Muchos teníamos en mente que la supresión de la desgravación por vivienda era un intento desesperado del Gobierno por meter prisa a los compradores potenciales para que comprasen este año e insuflasen un poco de aire fresco al deprimido sector inmobiliario.
Algunos pensaban incluso, y podría incluirme, que lo más probable era que al final el Gobierno diese marcha atrás, como tantas y tantas veces, y la desgravación se prolongase un poco más en el tiempo, pero parece ser que la cosa va en serio, aunque se ha moderado un poco.
Finalmente, las desgravaciones por hipoteca se terminarán con las campanadas de Nochevieja, pero no para todos. Así quedará la cosa, más o menos:
—Quienes declaren una base imponible inferior a 17.725 euros seguirán como hasta ahora y podrán disfrutar de la misma desgravación que en estos momentos aunque compren la vivienda una vez finalizado 2010.
—Los que declaren una imponible superior a los 24.100 € se quedará sin desgravación, porque parece ser que a partir de ese nivel de renta eres rico y ya no te tiene que ayudar nadie.
—Los que se queden a medio camino entre las dos cantidades mencionadas en los puntos anteriores, tendrán derecho a la deducción pero no al 100%, sino a una parte de ella solamente que se calculará con una de esas maravillosas fórmulas que podemos ver en los impresos de Hacienda. ¿Os la pongo? Venga: 9.040 euros – (1,4125 x (base imponible – 17.707,20 euros)
La pregunta que muchos se hacen, y yo me sumo, es qué pasará con la venta de pisos el año que viene, si este, último de la desgravación, ya ha sido malo.