Cuesta trabajo creerlo, pero España no se sube al podium de las medallas de la economía sumergida en Europa. Por mucho que pensemos que en eso de la picaresca y el escaqueo no nos gana nbadie, la verdad es que ni siquiera en ese campo destacamos del todo. Este es el ranking:
En primer lugar, y como país ganador del oro, tenemos a Grecia, donde el 27 % de su producto interior bruto pertenece a la economía sumergida.
La medalla de plata es para Italia, con un 25,5 % de facturación en negro, trabajadores sin dar de alta y chanchullos en general.
La medalla de bronce es para Portugal con un 22 % de actividad económica no declarada.
Y finalmente el diploma olímpico, pero sin derecho a medalla, es para España, con un 21,6 % de economía oculta.
Para los que se pregunten cómo se calculan estas cosas, decirles que hay una serie de variables que se han demostrado muy útiles para calcular estas cosas, como el consumo total de gasolina en el país, el consumo de electricidad, los vehículos industriales matriculados, etc.
Como datos curiosos, cabe decir que la economía sumergida en Alemania es del 14 % y en EEUU del 8,8 %, lo que teniendo en cuenta el descomunal tamaño de su PIB os da idea de la diferenncia de impuestos que recauda el Estado en estos países sólo por combatir este concepto.
Con estos datos, hay que preguntarse varias cosas, pero como quiero ser breve, me limitaré a dos:
—Los latinos, ¿tenemos los gobiernos que nos merecemos por ser todos unos chorizos, o nos hacemos unos chorizos al darnos cuenta de que los gobiernos persiguen al más fácil, o sea, al que asoma la cabeza?
—La otra pregunta es: ¿qué diferencia creéis vosotros que hay hoy en día entre estar dado legalmente de alta o meterse en la economía sumergida?, ¿vale la pena el riesgo?, ¿la gente lo hace por necesidad, o por convicción?
Por mi parte una sola respuesta y homenaje: me voy camino de Scapa Flow.
🙂