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Hipotecas y funcionarios

Funcionario del Servicio de Aguas amenazando al Banco de Santander

Funcionario del Servicio de Aguas amenazando al Banco de Santander

Por fin he encontrado el dato: en España hay 2.950.000 funcionarios dependientes de las distintas, solapadas, suplicadas y omnipresentes administraciones públicas. A estos hay que añadir quinientos mil empleados públicos más, aproximadamente, dependientes de distintos saraos, empresas públicas, institutos del no sé qué y otros cargos discrecionales de nombramiento digital a cargo de las Comunidades Autónomas.
Un dato clave que hay que añadir es el hecho de que al menos la mitad de estos funcionarios tienen más de 50 años, con lo que la administración puede reducir su número por el simple procedimiento de no convocar oposiciones para relevarlos a medida que se vayan jubilando,  pero eso podría tener graves consecuencias a nivel bancario, hipotecario y económico, sin entrar siquiera a valorar el efecto de esta medida en los servicios que presta la administración.
La cuestión es que los funcionarios son considerados la base económica de nuestro sistema, pues al contar con sueldo fijo y trabajo estable, suponen uno de los puntales de la estabilidad de las inversiones. Los bancos dan hipotecas a los funcionarios porque saben que no se quedarán sin trabajo, y si su número disminuyese, bajaría la calidad conjunta de las hipotecas concedidas por la banca española.
Nos encontramos, por tanto, ante el dilema de averiguar qué es mejor: si que unos pocos tengan más seguridad y mejores condiciones laborales que el resto, y que el sistema permanezca más o menos estable, o aumentar la precariedad global reduciendo funcionarios, lo que nos abarataría los gatos pero volvería más inseguras nuestras hipotecas y nuestro sistema bancario.
¿Cómo lo veis?

La frustración de ganar la lotería de las Viviendas de Protección Oficial

La dama de la injusticia

La dama de la injusticia

Varios medios se han hecho eco de esta situación que se está produciendo de manera cada vez más generalizada en nuestro país. Se trata de parejas adjudicatarias de Viviendas de Protección Oficial, tras ganar la lotería correspondiente en su respectiva Comunidad Autónoma, que no pueden acceder a dicha vivienda porque son incapaces de encontrar hipoteca.

Imagínate el drama. Meses y meses esperando y presentando miles de documentos, enfrentándote a la burocracia más absurda, valga la redundancia, y tras llevarte la alegría inicial de obtener una vivienda te encuentras con el drama de que no puedes acceder a ella porque no encuentras hipoteca.

Y es que el cierre de grifo de los bancos o cajas sigue siendo palpable. Se han cerrado en banda y sólo conceden hipotecas a aquellas familias de una solvencia demostrada, con unos ingresos suficientes como para hacer frente a las cuotas de manera desahogada y permanente.

Lo cuál entra en contradicción con el concepto de Vivienda de Protección Oficial. Se supone que para poder acceder a participar en el sorteo de este tipo de viviendas debes de encontrarte en una situación económica determinada, con un techo de ingresos anuales.

Pero luego ese techo de ingresos te supone un impedimento delante del banco, al menos en estos momentos, que no se arriesga a darte la hipoteca porque no confía que puedas hacer frente a los pagos ahora, o en el futuro. Por tanto, te exigen “ser pobre” para lograr una Vivienda de Protección Oficial, y “ser rico” para poder pagarla.

La solución a este problema es sencilla siempre y cuando se aplique con responsabilidad. Bastaría con que la Administración regional correspondiente sirviera de garante del pago de las cuotas, como viene haciendo en la Bolsa Pública de Alquiler.

De esta forma, el banco tendría una garantía de pago y no le importaría conceder la hipoteca a este tipo de familias, mientras que estas últimas podrían acceder a la Vivienda de Protección Oficial que han ganado en el sorteo.

Esa es la única forma de que no se produzca un embudo administrativo, propiciado por el limbo en el que quedan esas viviendas, amén de la injusticia que supone que no las puedan ocupar sus ganadores en lícito sorteo.

El “Robin Hood” de los ricos

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Los hechos se iniciaron en 2002, pero no fue hasta 2007 que se empezaron a conocer en la cúpula directiva de Caja Granada, que, inmediatamente, despidió al personaje e inició acciones legales contra él, que ahora, por fin, llegan a los tribunales.

La verdad es que la cosa hubiera sido de agradecer si lo hubiera hecho con los particulares, pero lo hacía con los promotores inmobiliarios, lo cuál da a entender que algún beneficio se llevaría, ¿no crees?, seguro que estos servicios tan interesantes eran bien recompensados.

El interfecto, que responde a las iniciales de R.M.H. (si eres de Granada, vete pensando como se llamaba el director que firmó tu hipoteca), cancelaba las hipotecas que los promotores tenían sobre los edificios que construían sin recibir el dinero para ello, o recibiendo una cantidad inferior a la estipulada en el préstamo. Pero no lo hacía de cualquier forma, no, sino que levantaba acta notarial y todo.

