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Propietarios, no proletarios

Para hacer lo que te da la gana, lo primero es ganar.

Para hacer lo que te da la gana, lo primero es ganar.

Para analizar con seriedad lo que es el mercado español de la vivienda hay que saber de dónde surge esta costumbre nuestra, casi manía, de ser propietarios del piso en el que vivimos.

Un 86% de los españoles vive en viviendas compradas en propiedad, respecto a porcentajes de menos del 20%, como el caso de Alemania, que es lo que suele verse en los países de nuestro entorno inmediato.

Bueno, ¿y por qué? ¿Porque somos así de chulos? ¿Porque nos excita la hipoteca?

Pues puede que también por todo eso, pero fundamentalmente porque ser propietario se inscribió sociológica y psicológicamente en la mente colectiva como el único modo válido de ahorrar y, a la postre, como el único modo válido de llegar a ser alguien en la vida.

¿Y cuándo sucedió tal cosa? En tiempos de Franco, por supuesto, un tipo que aguantó cuarenta años en el poder y que en ese tiempo construyó millones de Viviendas de Protección Oficial. Un tipo que odiaba alquilar esas viviendas, con lo que prefirió darlas en propiedad. ¿Y por qué?

La idea era doble, y muy clara:

-Que el Estado no se metiese en jaleos convirtiéndose en casero, y por tanto en cobrador de los alquileres y reparador de los desperfectos de las viviendas. Tener que desahuciar a la gente o hacerse cargo de las goteras acabaría por acarrear impopularidad, algo que no convenía al régimen.

-Que la gente fuese propietaria de algo de verdadero valor y tuviese algo que perder si apoyaba una revolución o un simple Gobierno de izquierda (de aquella izquierda de entonces) amiga de expropiaciones y colectivizaciones. Los que son propietarios nunca son proletarios, y así, de un golpe verbal, la dictadura del proletariado se convirtió en dictadura del “propietariado”. Un buen golpe….

Así se hizo la hipoteca un hueco en el corazón de los españoles, un hueco que permanece aún caliente por mucho que los sinsabores de los últimos años hayan generado algo de desamor. Un hueco y un recuerdo que llevará generaciones borrar.

 

Hipoteca, miedo y sensatez

Ratio entre hipoteca e ingresos

Ratio entre hipoteca e ingresos

Comenzamos el artículo con un gráfico de la Web Idealista.com en el que se nos muestra la evolución de la carga que supone la hipoteca para las personas que la pagan y la evolución de este esfuerzo económico.

Según la Universidad Pompeu Fabra, Tecnocasa y la asesoría de gestión www.gesdocument.com  la cuota media que pagan los hipotecados ha pasado desde los 976 Euros de media en 2007 a los 378 € que se pagan en la actualidad.

Pero ojo, que semejante dato es engañoso: no se trata de que se haya reducido el EURIBOR, que también, sino que se refieren fundamentalmente a las hipotecas nuevas concedidas.

Mientras que antes de la crisis se financiaba el 110% o el 120 % del inmueble, ahora la media gira entorno al 75% con algunos casos puntuales en que se puede llegar a un porcentaje superior, sobre todo cuando el inmueble adquirido forma parte del inmenso almacén de invendibles de la propia banca. Cosas de tener que sanear el balance como sea,  no os quepa duda.

Pero en esta gráfica podemos ver algo más que el simple desplome del crédito: vemos también cómo, por arte de magia, llegó la prudencia al mundo de la banca. Antes del estallido de la burbuja a nadie le parecía extraño comprometer el 60% de sus ingresos futuros, ¡y para treinta años!, mientras que ahora estamos hablando de alrededor del 25% de los ingresos medios, cuando en otros países la cifra es del 35%.

Sucede por tanto como siempre, que vamos dando bandazos, unas veces por exceso y otras por defecto, pero sin ser capaces de hacer que las cosas funcionen razonablemente.

Lo mismo sucede con el plazo de las hipotecas. Antes de la crisis, las hipotecas ultralargas, esas que llamaba yo “hipoteca biznieto”, y que se concedían a 40 años, eran casi la mitad. Hoy son solamente un 8%.

Y todo esto, no lo olvidéis, en un escenario e el que el BCE Europeo no sólo regala el dinero a la banca, sino que le cobra por depositarlo allí en vez de prestarlo al mundo real.

