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Alquiler social vs. viviendas vacías

Vacía o a precio de saldo

Vacía o a precio de saldo

Si hay una situación lacerante que hace daño a la vista y que certifica el estado en el que la burbuja inmobiliaria dejó a nuestro país tras su estallido, es la ingente cantidad de edificios repletos de viviendas vacías que pueblan nuestra geografía a lo largo y ancho de todo el país, lo que provoca una situación de indignación si tenemos en cuenta la gran cantidad de familias que no pueden acceder a una vivienda en estos momentos.

Por ello, las asociaciones de consumidores parecen haber encontrado una calle de en medio que podría beneficiar tanto a las familias con dificultades económicas como a las propias entidades financieras, con lo que se generaría una situación de suma positiva, en la que todos ganarían.

Se trataría de ofrecer las viviendas vacías en propiedad de las entidades financieras en el mercado de alquiler, pero con unas rentas por debajo de las de mercado, lo que se llama alquiler social, bajo unos estrictos y rigurosos requisitos de renta que eviten el fraude.

Con ello, las familias con mayores dificultades económicas reales podrían optar a una vivienda digna por un precio asequible y asumible para sus bolsillos, pudiendo destinar el resto del dinero a cubrir otras necesidades primarias que pudieran tener.

Por otro lado, las entidades financieras también saldrían ganando, ya que obtendrían liquidez, convertirían en líquido sus pasivos, algo especialmente importante en un mercado inmobiliario en el que no hay salida para la venta de viviendas y la acumulación de inmuebles se está convirtiendo en una situación puramente insostenible.

Sin embargo, de momento no parece que las entidades financieras en su conjunto estén por la labor, salvo honrosas excepciones, como el de la Caixa, que hace unas semanas lanzó al mercado una propuesta similar, garantizando así el acceso a la vivienda de las familias con mayores dificultades económicas reales.

En definitiva, se trataría de darle un uso a las viviendas vacías para que familias que, de otra forma, tendrían que vivir en casa de familiares o de la beneficiencia, pudieran tener un futuro digno con un alquiler pagado por sus propios ingresos y soñar con posibilidades de recuperación de su situación en cuanto el escenario económico fuera propicio.

Estamos un poco mejor, ¿o no?

Ni mejor ni peor, sino todo lo contrario

Ni mejor ni peor, sino todo lo contrario

En términos absolutos no podemos decir que hayamos mejorados, ya que seguimos en una situación en la que las operaciones de compraventa siguen reduciéndose en tasa interanual, pero si lo comparamos con el escenario que teníamos antes podemos empezar a plantearnos una mejoría, o, al menos, una estabilización.

En este sentido, nos encontramos con que las operaciones de compraventa de vivienda durante el tercer trimestre de este año 2011 se han reducido en un 6,3%, con respecto al mismo período del año anterior, mucho mejor que el 30,4% del primer trimestre y del 40,8% del segundo, aunque todavía nos encontramos en cifras negativas y las 75.462 ventas de viviendas supongan el segundo valor más bajo desde el estallido de la crisis.

Una ligera mejoría, ya con poco nos conformamos, que tiene su fundamento en dos factores fundamentales. Por un lado, al tratarse de un valor comparativo, tiene mucho que ver con la situación en la que estábamos en el tercer trimestre de 2010. Entonces, tras el adelanto de compra que se produjo antes del incremento del IVA del 7% al 8%, las operaciones de compraventa sufrieron un descalabro importante, lo que explica que en términos comparativos la caída ahora sea menor.

Por otro lado, también ha afectado el descenso del IVA que el Gobierno aprobó recientemente para la compraventa de viviendas, pasando éste del 8% al 4%, lo cuál ha servido de incentivo a los compradores de vivienda. De hecho, el porcentaje de reducción en las operaciones de compraventa de vivienda nueva ha sido de apenas un 1%, contra el 8,7% de las operaciones de compraventa de vivienda de segunda mano, que a pesar de ello siguen suponiendo más del 60% del total de operaciones realizadas.

En cuanto al desglose por regiones, nos encontramos con 5 Comunidades Autónomas en las que se ha producido un incremento en la compraventa de viviendas, destacando, por encima de todas, Navarra y Cataluña, con incrementos del 14,4% y del 13,6%, respectivamente.En el otro extremo nos encontramos a Ceuta y Melilla, con decrementos del 36,9%, a Canarias, con el 23,6%, y Galicia, con el 22%.

