A veces creo que no, que estamos a oscuras, o que nosotros mismos nos nublamos el pensamiento a fuerza de estar atentos a las noticias, los gráficos y la evolución del Euríbor. Hay gente, incluso, que cree que la constante información desorienta, y ese puede ser nuestro caso. Por eso en este blog tratamos de hablar de todo un poco aunque nuestro tema principal sea el hipotecario.
Sobre este asunto, se realizó hace unos años un curioso experimento: se mostraba a dos grupos de personas una imagen desdibujada de una boca de incendios, siempre lo bastante borrosa como para que no fuese reconocible. En el primer grupo, iban aumentando poco a poco la resolución de la imagen en diez pasos. En el segundo, lo hacían más deprisa, en cinco pasos, de tal modo que sólo se les mostraban las imágenes pares de las que veía el primer grupo.
Cuando se llega al punto en que ambos grupos han visto la misma imagen, por ejemplo cuando el primero va por la sexta imagen y el segundo por la tercera, resulta que es mucho más probable que los miembros del segundo grupo, que han visto menos fotos, identifiquen lo que están viendo. Pero no un poco más probable, sino mucho más probable.
De esto parece deducirse que cuanta más información tenemos, menos conocemos las cosas, porque las hipótesis que vamos formulando por el camino nos restan capacidad de análisis de la siguiente información. El problema es que tratamos nuestras ideas preconcebidas, o nuestras hipótesis y conclusiones preeliminares como si fueran bienes, y nos cuesta deshacernos de ellas, por lo que se van convirtiendo poco a poco en un lastre.
Quizás esto sea también el origen de la gran crisis hipotecaria que padecemos y del batacazo bancario que al precedió: demasiada gente estaba aferrada a sus ideas preconcebidas sobre que “los pisos no bajan nuncca”, y se informaba demasiado a menudo sobre las alzas constantes en los precios como para darse cuenta de lo que tenía que llegar irremediablemente.
En estos momentos, quizás vayamos por el mismo camino. O sea que ojo. Información, toda, pero sin perder la perspectiva y manteniendo una mínima higiene mental. De lo contrario acabnaremos creyendo que el coste de una hipoteca es sólo lo que nos cobra el banco. Y hay otros. Muchos otros.
Yo soy de la idea de que es necesario mucha información, pero contrastada y con reflexión posterior. ¿No os ha pasado nunca que habéis visto dos telediarios, o dos periódicos y una misma noticia parece otra distinta según donde la estéis viendo?
Estoy contigo, Mari Chelo, en que cuanta más información contrastes más defines tus puntos de vista. Ese ejemplo que pones lo veo muy adecuado. El problema es cuando hay sobreinformación, una característica que nos aporta Internet, por ejemplo. Con la red no sólo tenemos informaciones de medios de comunicación, digamos, “oficiales”, sino que también accedemos a la misma información procedente de blogs, de canales informales, etc. Es por ello que debemos de fijarnos en que las fuentes sean fiables. Es decir, cuando tenemos demasiada información hay que seleccionar. ¿Cómo? Cerciorándonos de que las fuentes sean fiables.
Ni la tan manida Wikipedia, que muchos usan como si lo que se dijera allí fuera “La Biblia” es fiable. Estoy de acuerdo en que contra más información nos llegue y de una mayor diversidad de fuentes mejor, aunque al final la experiencia te hace, por lo general, darte cuenta de para donde tira para medio. El análisis crítico propio tras el consumo de la información es necesario por completo. También de acuerdo en eso.
Uf, Carmelo, eso de que la verdad está en el medio me parece mortalmente peligroso….
Ése es el problema de Internet, que ofrece una gran cantidad de información pero no siempre demasiado fiable. Sin embargo, es curioso, tendemos a dar por buena cualquier información que vemos por escrito o en el telediario, dando por hecho siempre que está contrastada, cuando no siempre es así.
Soy periodista y, en la carrera, lo primero que se nos enseñaba es a contrastar la información con varias fuentes. Hoy en día, la inmediatez de Internet y el intrusismo profesional ha hecho que no se le dé importancia a esta máxima, que debería estar escrita a fuego en la mente de cualquier comunicador.
El intrusismo profesional es el que a veces contrasta algo, porque los periodistas, en plantilla, no pueden hablar contra sus patronos ni contra sus anunciantes.
¿Es así o no?
🙂
En parte estoy contigo, Rural, pero me gustaría matizar: Es cierto que eso ocurre en algunos medios de comunicación, pero no en todos. Soy periodista y me he sentido con una gran libertad al menos en dos periódicos. Depende mucho del respeto que se le tenga al profesional y del concepto que tengan los responsables del concepto de empresa informativa, que no empresa a secas.
Yo también soy periodista y entiendo a las dos partes. Hay editores que te dejan una cierta libertad para elegir y elaborar ciertos temas que puedan resultar molestos a ciertos intereses. Sin embargo, si no te callan por medio de un anunciante o una presión política, aprendes con el tiempo que a veces te vale la pena callarte. Si todos los periodistas contásemos lo que sabemos… Tendrían que doblar turnos en los juzgados.
¿Y qué significa eso de contratada? He ahí la pregunta
La fiabilidad de las fuentes también contiene un sesfgo: cada cual se fía del que opina lo que él ya pensaba. ¿O no?
un grave error es abordar los temas con prejuicios , asi no adquirimos conocimiento sino que tratamos de imponer las ideas que tenemos preconcebidas y permanecemos en un tipo de estancamiento delconocimiento. Es adecuado el valorar diferentes posturas que se adoptan respecto a una misma tematica , solo asi podremos tener un mejor panorama del escenario que se nos presenta.