O sea que vosotros veréis si es creíble o no esa cantinela de que nos estamos recuperando…

Y veremos lo que pasa a nivel fiscal con las desgravaciones a la vivienda cuando el Estado tenga que dar una nueva vuelta de tuerca a los recortes porque el endeudamiento, cada día en nuevos records, no puede dar más de sí…

El diferencial que baja con la subida del Euríbor

EVO rompe el mercado

EVO rompe el mercado

Y seguimos a vueltas con el diferencial, y mira que le estamos dando rodeos a la cosa, pero claro, es que no se trata de algo de poca importancia, más bien al contrario, ya que el diferencial es una de las partes más determinantes a la hora de calcular la cuota mensual a abonar, con lo que más nos vale prestarle atención y atarle bien en corto.

Pues bien, ante la sensación generalizada, claramente justificada y justificable, de que los diferenciales se están elevando a valores excesivos, EVO, la marca comercial de Novagalicia fuera de su ámbito de influencia, ha decidido lanzar un órdago a la grande con este aspecto ofreciendo el diferencial flexible en sentido contrario al Euríbor.

Es decir, si el Euríbor sube, el diferencial baja, y viceversa. De esa manera intentan que la cuota de los hipotecados se mantenga lo más constante posible, garantizando así cierta estabilidad y asegurándose de que los hipotecados sigan pagando sus cuotas religiosamente, sin sobresaltos de última hora, que tanto daño hacen a los balances de las propias entidades financieras, por no decir a las propias familias, claro está.

El punto de partida de esta hipoteca sería el 2,85% fijo durante el primer año, y luego se empezaría a aplicar el diferencial de la manera que han anunciado a bombo y platillo, por lo que sinceramente parece una hipoteca más que interesante, ya que ofrece a los hipotecados ciertas garantías que hasta ahora no tenían.

Ahora es probable que otras entidades financieras apuesten igualmente por esta opción, con el objetivo de poder competir con la hipoteca EVO, ya que sí que está claro que la opción elegida por las entidades financieras en estos momentos es sedimentar su negocio sobre la base hipotecaria, sabedores de que de esa manera conseguirán estabilidad para el futuro.

Porque los bancos han comprendido, y mira que han tardado, que los españoles pagamos las hipotecas, es lo último que dejamos de pagar, y claro, ahí hay un filón para ellas, ya que tienen garantías de cobro casi al máximo, con una morosidad mínima y con clientes de muy larga duración a los que se les puede endosar otro tipo de productos. Sin duda, el mejor negocio del mundo.

¡Qué llega lo bueno!

diferencial hipotecario

Ya llevamos unas semanas hablando de la guerra de hipotecas que venimos observando entre las entidades financieras, una guerra que tiene como objetivo captar a las familias solventes, cada vez menos, pero una tabla de salvación para los bancos ya que las hipotecas son la mejor forma de obtener clientes a medio-largo plazo.

Pues bien, esta guerra por fin está teniendo consecuencias positivas para los bolsillos de las familias españolas, y es que los diferenciales, aunque siguen siendo claramente abusivos a todas luces, por lo menos han comenzado a descender y ya se empiezan a observar diferenciales por debajo del 3%.

Esto marca claramente una tendencia que puede llevar a que estos diferenciales sigan bajando, ya que los clientes con cierto grado de solvencia son los que, en definitiva, tienen la sartén por el mango, son pocos y los bancos se los rifan.

Y es importante obtener un diferencial bajo porque ahora mismo nos encontramos en una situación en la que el Euríbor está por los suelos, con lo que puede que no se note tanto, pero poco a poco el indicador se irá incrementando de manera paulatina y empezaremos a sufrir los diferenciales que se han venido firmando durante estos meses.

Porque basta con hacer una pequeña cuenta para darse cuenta de hasta donde podemos llegar. Si nos planteamos un Euríbor normalizado sobre el 2%, que viene a ser lo que determina la estabilidad, según la mayoría de los expertos, si le añadimos un diferencial por encima del 3%, nos estaríamos yendo a un tipo de interés superior al 5%, claramente insostenible con los precios de hoy en día.

Por lo que si no queremos caer de nuevo en el estallido de una nueva burbuja inmobiliaria que nos lleve a hundirnos aún más en el fango en el que nos encontramos ya recluidos es conveniente apostar por esta caída de diferenciales que nos lleve a una situación aceptable en el futuro.

En definitiva, todos los indicadores parecen marcar una tendencia de mejora de la situación y la ligera caída de los diferenciales no hace sino ahondar en esta tendencia observada por la que debemos alegrarnos sin duda alguna.

Hipoteca no, y ahora, alquiler tampoco

San Pedro se está pensando entregar las llaves...