En definitiva, el mercado inmobiliario español sigue en estado de coma, sin que se empiece a atisbar ningún indicio de recuperación real que pueda hacer plantearnos el inicio del crecimiento económico.

El alquiler con opción a compra como salida de emergencia

Un problema complicado...

Un problema complicado...

A medida que la crisis se profundiza, porque en esto, como en el caso de una enfermedad, todo alargamiento de la situación supone un empeoramiento,  se van buscando soluciones para salvar lo que se pueda, por una y por otra parte.

En el caso de las hipotecas la cosa está complicada, porque el dinero que se prestó para comprar el inmueble era de alguien, y ese alguien puede ir un día al banco a pedirlo, y entonces hay que dárselo. A todos los que se les llena la boca hablando de la crueldad de los bancos que reclaman a toda costa el pago de las hipotecas los querría yo ver si un día fuesen a pos su nómina y les dijesen que fuesen a buscarla a la Calle Ramón y Caja, número 73, quinto derecha, porque la tiene el dueño de ese piso. Entonces sí que veríamos quién es cada cual.

Pero incluso un tema tan peliagudo puede tener alguna solución y aquí estamos, o al menos yo estoy, para aportar ideas constructivas, y de eso va el alquiler con derecho a compra.

Me explico: el hipotecado que no puede pagar tiene un problema morrocotudo, porque se puede quedar sin casa, ver como le embargan sus ingresos futuros y perder una parte de lo que ya ha pagado. El desastre. El banco, por su parte, se queda sin capital, anota las pérdidas, y además se encuentra con que la valoración del resto de inmuebles hipotecados baja con cada embargo, porque un aumento de las ejecuciones hipotecarias es una evidente subida del riesgo. Desastre también

Por contra, si en lugar de embargar un piso cuando el hipotecado no puede pagar su cuota le ofrece que siga viviendo en la casa en régimen de alquiler con derecho a compra, la situación se arregla un poco para todos aunque sea temporalmente. Al hipotecado no se ele echa de casa, ni se le ejecuta el piso. La vivienda no es embargada y no es un aumento de riesgo ni un borrón en el balance, y el banco, además, sigue teniendo algunos ingresos, aunque la cuota de alquiler sea menor, mucho menor, que la cuota hipotecaria.

Luego, más adelante, cuando las cosas mejoren, se hacen cuentas por lo que quedó sin pagar, y en cuanto se liquide todo lo debido se levanta la hipoteca. Se trata, por supuesto, de una solución provisional, pero es que todo es mejor, para ambas partes, que el desahucio y la subasta.

¿Cómo lo veis?

Límite diez días

Ya no hay excusas para las viviendas vacías

Ya no hay excusas para las viviendas vacías

Durante años y años los propietarios de viviendas en alquiler han venido reclamando una legislación más favorable a sus intereses de manera que tuvieran un respaldo en el caso de que los inquilinos no pagaran sus rentas y no tuvieran que verse abocados a procesos judiciales interminables que acababan por arruinarles.

Ello provocaba que gran cantidad de propietarios prefirieran mantener sus viviendas vacías antes que arriesgarse a encontrar un inquilino moroso y quedar preso del sistema judicial español, aletargado y eterno. Sin embargo, parece que este problema se ha solucionado.

Y es que desde este pasado 31 de octubre ha entrado en vigor la Ley de Medidas de Agilización Procesal que modifica la Ley de Enjuiciamiento Civil, y permite que los procesos de alzamiento por impago de renta de alquiler se reduzcan a un plazo máximo de diez días.

De esta manera en el momento en el que un propietario presente una demanda por impago en la renta de un alquiler, el secretario judicial pertinente enviará una carta al inquilino solicitando el pago de la deuda, el abandono de la vivienda o bien la presentación de las alegaciones pertinentes para justificar el impago.

Si transcurrido ese plazo de diez días el inquilino no ejerciera ninguna de estas opciones, el secretario judicial fijaría, de manera directa, una fecha para el alzamiento de la vivienda, sin que tenga que mediar ningún proceso judicial que pueda aletargar y retrasar la recuperación de la vivienda por parte del propietario.

Sin duda se trata de una modificación legislativa que incentivará a los propietarios a poner en el mercado sus viviendas vacías, ya que, por fin tendrán una resolución rápida a sus problemas. Mientras que, por otro lado, los inquilinos con voluntad de pago no se verán perjudicados, ya que siempre tendrán un período para posibles alegaciones por imprecisiones en la demanda del propietario.

