Está claro que de un tiempo a esta parte, las entidades financieras han perdido todo el poder que tenían, al menos de cara a los tribunales de justicia, porque cada poco tiempo conocemos una nueva sentencia condenatoria contra sus prácticas abusivas, demasiado habituales, dicho sea de paso.
La última ha sido la Audiencia Provincial de Navarra que ha sentenciado que un tipo de interés de demora del 18% es claramente abusivo, con lo que todos estamos de acuerdo, y ha condenado a una entidad financiera, que no ha trascendido, a resarcir al cliente demandante.
Evidentemente, esta entidad financiera recurrirá la sentencia, y con ello conseguirá ganar mucho tiempo, pero lo que también es evidente es que tendrá que acabar pagando a los damnificados, a juzgar por el tipo de interés máximo que una entidad financiera debería de cobrar por intereses de demora, según la Audiencia Provincial de Navarra.
Este tribunal estipula que un interés de demora no debería de superar, en ningún caso, 2,5 veces el tipo de interés del dinero en el momento en el que se firmó la hipoteca. Es decir, que si se firmó en 2005, pues 2,5 veces el tipo de interés para la zona Euro de ese año.
Entonces, si tenemos en cuenta que en estos momentos el Banco Central Europeo tiene el tipo de interés del dinero para la zona Euro en el 1,25%, y si a este porcentaje lo multiplicamos por 2,5, obtenemos que el máximo tipo de interés de demora que debería de cobrar una entidad financiera, según la Audiencia Provincial de Navarra, excedería ligeramente el 3%, cifra claramente inferior al 18%.
Una vez más, se demuestra que las entidades financieras estuvieron durante muchos años haciendo lo que querían con los ciudadanos de a pie, que en parte porque desconocían sus derechos, y en parte porque al ser tiempo de bonanza económica nadie se paraba a mirar las cláusulas de los contratos hipotecarios, se limitaban a firmar lo que les ponían delante.
Ahora, con la llegada de la crisis, y con la necesidad como bandera, los ciudadanos se han puesto las pilas y han comenzado a analizar cada cláusula de manera pormenorizada.