Parece que por fin los tribunales han metido mano a las cláusulas abusivas de las hipotecas, declarando nulas nada menos que 13 de esas cláusulas. Una cláusula nula es aquella que, aun figurando en el contrato y aun habiendo sido aceptada por ambas partes, no tiene fuerza de aplicación.
La razón de esta nulidad está en que según el Supremo son desproporcionadas, abusivas o confusas.
Muy por encima, vamos a hacer un recorrido pro las que más os pueden interesar.
En primer lugar, pasa a ser nulo “reservarse la posibilidad de rescindir un contrato de préstamo hipotecario por cualquier causa“. Esto le gustaba mucho a los bancos por el miedo que metía, y significaba que, en cualquier momento, y sin razones, te podía pedir que devolvieses todo el dinero. Con eso se garantizaban que no te quejabas demasiado y que serías blandito en cualquier protesta o negociación. Por supuesto, eso no deja de ser terrorismo bancario y ha quedado anulado. Ya era hora.
Queda también anulada la posibilidad de “resolver anticipadamente el préstamo por la posible disminución patrimonial del prestatario“. Hasta ahora, si sospechaban que te habías quedado sin trabajo o que ibas a dejar de pagar, podían pedirte que lo devolvieses todo, sin más razones. Otra causa acogida a esta cláusula podía ser la bajada del precio del piso. Nula también por ser un abuso.
Se anula asimismo esta otra: “hacer vencer un préstamo hipotecario cuando se deniegue la inscripción de la escritura aunque la no inscripción sea culpa de la entidad“. Antes, pasara lo que pasase, si había problemas con la inscripción registral, te jorobabas tú. Ahora se empiezan a jorobar ellos.
Otra: “prohibir vender o enajenar el bien que garantiza la hipoteca“. Esta es MUY importante, porque si estabas ahogado y ellos no te permitían vender el piso, tenías que jorobarte. Ahora tienes la obligación de darles el dinero a ellos, pero no se pueden oponer. Esta cláusula era particularmente venenosa, porque servía para poder quedarse un piso de mucho valor por poco dinero que debiese el hipotecado, de manera que tenían ya buscado un comprador (normalmente un empleado del propio banco, o un amigote del pelotazo) y hacían un negocio maravilloso impidiéndote a ti salir del agujero vendiéndolo por su verdadero valor a quien quisieras.
Una más: “eximirse de la obligación de comunicar la cesión del préstamo a terceros“. Ahora no podrán cederle la hipoteca a otro sin que lo sepas, de modo que sabes con quién estás hipotecado y qué es lo que te pueden hacer.
Se ha pedido también que se incluyan las cláusulas suelo, y se está estudiando.
En todo caso, se trata de una buena noticia que nos deja un poco menos indefensos de la hipoteca y sus abusos.
Por fin.