilidad de moverte por el territorio nacional sin que nada te ate, pero hay una cosa que te ata más que la hipoteca y son los hijos. Cuando un hijo tiene dos años puedes liarte la manta a la cabeza e irte a otra provincia, pero cuando tienes un hijo adolescente, a ver quién es el que le saca del instituto y la novieta para irse a otra ciudad.
Mi cuñado es Guardia Civil y siempre andaba de un lado para otro porque le iban destinando a diferentes ciudades. Cuando su hija tenía unos ocho o nueve años decidió rechazar un ascenso a cambio de no trasladarse más, era consciente de que no podía seguir arrastrando a su familia con el coste general que eso conlleva.
Al final, es una mera cuestión de prioridades y de la necesidad de cada uno. Normalmente, depende de la facilidad que se tenga para llegar a fin de mes. Aquél que pueda cobrar el paro y recibir la ayuda de sus padres (u otros parientes/amigos) para vivir, difícilmente se trasladará a otra región en busca de empleo. La comodidad pesa y nuestra pereza ayuda.
No obstante, hay que ser conscientes de lo que representa quedarnos estancados en una área geográfica determinada, porque el paro se acaba tarde o temprano y las empresas que se van no suelen volver.
Totalmente cierto. Peor no hablaba de hacerlo por gusto, ni por ascenso. Hablaba siempre de necesidad.
No sólo tienes razón, Ladríllez, sino que por otra parte, tampoco me parece tan terrible lo de la movilidad. Tengo dos amigos que, cada uno con su familia, han crecido con continuos traslados por motivos familiares. En concreto, mi amiga llegó incluso a vivir dos años en Guatemala, lo que fue una auténtica experiencia para ella. Ahora mismo, cualquiera de ellos te dirá que, aunque en su momento vivían los traslados como algo que no les gustaba, ahora están convencidos de que fueron unos afortunados.
Yo soy el pequeño de varios hermanos y mi padre era profesor de enseñanza media. Durante equis años estuvo placeando, un año en este pueblo, otro en esta ciudad (porque no tenía plaza fija, claro). Cuando mi hermana la mayor tuvo 14 años llevábamos tres seguidos en la misma ciudad y surgió la posibilidad de otro cambio. Mi hermana se plantó y dijo que no, que ella no se quería mover. Mis padres, claro, acabaron cediendo.
Pero habrá personas a las que no les sea posible rechazar esa posibilidad.
Qué envidia me hubiera dado hace años saber que lo que hizo tu hermana funcionó, Fiucimino. Con mi padre militar no había otra que trasladarse cada equis años, te hubieras echado novio o tuvieras mil nuevos amigos de los que no te querías desprender. Yo creo que por eso hoy en día valoro tanto la estabilidad y, claro está, la compra frente al alquiler.
Comparto tu visión parcialmente. Tengo hipoteca pero no aceptaría un trabajo fuera por más motivos aparte del piso. Mis padres son mayores y no quiero separarme de ellos, son casi la única familia que tengo y no me iría lejos por nada del mundo.
Trasladarse para trabajar tiene costes emocionales y de desarraigo: sales ganando laboralmente pero pierdes muchas otras cosas. Hace poco me encontré a una conocida que me contó que su hija había roto por el novio porque a éste le habían trasladado tres años a Pamplona y no había manera de estar juntos.
Yo estoy con el punto de vista de Ladríllez y con el tuyo, Santa Paciencia. Con los años veo más complicado trasladarme, y eso que vivo de alquiler. Me influyen mis padres, ya mayores, pero también la pereza del traslado. Si no tengo más remedio lo haré, por pura necesidad, pero con los años un factor determinante para pensarte muy mucho cambiarte de ciudad es que quieres estabilidad, tranquilidad. Tendría que estar muy seguro para dar ese paso, ya fuera por mi pareja o ya fuera por trabajo.
Lo que causa desempleo es, aunque no venga a cuento, la cantidad de robots con los que tenemos que hablar cuando llamamos para hacer alguna gestión en el banco, con nuestros seguros o relacionada con nuestro móvil. Que los sustituyan por desempleados. A ellos les harían un favor y al consumidor también.
Pues no sería mala la opción. Además, con todo el dinero que nos sangran por los establecimientos de llamada y otras memeces que se inventan se podrían pagar los salarios, que de buen seguro son bastante miserables, pero ayudarían a más de uno a pasar el mes.
Por otro lado, ganaríamos todos en nivel de vida, ya que gozaríamos de un mejor humor y no sufriríamos tantos dolores de cabeza.
Eterna Dificultad, ya lo hacen. ¿Has llamado alguna vez a atención al cliente de cualquier telefónica? ¿No te has fijado en siempre te hablan con acento sudamericano o marroquí? Cada vez son más las empresas que deslocalizan los call center llevándolos a otros países, con lo cual los sueldos son más bajos.