San Pedro se está pensando entregar las llaves…

Desde hace ya algunos años la hipoteca es una aspiración casi ilusoria para muchos españoles, en primer lugar porque el trabajo se ha convertido en algo precario y en segundo, y no menos importante, porque el grifo del crédito no es que esté cerrado, sino que parece llevar a una cañería atascada por mil bichos, porquerías y podredumbres diversas.

La ausencia de eso que los bancos llaman demanda solvente, y que no es otra cosa que gente con capacidad para devolver el dinero que se le presta, ha acabado de anquilosar a un mercado inmobiliario ya medio defenestrado por el exceso de oferta.

¿Cual era la salida? El alquiler. Hasta hace poco se ha hablado del alquiler de la vivienda habitual como la opción más razonable y que más aleja a un bien básico del mercado especulativo.

Pero ahora resulta que el Gobierno, loco por meter mano en alguna parte sin que se note mucho, ha anunciado que terminará con la deducción por alquiler de vivienda para los inquilinos, lo que desincentiva también el alquiler de vivienda y deja una nueva puerta abierta para el fraude fiscal.

Desde el momento en que los inquilinos no pueden desgravarse de algún modo el importe pagado pro su vivienda están en franca desventaja frente a quienes consiguieron comprarla en propiedad, lo que dificulta la emancipación de los más jóvenes. Además, hasta la fecha, al declarar los inquilinos el contrato de alquiler para poder desgravarse una parta de lo pagados, los caseros se veían obligados a declarar, por su parte, estos ingresos, generando de este modo un control de los contratos. ¿Qué impide ahora al casero volver a los viejos tiempos en que se alquilaba en negro?

¿Por qué va ahora el inquilino a declarar su contrato, si no recibe nada a cambio? Con la nueva situación, el casero puede negociar mucho más fácilmente, y con menos coste, la posibilidad de mantener ocultar la vivienda alquilada, pues nadie tiene un verdadero interés personal en dar a conocer a Hacienda el verdadero importe de lo cobrado.

Así, lo que se ahorra con el importe de las deducciones desaparecidas, se esfumará por el camino de los ingresos no declarados. O sea que el mismo dinero, o menos, para las arcas del Estado, y un ladrillo más de injusticia en este muro que parece no tener techo.

 

Hipotecas sí, pero ¿para quién?

Pisos, sí, pero no para todos

Ya llevamos varias semanas resaltando este hecho que no hace sino proteger a las propias entidades financieras ante otro posible fiasco económico en el futuro y, no nos engañemos, acaba por protegernos también a los ciudadanos que, en demasiadas ocasiones, nos dejamos cegar por el becerro de oro y caemos en las redes de los bancos y cajas con su crédito fácil.

Con esta selección más eficaz y pertinente de todo lo relacionado con el perfil financiero de los posibles candidatos a obtener hipotecas se conseguirá que en el futuro las crisis no sean tan duras con este sector, ya que los ciudadanos que sí están accediendo al crédito hipotecario lo hacen con las espaldas bien cubiertas.

Ello supone, no hay duda, que una gran parte de la ciudadanía se queda fuera de las reglas del juego y se tienen que decantar por el alquiler en lugar de por la compra, una opción claramente mayoritaria en el resto de Europa pero que aquí, por un cariz puramente cultural, no ha calado hondo entre nosotros que seguimos prefiriendo comprar a alquiler.

Por tanto, el futuro que nos espera es bastante claro en el corto-medio plazo. Poco a poco los ciudadanos iremos comprendiendo que solo podemos aspirar a alquilar en lugar de a comprar, las hipotecas quedarán para unos pocos que sí se lo pueden permitir y el conjunto de la economía española estará más protegida ante nuevos ciclos adversos.

¿Es bueno o malo que no todo el mundo pueda comprar?

Sin duda, es bueno, porque no es lógico mantener el elevado porcentaje de ciudadanos que compraban una vivienda años atrás, incluso en sus primeros años laborales. Es decir, antes de lograr la estabilidad laboral ya habían conseguido ser propietarios de una vivienda, algo totalmente impensable en el resto de Europa y del mundo en general.

En definitiva, algo que podría entenderse como negativo, al evitarse que todo el mundo pueda llegar a obtener préstamos hipotecarios podría convertirse en algo positivo desde el momento que pueda proteger el sistema ante futuras crisis venideras.

¿Cómo afectan las medidas del BCE al mercado hipotecario?

