Nos las prometíamos tan felices con la bajada de la vivienda y ahora resulta que todo se está quedando en nada, se está quedando en agua de borrajas, ya nada es lo que parecía, y el descenso que nos habían prometido se está quedando en una ligera bajada que no va a ningún lado.
Ayer conocimos los datos del descenso de precio de vivienda usada durante el mes de febrero de este año y los datos son para preocuparse, porque lejos de incrementarse el descenso, éste se ha estabilizado y tiene el claro riesgo de comenzar a incrementarse a partir del mes de marzo (de hecho, ya hay dos comunidades con precios al alza, Extremadura con un incremento del 1.1% y Cantabria con un 0.2%).
¿Qué quiere decir esto? Pues muy sencillo, que el ajuste que se tenía que realizar no era tal, y las cifras que se barajaban no se han alcanzado ni de cerca, más bien al contrario, se han quedado muy, pero que muy lejos, y todo apunta a que ya no seguirá bajando.
¿Es esto un síntoma de recuperación del sector? No hay duda, se trata de un síntoma evidente. El hecho de que los vendedores ya no tengan que bajar los precios para vender sus viviendas quiere decir que hay compradores dispuestos a pagar las cantidades que se les exigen, y entidades financieras dispuestas a conceder los créditos necesarios.
Pero nos encontramos con una recuperación ficticia, en el sentido de que todavía estamos hablando de un sector enfermo, muy enferme, el cuál volverá a sufrir graves consecuencias en cuanto se coja un resfriado, por lo que habrá que seguir la evolución con detenimiento.
La buena noticia para todos es que los que están consiguiendo vender viviendas son los propietarios particulares, esa pobre gente que se estaba viendo ahogada por las hipotecas que no podían pagar y por el dinero inmovilizado que habían acumulado en estas propiedades, y no están ganando las grandes promotoras que siguen teniendo las mismas dificultades para deshacerse de sus viviendas.
Entonces, ¿ahora es el momento de comprar una vivienda? Eso es como todo, depende de la situación de cada uno. Lo que está claro es que las recomendaciones para aguardar hasta final de año para comprar una vivienda, basadas en la previsión de descenso del precio de estas, se están cayendo por su propio peso, y ahora es un buen momento para comprar piso, eso si te lo puedes permitir, claro está, o si las entidades financieras quieren concederte ese crédito.