En definitiva, se trata de una medida que ayudará a flexibilizar y agilizar los procesos, con lo que se evitarán las ineficiencias que ha venido arrastrando durante tantos años por un error de concepto, se intentaba proteger al inquilino, y sólo se protegía al estafador.

El precio de la vivienda sigue en caída libre

Seguimos en caída libre

Seguimos en caída libre

Otro trimestre más, y ya hemos perdido la cuenta de los que van, el precio de la vivienda ha vuelto a arrojar datos negativos, con una caída, esta vez del 5,2%, con respecto al segundo trimestre del año pasado y del 1,4% con respecto al primer trimestre de este mismo año.

Concretamente, el precio medio del metro cuadrado en nuestro país se ha situado en 1.752,10 euros, un valor similar al que teníamos allá por el año 1995, cuando también pintaban bastos en nuestra economía, lo que supone un descenso del 16,6% con respecto al precio medio que teníamos cuando comenzó la crisis, en el año 2008.

Estos datos, ofrecidos por el Ministerio de Fomento, son algo más optimistas de los que manejan consultoras independientes que fijan la caída de precios de la vivienda por encima del 20%, pero en general apuntan a la misma dirección, a un escenario de ajuste del mercado.

Un ajuste que se está haciendo de manera lenta y pausada, ya que los propietarios, ya sean propietarios o promotores profesionales, no están dispuestos a rebajar en exceso el precio para no perder un dinero excesivo. Lo que parece evidente es que el margen de ajuste todavía es grande.

Sin embargo, este ajuste de precios no es igual en todas partes. Por ejemplo, en San Sebastián todavía se mantienen valores desorbitados en el precio por metro cuadrado (3.660,60), al igual que en Sant Cugat del Vallés (3.427,4 euros por metro cuadrado). En el otro extremo, en el ámbito de los municipios más económicos aparece Tomelloso, con poco más de 800 euros por metro cuadrado.

En cuanto al desglose por regiones nos encontramos con que el ajuste más duro se sigue produciendo en Murcia, con una caída del 8,4%, y Madrid, con el 7,9%, y es que la Comunidad Autónoma de Madrid sigue sufriendo el afán constructor que se disparó en la Comunidad con la burbuja inmobiliaria y que llevó a explorar lugares inexplorables en términos de construcción inmobiliaria.

En definitiva, que cuando deberíamos de estar en la fase final del ciclo recesivo estamos todavía en valores de ajuste, lo cuál nos hace pensar que todavía nos queda mucho, muy mucho, antes de que veamos crecer los brotes verdes.

Hipoteca y derechos civiles

Geografía lógica que veo por ahí...

Geografía lógica que veo por ahí...

Los que me leéis a menudo ya sabéis de mi obsesión por mantener en pie los conceptos, pues una vez que los conceptos se pierden o se diluyen no hay forma humana de seguir manejando el raciocinio, ni la lógica. Y donde desaparecen la razón y la lógica quedan la presión, la coacción y las armas. Así que ya veis que lo considero importante, vaya.

Hoy, por tanto,  ataco de nuevo con algo obvio, pero que aún así es necesario repetir, para que no nos dejemos llevar por esa especie de corriente de la palabras vacías que unos repiten otros no escuchan, pero repiten, y otros finalmente acaban usando como arma arrojadiza sin haberlas entendido nunca ni haber albergado la menor intención de ello.

Todo ciudadano tiene derecho a la vida, pero no a que lo mantengan, ni a vivir a costa de otro. Lo que este derecho significa es que no se puede matar a nadie. Simple y llanamente eso. El que espera en el corredor de la muerte, ve vulnerado ese derecho. El que se muere de hambre en medio de una sequía, pues no. Debe contar con nuestra caridad, nuestra solidaridad o nuestro sentido común (porque nos interesa que otro día nos socorran), pero lo cierto es que nadie vulnera un derecho suyo, y hay que tenerlo claro.

Todo ciudadano tiene derecho al trabajo, pero eso no quiere decir que tienes derecho a que alguien te contrate, o a que alguien te dé un empleo. Lo que significa es que nadie te puede privar de la oportunidad de trabajar, y eso incluye el trabajo por tu cuenta. Si eres pintor no te pueden impedir pintar. Si eres albañil, no te pueden impedir levantar paredes o poner azulejos. Pero tu derecho al trabajo no incluye la obligación de otro de dártelo. Si quieres trabajar, ponte por tu cuenta y trabaja. Eso y no otra cosa es lo que significa este derecho.