La torre oscura

La torre oscura

Hoy me voy a poner estupendo nada más comenzar, así que os ruego me perdonéis. Aquí os va un párrafo en inglés:

Counterparties that have borrowed under the TLTROs and whose net lending to the euro area non-financial private sector, excluding loans to households for house purchase, in the period from 1 May 2014 to 30 April 2016 is below the benchmark will be required to pay back borrowings in September 2016.

Y esto es sólo el aperitivo, porque la gran pregunta es cómo va a afectar a nuestras hipotecas y nuestros bolsillos la batería de medidas que acaba de publicar el Banco Central Europeo.

Como ya sabréis la mayoría, se trata de bajar los tipos oficiales de interés a un ridículo 0,15% y de colocar el tipo de interés interbancario en números negativos, exactamente al -0,10%, lo que significa que los bancos tendrán que pagar, en vez de cobrar, por dejar su efectivo en las arcas de Frankfurt. Para nuestras hipotecas, por término medio, esto supondrá un ahorro de 60 € al año, lo que no es casia apreciable, pero los defectos no se detienen ahí.

¿Cual es la intención de Mario Draghi? En principio hacer que circule el crédito, obligando a los bancos a prestar el dinero en vez de guardarlo bajo el colchón.. Si a esto le añadimos la inyección de liquidez de 400.000 millones de euros, debería empezar a verse el dinero en la calle.

Pero creo que no será tal, y por eso empecé con el párrafo en inglés. Lo que ese párrafo viene a decir es que los bancos pueden financiar cualquier cosa, menos operaciones inmobiliarias e hipotecas de particulares, con lo que el mercado de la vivienda seguirá doblemente estancado. En cuanto al dinero que se introduce, es más probable que dé lugar a nuevas burbujas financieras que a verdadero crédito, ya que lo que realmente falta es lo que los banqueros llaman demanda solvente.

En el fondo, estas medidas parecen encaminadas a evitar un estrangulamiento financiero o una profundización en la bajada generalizada de preci0s, pero no en una verdadera revitalización de la economía real. Si el Euro se devalúa o no para favorecer la competitividad ya se verá, pero lo que está claro es que no se va a facilitar el despegue del sector inmobiliario, especialmente en los países del sur.

O dicho de otro modo y para que nos entendamos: si de veras estuviésemos mejorando, ¿creéis que serían necesarias unas medidas de choque tan duras?

Nos estamos curando, pero nos llevan a la UVI.

Suena raro. No sé yo…

 

¿Ahora ya sí?

Siempre se puede cavar para encontrar un suelo más bajo

Siempre se puede cavar para encontrar un suelo más bajo

Tantas veces ha sido anunciado el fin de la caída del precio de la vivienda que uno ya no sabe lo que pensar ni a qué atenerse, si creérnoslo o dejarlo pasar, pero lo que sí podemos hacer mientras tanto es echar un vistazo a los datos que nos arrojan las estadísticas, concretamente el INE, y en ellos sí que observamos un cambio de tendencia.

Si tenemos en cuenta que la caída interanual del precio de la vivienda en el último trimestre de 2013 fue del 7,8% y lo comparamos con el de este primer trimestre de 2014, situado en el 1,6% es evidente que hay un cambio, un cambio que nada tiene que ver, como otras veces con cambios legislativos sino que está basado en la realidad con la que nos encontramos en estos momentos.

Es cierto que parte de esta mejoría se debe a que ya poco más puede bajar el precio de la vivienda, pero también es cierto que otra gran parte se debe a que el suelo, el famoso suelo, de la caída del precio de la vivienda está cada vez más cerca, ¿será esta vez la definitiva? Todo apunta a que sí, si valoramos la entrada de inversores extranjeros interesados en la adquisición de vivienda en nuestro país.

Ahora bien, estos datos del INE chocan con los que publicó esta misma semana el Ministerio de Fomento que hablaban de una caída del 3,8%, ¿qué datos son más fiables? Pues como siempre en el término medio está la virtud, así que nos deberíamos de quedar con un término medio de ambos valores y concretar que el precio de la vivienda cayó poco más del 2%.

Pero analizando más en detalle los datos observamos como los precios ya han empezado a incrementarse en algunas regiones, lo que significa que éstas han iniciado ya su recuperación económica en términos de vivienda. Concretamente, destaca el aumento de Madrid de precios de la vivienda en Madrid, la primera desde 2010, y que certifica las sensaciones que se venían observando últimamente con una mayor entrada de dinero del extranjero.

