Como ya sabéis, además de economista soy escritor. En realidad soy sobre todo escritor y lo de economista es lo que le digo a mi madre para que duerma mejor y la parte que os hago sufrir a vosotros de vez en cuando.
Hoy, en vez de hipotecas, voy a hablaros de mi novela, porque hay que aprovechar estos foros para publicitarse y porque me apetece, la verdad, contaros estas cosas. Después de año y pico dialogando con vosotros me sentiría mal si ocultara el nacimiento de este hijo. Os dejo con la reseña que me hicieron de la novela:
Una de los signos más comunes de la literatura actual, y también uno de sus peores defectos, reside en que los personajes suelen estar claramente definidos desde el punto de vista moral: hay personajes positivos que hacen el bien y personajes negativos que envidian, odian y cometen actos de violencia hasta granjearse la enemistad del lector. El lector, parece, quiere tener muy claro con quien debe empatizar y a quien debe detestar, y aunque los personajes tengan a veces detalles o “ramalazos” contrarios a su esencia, regresan siempre a su papel.
Sin embargo, en esta novela no es así, y sólo por eso merece mención aparte: en El Gris, hasta el título hace referencia a la idea de que en el mundo real nada es completamente blanco o completamente negro. Sigue leyendo