Pero eso me temo que es intencionado.
🙂
En realidad siempre nos movemos con ideas preconcebidas. Las aplicamos a todos los aspectos de nuestra vida, y a veces sin darnos cuenta. Las rubias son tontas, los jefes unos tiranos… normal que pensáramos que los pisos nunca podrían bajar. Ya se encarga la realidad, posteriormente, de poner las cosas en su sitio. Y al final, tu mejor amiga es rubia, tu jefe es competente y tu vecino del quinto, el que vende el piso, ya lo ha bajado de precio dos veces en este año.
Pues sí. Las ideas preconcebidas se basan en prejuicios, falta de análisis por nuestra parte o manías personales, pero todos con la experiencia nos damos cuenta de los matices, de lo relativo que es todo. Y mucha parte de culpa de que la sociedad sea así de “simple” la tienen los que mandan, que parece que no quieren que pensemos demasiado.
Y tanto, Carmelo, a mí también me parece a veces que “los que mandan” no quieren que pensemos demasiado. Eso me recuerda a una novela de George Orwell, “1984”, en la que en resumidas cuentas alguien supuestamente superior nos controla y poco menos que nos lava el cerebro. Sin tanta ciencia ficción, a veces parece que las instituciones superiores nos intentan controlar el pensamiento, al menos a través de los medios de comunicación. Lo único que nos queda, Carmelo, como bien dices, es desarrollar una capacidad crítica y analítica de las informaciones que nos vienen como si fueran “la verdad”.
Pero os recuerdo que cada vez está peor visto dudar… o sea que…
esto me recuerda a la decada de los setenta , ochentas y noventas en america latina , donde muchos paises cayeron en una hiperinflacion y con la politica monetaria se logro controlar , y ahora cuando la inflacion aumenta 5 % nos asustamos y pensamos que es muy elevada.
Exacto, Bufago. Eso mismo.
Sí, Fernando, y lo gracioso es que despu´ñes d ever todo eso seguimos sin cambiar nuestras ideas: las rubias siguen siendo totontas, los jefes unos cabrones, etco etc…
🙂
Yo creo que los niños en el colegio deberían tener una asignatura que les enseñara todo aquello que las otras no pueden enseñarles, como inteligencia emocional, o algo tan sencillo, pero a la vez tan complicado, como discernir información. Quedarte con lo que interesa y prescindir de lo restante. Es algo muy útil, tanto en la vida como en los estudios. Y un 80% de la población calculo que no sabe hacerlo.
Incluso la asignatura de Educación para la Ciudadanía, que podría valer para lo que comentas y enseñar unos valores cívicos y emocionales sólo sirve para adoctrinar a los niños en una determinada ideología. Bueno, y ya ni hablamos de los países donde la religión tiene un papel predominante, a los niños se les enseña la historia del Mesías que toque (Jesús, Mahora, Buda…) y de Dios como si fuera una verdad incuestionable.
Creo que todo lo que se estudia tanto en Educación para la Ciudadanía como en Religión se puede aprender en casa. Un niño no aprende valores, tanto sociales como religiosos en los libros, sino viendo a sus padres cómo actúan.
Educar en valores se llama ADOCTRINAR.
Aunque les enseñaran a mi parecer eso tiene que ver mas con la formacion de nuestra ideologia , es decir pensamos que el conocimiento que tenemos del tema es el mejor y lo demas puede estar bien pero no tanto como el que poseemos.
Ay, Toda Vela, estoy muy de acuerdo contigo pero me parece una utopía que la escuela nos enseñe todo lo necesario para la vida. No sólo nuestros niños tendrían que aprender a discernir la información, también sería urgente una asignatura de economía doméstica y tantas cosas que son inimaginables…. Quizá algún día, pero no lo verán nuestros ojos.
No sé… Me suena a new age… ¿y pro qué no les enseñamios matemáticas y lengua, para empezar?
🙂
Lo he dicho varias veces, la unica manera de aprender es con la practica. La informacion que recibimos es muy variada, a veces mediocre, otras interesada en un sentido o en otro, incluso la de fiar tiene distintas lecturas. Lo malo de la práctica es que cuando lo aprendes a veces, ya no tiene remedio
“Más sabe el diablo por viejo que por diablo” dicen. Y es verdad. Cuando somos jóvenes nos creemos a piés juntillas todo lo que nos dicen, vemos por la tele, etc. Luego, con el tiempo, cada cual empieza a descubrir la realidad por sí mismo. Hipotecas, vivienda, economía, política… leer, oír, escuchar y, por último, hacer un gazpacho y sacar una conclusión. Ése es el camino.
En realidad, creo que sabe más por diablo…
😀
el que se enfrenta constantemente a la informacion podra percatarse cual se acerca mas a la realidad , si estamos en una vida donde ni siquiera agarramos el periodico para darle una ojeada , jamas podremos emitir juicios acertados que no tengan que ver con la experiencia.
Y l a pr´ñactyica consiste en arriesgarse y cagarla, pero a veces no nos lo podemospermitir…
una idea que era popular entre las personas era justamente el ver una vivienda como una inversion , era a prueba de
tontos no podia bajar su precio sino que se incrementaria conforme pasaran los años ,ahora vemos que no es asi .