Todo ciudadano tiene derecho a una vivienda digna, pero eso no significa que otro la tenga que construir gratis para ti, ni que otro tenga que regalar el solar donde se ubica. Tu derecho a la vivienda no incluye que se me pase a mí el recibo de tu hipoteca. Ni a la sociedad tampoco. El derecho a la vivienda digna significa que no te pueden alojar en un cuchitril, ni obligar a residir un lugar insalubre. Pero no significa que otro te pague la casa, ni que sea gratis.

Porque derecho no es gratuidad. Tus derechos son tuyos y tu hipoteca también.

Otra cosa es que socialmente articulemos los medios para minimizar los daños, pero eso ya no va de derechos, sino de inteligencia.

Medida sustitutiva de la dación en pago

Cómo para volverse uno loco

Cómo para volverse uno loco

Las asociaciones de hipotecados están iniciando una campaña para promover alternativas sustitutivas de la dación en pago, ante la constante negativa de la clase política a implementar la dación en pago como método resolutorio en casos de embargo hipotecario.

Y la medida que más adeptos está ganando en las últimas semanas es la del alquiler como sustituto del embargo hipotecario, de manera que los titulares hipotecarios incapaces de pagar sus cuotas mensuales se quedarían a vivir en las viviendas de su propiedad, que ahora sería del banco o caja, a cambio de un alquiler.

La ventaja es que el alquiler sería más bajo que la cuota hipotecaria, con lo que sí podrían hacer frente a su pago, y que se evitaría el drama social del desahucio, ya que la familia no tendría que desplazarse a otro domicilio, manteniendo su arraigo y sus pertenencias.

Por otro lado, con esta medida las entidades financieras consiguen obtener un ingreso de un pasivo que tienen paralizado, con lo que el daño que las viviendas embargadas estaban produciendo en sus balances se reduciría de manera drástica, aliviando algo su carga financiera.

Uno de los puntos de mayor polémica estaría en la obligación de compra del contrato de alquiler, es decir, estipularía que los inquilinos estarían en obligación de adquirir la vivienda en la que están viviendo una vez que sus condiciones económicas mejoraran y estuvieran en condiciones de hacerlo, eso sí, con una hipoteca de la propia entidad financiera.

La polémica radica en la determinación del momento en el que la familia pueda estar en situación de recomprar la vivienda de la entidad financiera por la mejoría de su situación económica, ya que habría que determinar con exactitud el momento y las condiciones para ello.

En cualquier caso, esta propuesta es un excelente punto de partida para construir una solución a un problema que se está enquistando en nuestra sociedad, sin que ni políticos ni agentes económicos estén siendo capaces de encontrarle solución, más preocupados, como están por mantener sus puestos de responsabilidad al precio que sea y pasando por encima de quien tengan que pasar en cada momento determinado.

Constructores vs. Bancos

Balones fuera que es la crisis

Balones fuera que es la crisis

El Salón Inmobiliario SIMA 2011, que ha tenido lugar este pasado fin semana se inició con la queja de los constructores sobre la falta de crédito que recibía el sector, y ha terminado con esa misma queja, basada en la ausencia casi absoluta de préstamos hipotecarios dirigidos al sector de la construcción.

Y es que los bancos, y entidades financieras en general, han decidido que no están por la labor de arriesgar su dinero en un producto de alto riesgo, como es en estos momentos la promoción inmobiliaria, con la única garantía de una bien inmueble, del que ya andan sobrados en sus balances y que no tiene ninguna salida en estos momentos de crisis.

Ello hace que no se estén llevando a cabo proyectos inmobiliarios, según los constructores y promotores, y está haciendo que éstos acumulen suelo urbanizable que acabará por estallar en otra burbuja inmobiliaria en unos años cuando empiecen a recuperar el crédito.

Por otro lado, los promotores y constructores también han salido de SIMA 2011 reclamando una mayor agilidad de las administraciones públicas que están tardando entre 8 y 9 meses en facilitar las licencias necesarias para iniciar una obra de construcción, tiempo excesivo que alarga los plazos y, evidentemente, encarece los proyectos de manera artificial.

También hay una queja generalizada por la divergencia entre las diferentes estadísticas sobre el sector, que lleva a confundir a los inversores y a los posibles compradores, que no saben si hacerlo ahora o dentro de uno tiempo. Para ello, los promotores y constructores también han solicitado a todos los agentes involucrados que se abstengan de realizar afirmaciones sobre el posible ajuste del precio de la vivienda, ya que ello provoca el postergamiento de la decisión de compra.

