Ya casi nos habíamos olvidado de que el Euribor existía, llevaba un tiempo sin hablarte de él porque me daba miedo acercarme a su cotización que se había disparado durante los primeros días de noviembre de forma que todos los expertos comenzaron a temerse lo peor.
Pero parece que se ha cansado de subir y este lunes cerró, por quinto día consecutivo, en el 1.546%, una estabilidad máxima que no se le recordaba al indicador hacía mucho tiempo. Con esta tasa diaria, la tasa media mensual se queda en el 1.544%, dentro de las previsiones.
Si todo sigue con la normalidad aparente que tenemos ahora, el Euribor debería de cerrar el año 2010 alrededor del 1.60%, por debajo o por arriba (esperamos que por debajo), en un valor que servirá como referencia para las subidas que se vaticinan para este año 2011.
Sin embargo, el principal problema de los hipotecados no es el Euribor, como venía siendo habitual, sino el cambio de modificaciones de las entidades financieras. Como bien escribía Ladríllez este pasado viernes, los diferenciales que aplican los bancos y cajas a sus préstamos hipotecarios se están disparando.
Ello se debe a que las entidades deben de compensar el incremento de morosidad que están provocando un mayor riesgo en los productos financieros que están lanzando al mercado. Además, deben de hacer frente a las mayores restricciones que el Banco Central Europeo está imponiendo a la hora de obtener liquidez a los bancos europeos.
Estas dos variables están provocando que los bancos y cajas estén cargando unos mayores diferenciales e incrementando el número y la exigencia de los productos vinculados a las hipotecas, que es una forma de incrementar el coste real de la hipoteca para los usuarios.
Por tanto, de ahora en adelante habrá que seguir muy atentos a la tendencia del Euribor, pero no podemos dejar de un lado los movimientos que se están viendo en el sector financiero en lo que se refiere a los diferenciales y a los productos vinculados.
Lo que está claro es que los hipotecados nunca estamos tranquilos, cuando el Euribor se estabiliza, y nos da con ello una gran noticia, llegan los diferenciales y se incrementan.