Hace algunos años fue muy famoso un libro titulado “la rebelión de Atlas”, de Ayn Rand, que viene a ser un canto un tanto exagerado al neoliberalismo, pero con algunas ideas aprovechables. Me consta que algunos lectores habituales de este blog lo conocen, porque incluso alguno de ellos utiliza un seudónimo alusivo a uno de los personajes.
La idea fundamental del libro, que en un principio iba a titularse “la huelga” es que la sociedad entera descansa sobre los hombros de muy pocos individuos. De ahí que finalmente la autora lo titulase “la rebelión de Atlas”, en alusión al gigante mitológico que sostiene el globo terráqueo y lo que pasaría si un día decidiese no sostenerlo más.
Si os gusta más el planteamiento científico del asunto, os recomiendo que echéis un ojo a las tablas input-output de Leontief . Yo me voy a limitar a daros un análisis brevísimo de lo que sucede con los flujos económicos, para que sepáis de dónde sale nuestra debilidad estructural. Perdonad las inexactitudes y los resúmenes.
Son flujos de ingresos las exportaciones, el consumo de los extranjeros en el país, la agricultura, la minería, la pesca y la industria.
Son flujos de gasto las importaciones, lo que gastan los españoles en el extranjero, el gasto público en general y la depreciación de las cosas por el paso del tiempo.
Cuando alguien nos sirve una cerveza en un bar, alguien la ha producido, alguien la ha envasado, la ha transportado, ha producido el camión y la gasolina, ha construido el bar, ha puesto el camarero y ha obtenido los correspondientes permisos administrativos. Lo que se paga a todos esos profesionales tiene que provenir de ingresos netos. ¿Quiénes los han generado?
El agricultor que plató el lúpulo para la cerveza.
El que trajo el agua para fermentarla.
El que fundió la arena para hacer la botella y el vaso.
El que construyó el local y los que fabricaron los materiales de construcción.
El que fabricó el camión (mala suerte, porque ese está en Alemania. Ese es un gasto)
El que extrajo el petróleo (mala suerte de nuevo)
El que lo trajo y lo refinó (mitad y mitad)
El dueño del bar (Mala suerte. Sus ingresos no vienen de producir nada, sino de dar un servicio al que produce. Es trabajo, pero no es producción neta, aunque sí sea PIB).
Los permisos administrativos genera eficiencia, si queréis, pero no producción.
El camarero (vive también de los sueldos de los demás, pero tampoco genera nada)
Teniendo en cuenta que España tiene una balanza comercial negativa, porque importa más de lo que exporta, ¿os dais cuenta de por qué nos empobrecemos lentamente pero sin remedio? La base productiva del país es MUY pequeña, dicen que en torno al 8 % de la población activa. El resto, mueve y cambia de manos lo que esos producen, añadiéndole pequeñas ventajas, pero no riqueza real.
Seguimos otro día. Y perdonadme, que ya sé que el tema es obtuso.