En definitiva, los constructores y promotores han salido del Salón Inmobiliario SIMA echando balones fuera, sin tomar la responsabilidad que tienen en su propio apalancamiento como consecuencia de los excesos del pasado, que sí, que parte de la culpa fue de las entidades financieras, pero también fue suya, por moverse en las farragosas aguas del todo vale, y de la búsqueda del beneficio sin paliativos.

El paripé ya es un hecho

El paripé de los leones

El paripé de los leones

Como ya anunciábamos hace unas semanas, el paripé de la subcomisión parlamentaria sobre la legislación hipotecaria se oficializará en el día de hoy, con la aprobación, por parte de la Comisión de Vivienda del Parlamento, de su composición y de su agenda de trabajo.

Una agenda de trabajo que sólo servirá para realizar una reflexión teórica sobre la posible conveniencia de modificar la actual legislación hipotecaria, porque no tendrá ningún carácter vinculante, con lo que cualquier recomendación que ofrezca esta subcomisión quedará al arbitrio del Gobierno.

Las tres grandes cuestiones sobre las que reflexionarán durante estos próximos meses son la dación en pago, la cláusula suelo y los swaps inmobiliarios, para valorar la conveniencia de la aplicación de la primera y de la eliminación, por ley, de las otras dos.

Sin embargo, tanto PP como PSOE, los dos grupos parlamentarios más numerosos y, por tanto, necesarios para cualquier decisión, ya han mostrado su posición contraria a cualquiera de estas opciones, para no perjudicar al sistema financiero en una situación de dificultades económicas.

Por ello, la dación en pago se quedará como una reivindicación fallida de las asociaciones de usuarios hipotecarios, la cláusula suelo se seguirá imponiendo, aunque supongo que se moderará en algo la diferencia con respecto a la cláusula techo, y los swaps inmobiliarios, eso sí, tenderán a la desaparición, porque tuvieron su momento y ahora ya carecen de todo interés para las entidades financieras.

Desde mi punto de vista, la principal cuestión radica en la dación en pago, porque la sociedad española en general, y los grupos políticos que la representan, en particular, deben de realizar una reflexión conjunta sobre la conveniencia o no de la utilización de la dación en pago como figura jurídica para las situaciones de embargo hipotecario, ya que ofrece tanto aspectos positivos como aspectos negativos.

No obstante, mucho me temo que se terminará por politizar esta subcomisión y ningún ponente ofrecerá una verdadera reflexión, más preocupados por dar la imagen que sus siglas les indican desde su sede central que de intentar mejorar la situación de la legislación hipotecaria actual.

¿Llegan los brotes verdes?

Poco a poco, comienzan a aparecer los brotes verdes

Poco a poco, comienzan a aparecer los brotes verdes

¿Te acuerdas de los brotes verdes? Sí, hombre, aquellos signos de recuperación económica que sólo vio Elena Salgado, Ministra de Economía, al poco de llegar a ocupar su cargo de ministra, hace ya varios años, y de los que todavía no sabemos nada.

Pues bien, a juzgar por los datos de compraventa de viviendas referentes al mes de febrero que conocimos en el día de ayer a través de la publicación del Instituto Nacional de Estadística, parece que estos brotes verdes comienzan a aparecer, o, al menos a adivinarse.

Y es que febrero cerró con la segunda subida consecutiva en operaciones de compraventa de inmuebles, en términos interanuales, secundando a la de enero, y rompiendo con la racha negativa de septiembre, octubre, noviembre y diciembre de 2010.

Concretamente, febrero cerró con un 10,5% de operaciones de compraventa más que febrero de 2010, con un total de 45.607 transacciones (50,2% realizadas sobre viviendas de segunda mano y 49,8% realizadas sobre viviendas nuevas), lo cuál hace tener cierto optimismo para el futuro.

Desglosando aún más entre viviendas nuevas y viviendas de segunda mano, de las primeras se formalizaron un total de 22.703 operaciones, un 6,4% más que en febrero de 2010, mientras que de las segundas se concretaron un total de 22.904, un 14,9% más que hace un año.

Sin embargo, estos datos deben de ser mantenidos en cuarentena, porque todavía nos encontramos en un escenario repleto de incertidumbres que se tienen que ir dirimiendo en los próximos meses. Por ejemplo, estamos ante la expectativa de que el Banco Central Europeo vuelva a subir el tipo de interés en la zona euro, lo que provocaría nuevos incrementos del Euribor, ante la perspectiva de que se puedan producir nuevos rescates dentro de la eurozona, y ante la posibilidad de que la revuelta de Libia se alargue en el tiempo, generando inflación.