Que conste que no me parece mal, porque allí también tienen derecho a acoger empresas, pero me gustaría saber cuánto es el coste de ese servicio frente al precio que nos cobran.
Es cierto. A mí ese tipo de llamadas me desesperan; además, ante cualquier problema no saben cómo continuar la conversación y una vez pedí que me pasasen con su superior y me colgaron el teléfono. Me quedé con una sensación de desprotección como usuaria tremenda.
¡Bienvenida al fantástico mundo de los convalecientes por llamadas a los CAC (Centro de Atención al Cliente)!
Desgraciadamente, estamos delante de una de las mayores vergüenzas a las que debe enfrentarse un cliente de telefonía móvil, es decir un 80% de la población, aproximadamente. No hay ninguna empresa que trate a los consumidores como es debido. Una vez ya has firmado el contrato de permanencia, el resto les resbala. Y lo peor de todo es la impotencia y frustración que genera, pues no existe alternativa.
Me lo has quitado de la boca. Con la reducción de costes de la comunicación, sale muchísimo más rentable tener una oficina de atención telefónica en América que en España. Y sí, yo también estoy harto de las dichosas llamadas a la hora de la siesta. Todas las tardes me llamaba Laura, una mexicana de Jazztel, para convencerme de que me cambiara de compañía. A la enésima vez me inventé que trabajaba para Telefónica y que no pagaba nada y se rindió. Un acoso en toda regla.
Vender tu piso te puede costar años si quieres sacar una buena tajada por él, pero si lo pones con un precio más bajo es probable que encuentres un comprador antes de lo que imaginas. Si la situación lo requiere porque estás en el paro y necesitas desplazarte a otro lugar para trabajar, perder unos cuantos euros se vuelve necesario para poder continuar con tu vida.
Cada piso tiene su comprador y si no se vende, pues a ponerlo en alquiler. También es muy arriesgado venderlo porque si luego quieres o necesitas volver a tu ciudad ya no tienes nada a lo que aferrarte. Cuando una persona tiene movilidad para trabajar también debe exigir a la empresa incentivos y ayudas porque si no terminarán manejando a los trabajadores como a marionetas a su antojo.
Lo malo no es quela empresa te traslade. Lo malo es que te traslades tú porque ya no haya empresa…
En tu comentario, Ladríllez, se encierran muchas de las eternas preguntas con las que nunca nos ponemos de acuerdo. ¿Comprar o alquilar? ¿Permanencia o movilidad? Y no nos ponemos de acuerdo, ni nos pondremos de acuerdo nunca, porque no existe una única forma de hacer bien las cosas, sino que cada uno tiene la suya propia, que es la que rige su vida y su forma de actuar.
En las respuestas se encierran ta,mbién muchos d elso problemas que padecemos: que somos ricos todos, o rentisas, al menos mentalmente.
Y hablando de alquilar, no olvidemos que tiene unas ventajas adicionales (en este caso, monetarias), además de la movilidad. Cuando vives de alquiler no pagas comunidad (o va dentro de la renta), ni seguros de vivienda, ni impuestos…
Si el piso estaba amueblado, es el casero el que tiene que reponer los muebles o los electrodomésticos. Y lo mismo pasa con las reparaciones y los arreglos. Yo acabo de pagar una pasta por el seguro de mi casa, y cuando hablo con mis amigos que están de alquiler, a veces su libertad me da una envidia que no veas.
A mí también a veces me dan envidia los amigos de alquiler, Bond. Sobre todo esta semana, que acabo de pagar una derrama de la comunidad que me ha dejado temblando. Es cierto que si lo pienso tranquilo sé que tengo una seguridad que esos amigos no tienen, pero es que encima algunos se te ríen en la cara diciéndote que la seguridad es para los viejos. Y lo peor es que a veces también les tengo que dar la razón.
Hay que ver Ladrillez como tira la cabra para el monte. Me he sonreido con el artículo pero el argumento que das en esta ocasión para defender el alquiler frente a la compra se cae por su propio peso. Yo he tenido vivienda en propiedad en Madrid y la vendí para volverme a mi tierra y habrá gente que viva toda su vida en alquiler y no se moverá jamas. La movilidad no depende de lo que tengas sino de la forma de pensar y actuar de cada uno.
Por cierto, habeis oido la noticia de que el gobierno va a dar una ayuda tb. de 400 euros a los pensionistas que están en alquiler? No entro a valorar la medida pero no entiendo porque la ofrecen ahora que tenemos deficit y en años de bonanza no les dieron nada. Para los jubilados la situación es igual de dificil ahora que hace 5 años. NO LLEGA para pagar un alquiler…y esta es mi principal razón para defender la compra sobre el alquiler, por supuesto, siempre utilizando la cabeza y dentro de las posiblidades de cada uno.