En definitiva, si unimos esta mejora de datos con las noticias de que el BCE parece decidido a abrir de manera definitiva el grifo del crédito, puede que el sector inmobiliario esté viviendo, por fin, su resurrección.

Partido a partido

Partido a partido

Partido a partido

Toda la vida escuchando a nuestro padre diciéndonos aquello de que fuéramos poco a poco, paso a paso, y nosotros sin hacerle caso y ha tenido que venir un tipo fornido con peinado extraño para vendernos la moto del partido a partido y todos hemos caído rendidos a sus pies, porque por fin lo hemos comprendido, por fin hemos entendido que no se puede construir la casa por el tejado y hay que ir “piano piano”.

El caso es que tras meses y meses de datos desastrosos en lo que se refiere a la constitución de nuevas hipotecas, por fin nos encontramos con un dato positivo que no hace sino llenarnos de alegría aunque sin que lancemos las campanas al vuelo, al menos no de momento. Y es que el número de hipotecas constituidas durante el pasado mes de marzo se incrementó en un 2% con respecto al mismo mes del año anterior, sólo un 2%, pero ¡bendito 2%!

Más allá del exiguo porcentaje nos tenemos que quedar con el aparente cambio de tendencia con el que nos estamos encontrando en este momento, ya que parece que al fin las entidades financieras están comenzando a abrir el grifo hipotecario, algo que veníamos intuyendo desde el principio de este año 2014, con ofertas hipotecarios de muy diversa índole que hacían pensar que los bancos querían posicionarse en la nueva lucha por la venta de hipotecas.

Pero no te hagas muchas ilusiones con ello, porque es verdad que los bancos quieren vender hipotecas, pero ya no a cualquier precio. Las condiciones exigidas en estos momentos son mucho más rígidas y duras que hace unos años con lo que las entidades financieras se quieren blindar ante una nueva burbuja inmobiliaria, garantizándose de que solo aquellas familias con recursos sólidos puedan acceder a la financiación hipotecaria.

En definitiva, datos positivos, pero con los que no podemos ilusionarnos demasiado, para evitar que la caída sea aún mayor, es decir, mejor ir partido a partido, como bien diría el nuevo gurú filosófico de ésta nuestra sociedad, que encumbra no el mensaje sino a los mensajeros.

Los bancos se quedan con 50.000 viviendas en 2013

desahucios

La economía va bien, claro que sí, y poco a poco vamos saliendo de la crisis, aunque la población activa descienda, el sector exterior haya sufrido un parón, la deuda no deje de crecer y haya aumentado un 11% el número de inmuebles que los bancos se han quedado en 2013 respecto al año anterior. El que no se lo crea es que es un derrotista, ¡carajo!

Aprovecho semejante oleada de optimism0 para encabezar el artículo con un gráfico elaborado por el diario El País a partir de datos del Banco de España. Y será un gráfico grandote, si me permitís, para que se vea bien la situación.

Si miramos de cerca los datos, y dejando ya de lado la ironía sobre lo felices que somos y las perdices que comemos, podemos ver que hay materia de debate: según los bancos, se están haciendo todos los esfuerzos posibles para evitar los desahucios, y precisamente por eso crecen los acuerdos de dación o de otro tipo, que antes eran meramente testimoniales. Por esa misma razón, y también según la opinión de los bancos, hay muchas menos entregas de viviendas ocupadas, pues los propietarios aceptan desalojarlas a cambio de alguna ventaja que se les ofrece. Por eso el gráfico tiene algo de equívoco, porque aunque se habla siempre, desde el título, de primeras viviendas, se menciona también después un enorme número de viviendas vacías. ¿Y cómo hay tantas primeras viviendas vacías? Por lo antedicho.

En total, el desahucio no alcanza más que al 0,77% del total de las hipotecas, lo que para unos puede ser muy poco y para otros una barbaridad, teniendo en cuenta el enorme número de hipotecas constituidas en España.

Lo que dicen por el otro lado, y creo que también con mucha razón, es que las daciones ne pago no han supuesto la desaparición de la deuda sino que han dejado fuera de juego, y por muchos años, a las personas que han tenido la desgracia de no poder pagar su hipoteca.

Por tanto, el gráfico puede interpretarse de diversas maneras, como casi todo en esta vida, pero hay una realidad que no puede ocultar: el hecho de que en un sólo año hemos padecido cincuenta mil tragedias más, con sus daños colaterales, sus daños personales y sus tremendas secuelas económicas que de un modo u otro pagaremos todos.