En definitiva, los brotes verdes se imaginan, pero todavía no son una realidad y el sector inmobiliario y de la construcción en nuestro país todavía tiene que subir una cuesta demasiado empinada como para lanzar las campanas al vuelo ante el futuro, a pesar de que las buenas noticias siempre son bien recibidas.

Hipoteca imposible y pisos moribundos

Suelo urbanizable pagado a tres mil euros el metro.

Suelo urbanizable pagado a tres mil euros el metro.

Todos sabemos que la cosa de la hipoteca está chunga. Para eso no hace falta venir a leer un blog. Lo que no sabemos muchos es el volumen real del problema y ese es el dato que he estado buscando por ahí para que al lector de esta página le valga la pena emplear un tiempo con nosotros.

Para saber cómo van a evolucionar las hipotecas, y las condiciones para darlas, que esa es otra, hay que saber cuántas viviendas tienen los bancos en sus balances, entre las embargadas y las que han ayudado a construir pero no se han vendido todavía. A esto hay que añadir los metros cuadrados de suelo que financiaron y que sigue criando cardos, sin vacas siquiera que los pasten.

Por lo que parece y citando a RR. Acuña, el ‘stock’ de inmuebles asciende a  dos millones setecientas ochenta mil viviendas. De esta cantidad, 360.000 viviendas corresponderían a obras paralizadas. Un millón y pico a viviendas no iniciadas con proyecto y un millón trescientas y algo mil a suelo residencial que no se acaba de construir.

Por tanto, tenemos a los bancos enfangados en más de dos millones y medio de viviendas, de las cuales, pro distintas razones, por deterioro, por quiebra de los promotores o porque los barrios se han convertido en barrios fantasmas, se estima que nunca, jamás, podrán vender cosa de un millón y medio de pisos.

Calculad ahora el ritmo de venta de la vivienda, que anda en torno a los ciento treinta mil pisos al año y veréis cual será el anuncio de la próxima década: se  vende piso nuevo a estrenar, con quince años de antigüedad.

¡De traca!

Antes de comprar e hipotecarse: inspección de vivienda

Lo cierto es que no puedo evitarlo...

Lo cierto es que no puedo evitarlo...

Como él mercado inmobiliario está hundido en lo abisal, o aún más profundo, todo el mundo trata de echarle imaginación para sacar adelante su venta o su alquiler, y una de las figuras que ha aparecido en esta carrera es la Inspección Profesional de Vivienda.

La inspección de vivienda sirve para que un técnico independiente emita un informe del estado completo de la vivienda antes de la operación, ya sea de venta o de alquiler. De este modo, el vendedor puede obtener una ventaja sobre los dueños de otros inmuebles al dar una prueba del buen estado que anunciaba, y el comprador recibe la garantía de que la vivienda se encuentra en buenas condiciones. Lo de garantía no lo toméis al pie de la letra: se trata de un informe, no  de una póliza…

¿Y en qué consiste una inspección? Se comprueban los niveles de acústica, la luminosidad, la humedad ambiental, las resistencias estructurales a ruido y vibración, las instalaciones de agua, luz y gas,  se revisa el estado de los suelos, las paredes, los techos, los alicatados y los zócalos, y hasta se incluyen los muebles, abriendo y cerrando puertas, ventanas, persianas y cajones, manillas y todas esas cosas que rara vez miramos y tanto nos fastidian luego cuando están estropeadas.

También se comprueba el buen funcionamiento de los electrodomésticos, la calefacción, la ventilación, los sanitarios, los grifos, los sifones, los desagües, el saneamiento y la higiene general de la casa.  En total, el estándar de estas revisiones incluye 400 puntos de inspección que aparecen luego, con fotografías, reflejados en un informe final.

Aunque, como ya dije arriba, este informe no es ninguna garantía judicial ni sustituye a los informes de arquitectos y aparejadores, sí suele ser muy útil tanto para el comprador como para el vendedor de la vivienda, e incluso para el banco, que sabe que la vivienda que incluye en su cartera de hipotecas se encuentra en buen estado.

En el caso de los alquileres la utilidad es evidente: se puede hacer un informe al inicio del contrato y otro al final, para determinar si la casa se ha conservado adecuadamente.

O sea que ya sabéis: por papeles que no quede… Lo difícil es encontrar comprador y pasta, pero papeles….