Parece que la larga batalla llevada a cabo por las plataforma de defensa de los consumidores y de los afectados por las hipotecas está llegando a buen puerto, y tras la sentencia del Tribunal Supremo que las consideraba abusivas, el BBVA se ha puesto las pilas y ha decidido eliminarlas.
Sin embargo, eso no quiere decir que la guerra esté terminada, ni mucho menos, porque el BBVA ha declarado que seguirá litigando porque estas cláusulas vuelvan a tener validez ya que bajo su prisma ideológico son totalmente validas desde cualquier punto de vista.
De cualquier forma, la buena noticia está ahí, y a falta de que sea ratificada por las instancias superiores lo único cierto es que todos los hipotecados que tengan que empezar a revisar el tipo de interés de sus préstamos a partir de ahora lo harán a la baja, lo que significa un alivio con la que está cayendo.
Y lo mejor es que el resto de entidades no tendrán otra alternativa más que el seguidismo más absoluto, ya que no pueden permitirse el mantenerse en unas reglas de juego diferentes de las de su más inmediato competidor, y estoy pensando principalmente en el Banco Santander.
Eso sí, no podemos esperar que esta medida tenga carácter retroactivo, porque así ya lo pidió el Tribunal Supremo, en aras de la seguridad jurídica del país, y así lo ha anunciado el BBVA, para evitar posibles confusiones al respecto.
En definitiva, nos encontramos con una excelente noticia para todas la personas que ya tengan un préstamo hipotecario contratado, aunque puede que no tan buenas para aquellas personas que estén en disposición de pedir una nueva hipoteca, ya que las entidades financieras tendrán que protegerse ante este nuevo escenario y es posible que impongan diferenciales aún más elevados.
Tenemos que pensar que las entidades financieras nunca pierden, o nunca quieren perder, y se querrán asegurar un tipo de interés adecuado para sus intereses aún cuando el Euríbor se encuentre por los suelos, así que no dudarán en incrementar el diferencial y así compensar sus beneficios.