Parece que mi capacidad predictiva ha mejorado sustancialmente con la llegada de los calores, porque las dos principales predicciones que realicé antes de marcharme de vacaciones, hará cosa de un mes, se han cumplido al 100%: ayer, día 1 de septiembre, volví a trabajar, tras un corto mes de asueto, y el Euríbor cerró agosto por encima de la cifra de 2009.
La primera predicción no creo que le importe a mucha gente más que a mí mismo, y a los que tienen que soportar mi malhumor, que ahora puedo excusar bajo los efectos de la depresión postvacacional, pero la segunda, me temo que sí es un asunto de interés general.
Porque como te anuncié allá por el mes de julio, el Euríbor seguiría su escalada durante el mes de agosto, cerrando el mes por encima de su valor del año 2009, lo que supondrá que todas aquellas hipotecas que revisen en uno o dos meses lo hagan al alza.
Es decir, las rebajas ya terminaron, al menos en términos de hipotecas, y se acabó aquellos días maravillosos en los que cada revisión se convertía en una auténtica alegría (siempre y cuando no se tuviera firmada, sabiéndolo, o no, una cláusula suelo, claro está), porque ahora llegan los días negros de subidas, unas subidas que no serán demasiado elevadas, pero que sí comenzaremos a notar en nuestros bolsillos.
En definitiva, y sin tanta palabrería propia de alguien que todavía sufre los efectos del sol en la cabellera, que el Euríbor ha cerrado el mes de agosto en el 1,421%, por encima del 1,373%, con el que cerró julio, y, lo que es más importante, también por encima del 1,334% de agosto del año 2009.
Eso significa que todas aquellas hipotecas que tomen como referencia el Euríbor de agosto a la hora de revisar el tipo de interés aplicado, es decir, todas las que revisen entre septiembre y octubre, sufrirán la subida de la que te hablaba antes.
¿Es o no es el regalo perfecto para la vuelta de vacaciones? Si a ello le añadimos que nos han subido el IVA, que cada vez pagamos más impuestos y que la estabilidad de nuestros puestos de trabajo todavía está por demostrar, no nos queda otra que alegrarnos de regresar a nuestra rutina diaria.