El camino de la recuperación no pasa porque cada vez haya menos consumidores potenciales, pero cada vez me convenzo más de que a los políticos ha dejado de interesarles la política. Otro día dedico un artículo a eso…

La falacia de la morosidad

Ya no debemos tanto, ¿o sí?

Ya no debemos tanto, ¿o sí?

Los datos objetivos son inapelables, aunque pueden ser interpretables, en un sentido o en otro, en función de lo que nos pueda interesar en un momento dado. Si nos atenemos a lo publicado por el Banco de España referente a los datos de morosidad del primer trimestre de este año 2014 está claro que parecen positivos, pero, ¿es así?

Sin duda, lo es, la morosidad ha descendido, no en gran medida, pero sí acumula ya tres meses consecutivos de mejora tras la debacle de diciembre que situó el porcentaje en un 13,61%, un récord histórico que hizo resquebrajarse la estabilidad de todo el sistema financiero español. Sin embargo, parece que aquello fue el suelo y a partir de ahí hemos empezado a mejorar.

Una mejora que no se debe a la bonanza económica, y ese es el problema que hace que los datos se tengan que observar con cierta relatividad, y es que todo apunta a que la mejora de la morosidad se debe simplemente a que todos los créditos problemáticos han sido eliminados de la contabilidad, o bien porque han sido enviados al banco malo recubiertos de cualquier tipo de subterfugio contable-financiero, o bien porque las entidades financieras han aceptado la dación en pago, quedándose con la vivienda y anulando la vigencia del préstamo.

Por tanto, datos positivos sí, pero no para echar las campanas al vuelo, porque es evidente que la economía de la calle sigue en números rojos por todos lados y que nada apunta a una solución en breve, más bien al contrario, porque todos los problemas que parecían coyunturales corren el riesgo de convertirse en estructurales, y con ello alargar la agonía de nuestra economía.

Ahora bien, es evidente que que diferentes sectores, principalmente los afines al gobierno, verán estos datos como el comienzo de la recuperación y ello puede que provoque la perpetuidad de la situación que estamos viviendo, porque no hay nada peor que no querer ver la realidad engañándose con datos falaces que sólo aportan una realidad parcial, una visión particular de una situación general que nos sigue hundiendo a todos.

La letra pequeña de la eliminación de las cláusulas suelo

La banca siempre gana

La banca siempre gana


La banca siempre gana, es un dicho popular que tiene su claro fundamento en el hecho de que las entidades financieras nunca pierden, siempre ganan o, al menos, empatan, como se ha demostrado en esta crisis financiera-inmobiliaria en la que todavía estamos inmersos. A pesar de haber causado verdaderos destrozos en la economía mundial, las entidades financieras están saliendo con igual o mayor fuerza de la que tenían originalmente.

De la misma forma está sucediendo con la debacle de las cláusulas suelo. Tras la alegría inicial de los consumidores con el hecho de que casi todos los tribunales les dieran la razón sobre lo abusivo de su existencia, ahora se están tirando de los pelos porque puede que esté siendo peor el remedio que la enfermedad.

Las cláusulas suelo solo afectaban a un momento circunstancial de la vida de la hipoteca, que era cuando el Euríbor bajaba por debajo de ese límite que se había fijado por contrato. Sin embargo, las entidades financieras están compensando este riesgo de no tener un suelo en las cuotas que cobran a sus clientes con diferenciales mucho más elevados.

Esto provoca que en lugar de que los hipotecados nos viéramos perjudicados unos años ahora nos vemos perjudicados permanentemente. Un perjuicio que irá a más a medida que el Euríbor vaya creciendo, y ya lo ha hecho. Hasta ahora estos diferenciales tan elevados no están causando mayor perjuicio porque el bajo nivel del indicador está permitiendo enmascararlo, pero, ¿qué sucederá cuando el Euríbor se dispare al 5%. Pues que volveremos a tipos de interés más propios de los primeros 80.

En definitiva, hay un dicho que recuerda que hay que tener cuidado con lo que se pide, porque puede llegar a cumplirse, y algo así pueden estar pensando todas las organizaciones que en su día lucharon, con todo el derecho del mundo, por la eliminación de las cláusulas suelo y que ahora se encuentran con que, en el fondo, han terminado por perjudicar a sus propios usuarios.

Así que en el futuro mejor será que partamos de la base de que la banca siempre gane y que intentemos aclimatarnos a estas reglas de juego, en lugar de quemarnos con peticiones que a la larga nos son claramente perjudiciales.