Por un lado, los pensionistas que viven de alquiler seguramente están así porque en su momento tampoco tenían para comprar, sin embargo, coincido contigo, su situación era tan precaria antes como lo es ahora.
Por otro lado, pagar un alquiler durante 40 años te permite ahorrar más que pagar una hipoteca durante el mismo periodo, por ejemplo. Con el dinero sobrante (ahorros) puedes invertir en productos financieros más rentables que un inmueble y con menos complicaciones burocráticas.
En mi opinión, alquilar es como pagar por cualquier otro producto o servicio, me permite vivir allí donde no podría comprar.
Despues de visto lo visto, que miedo me dan los fondos de inversiones, y más, a largo plazo…
Pero si no llega para un alquiler tampoco para pagar una hipoteca, ¿no? Sí estoy de acuerdo contigo en que la movilidad depende del estilo de vida de cada uno y de las aspiraciones y vivencias que se quieran tener. Sin embargo coincido con Ladríllez en su concepción del alquiler frente a la compra.
lo que quiero decir es que no te llega para pagar nada cuando estas jubilado, ni alquiler ni hipoteca, pero se supone que con la hipoteca habrás terminado para entonces, el alquiler es para siempre…
Muy bueno el ejemplo. Coincido también en que la falta de movilidad nos perjudica más de lo que creemos. Y está más que claro que las empresas se van a seguir deslocalizando (menudo eufemismo) en busca de mejores condiciones económicas. Es así, nos guste o no.
Me parece una reflexión interesante, Ladríllez. Yo estoy en un caso similar: acabo de tener una niña y gracias a que vivimos de alquiler, la lejanía desde mi residencia al trabajo y la falta de guarderías en mi zona no están suponiendo un obstáculo porque simplemente nos hemos planteado buscar otra casa más céntrica. No quiero ni pensar qué hubiese pasado si la casa fuese nuestra.
Pues en su momento, no hace mucho, a mí me ocurrió lo mismo, Itziar. Como la vivienda era nuestra y no hubo manera de vender la alquilamos y ahora vivimos también de alquiler, pero en la ciudad. Es que era tremendamente lioso lo de la guardería, todo el día de acá para allá, pero de todas maneras no descartamos volver cuando la chiqui sea un poco mayorcita.
Creo que el alquiler es una forma de vida que se adapta muy bien a daterminadas necesidades. Por ejemplo, a mí me encanta viajar y he vivido en diferentes países gracias a este estilo de vida, pues no he tenido que seguir pagando una casa en la que no residía mientras he estado fuera.
Pues si la casa hubiese sido tuya otra opción habría sido el alquilarla y sacar un dinero extra para pagar la hipoteca y quizás cubrir algún gasto más. La propiedad privada da mucho juego a la hora de hacer operaciones y es una ventaja frente al alquiler. Mi familia tiene una casa en la costa y la alquila los meses de invierno, lo cual ha ayudado siempre a la economía familiar.
Tengo un amigo que se marchó de forma indefinida a vivir a Suramérica hace tres años. Tenía en propiedad un piso desde hacía algunos años y decidió alquilarlo para sufragar los gastos del viaje. Ahora ha vuelto y sigue teniendo el piso. De momento no está viviendo en él, puesto que el contrato con el arrendatario sigue en vigor, pero siempre le quedará la posibilidad de vender o irse a vivir allí en un futuro. Es lo bueno de una propiedad.
Me da “envidia” eso que dices, David, y también me da ideas. Aunque yo no aspiro a tener mucho dinero, algo que se me ocurre es lo que hicieron unos amigos míos: Compraron una casa muy barata en un pueblo gallego, la reformaron con cuatro millones de las antiguas pesetas y después la alquilaron como casa particular de turismo rural. Si es que tenemos los sueños a nuestro alcance y nos empeñamos en hipotecarnos como tontos.
La solucion para la Familia “Churez” es alquilar la vivienda hipoteca siempre y cuando dicha hipoteca no sea una hipoteca “basura” es decir 100% mas gastos!!! si estamos al 80% del precio del valor de esta vivienda el pago del alquiler puede sufragar el 80 o 90 % y ahora mismo con los tipos de interes actual y con una revisión normal el 100% de la vivienda!
Nota: Eso si hasta que la Familia “Churez” no se venda la vivienda alquilada sera muy complicado hacerder a otra vivienda de propiedad dado la voluntad actual de los bancos y cajas en dejar creditos!, pero para esto estan los alquileres.
Un Saludo