Lo que es sorprendente es que fuera capaz de hacerlo durante varios años antes de que nadie se empezara a dar cuenta, ¿te imaginas el dinero que se puede haber llevado a través de esta práctica? Y lo que es peor, ¿qué tipo de controles tiene la banca sobre estas cosas?

Porque, claro, puestos a pensar, cuando le entregamos el dinero al Director de nuestra sucursal suponemos que lo destinará al pago de nuestra hipoteca, pero visto lo visto vete tú a saber lo que hace con ese dinero. Imaginemos que cuando recibe el dinero de nuestra parte no lo dedica al pago de nuestras cuotas, y luego llega el banco y nos las exige, reclamando el impago.

Es realmente sorprendente el hecho de que entidades que manejan tantísimo dinero tengan estos agujeros por los que se pueden escapar tipejos como este y ganarse un sobresueldo de manera fraudulenta. Una vez escuchada esta noticia ya nadie se puede sorprender de que se vendieran unas a otras las hipotecas basura y que nadie se diera cuenta de nada hasta que no estalló la burbuja inmobiliaria.

Espero, por el bien de todos, que el tribunal imponga una sentencia ejemplarizante para que no haya tentaciones en el futuro, porque si no la situación se puede ir de las manos en un sistema económico basado, casi al 100%, en el sector financiero.

Ejecuciones de pisos

Ejecuciones...

Ejecuciones...

Lo siento, pero no he conseguido enconrtrar una foto en la que estén fusilando un inmueble. Ni siquiera un local comercial, así que os tenési que conformar con la tapia de un cementerio, símbolo siniestro donde los haya.

Carguen, apunten, fuego.

A lo que estamos: la tercera parte de todas las ventas de viviendas registradas este año son ejecuciones bancarias. Todo el rollo sobre el despegue del número de transacciones se reduce al final a este truco macabro. O sea, que cuando nos cuentan que se han vendido tantos o cuantos pisos, hay que tener en cuenta que un tercio de esa cifra se debe a embargos, daciones en pago y otros procedimientos por los que el piso cambia de manos… pero para ir a parar a las manos del banco. Por supuesto, los genios que contabilizan simplemente el número de pisos escriturados no caen en la cuenta, o no quieren caer, de que también están en esa lista los pisos que caen en las garras de los ejecutores.

La estadística es lo que tiene: que nos dicen que a principios de este año se transmitieron 41.000 viviendas, y se anunció a bombo y platillo que eso suponía casi un 20 % más que el año anterior, lo que demostraba que el sector inmobiliario e hipotecario estaba alzando el vuelo, cantando el aleluya y secándose el pelo para salir de baile.

Luego, analizado en detalle, el dato nos indica en realidad que se ha vendido un 10 % menos de viviendas que el año anterior pero se ha disparado el número de embargos, daciones y ejecuciones hipotecarias.

¿Cómo lo veis?, ¿por qué no explican este tipo de cosas?

¿Puede ser cierto, como dicen algunos, que el hecho de que los bancos empiecen a aceptar daciones significa que tienen esperanza de vender esas viviendas?, ¿o no será, por contra, que quieren amarrar lo que puedan antes de que el descalabro sea completo?

Por mi parte, no veo clara la mejoría por ningún lado. Ni siquiera en los carteles de se vende pegados en las ventanas. No sólo no disminuyen, sino que cada vez amarillean más…

Quizás de miedo.

 

Se acabó la crisis inmobiliaria, al menos en Madrid

Todos a construir, que hacen falta más viviendas

Todos a construir, que hacen falta más viviendas

Fíjate tú que sorpresa. Con media España quejándose del exceso de viviendas y de lo que tardará el mercado en ajustarse y ahora aparece Galindo, José Manuel Galindo, que hace las veces de Presidente de la Patronal de los promotores inmobiliarios en Madrid, Asprima, y dice que en Madrid no es que haya exceso de viviendas, es que hace falta construir más, ¡qué alguien me lo explique!

Parece ser que según sus datos sólo hay unas ocho mil viviendas construidas y vacías, aunque el Ministerio de Vivienda maneja otros datos. En concreto, el último informe del Ministerio habla de 50.000 viviendas ya terminadas y sin comprador en la Comunidad de Madrid.

Sin embargo, Galindo sostiene que incluso tomando como cierta esta cifra del Ministerio el ajuste de oferta y demanda está ya realizado, porque según un estudio de la Universidad Complutense de Madrid la demanda de viviendas en la región asciende, precisamente, a esos 50.000 inmuebles.

Por tanto, la oferta está cubierta con la demanda, e, incluso, las más de 17.000 viviendas en construcción en la Comunidad en estos momentos formarían parte del stock técnico necesario para el buen funcionamiento de cualquier mercado.

Manejando estas cifras, Asprima sostiene que es necesario incrementar el volumen de viviendas construidas en Madrid, para poder hacer frente de una manera efectiva a la demanda de la región, y se queja de la falta de financiación que están encontrando los promotores de las entidades de crédito.

Por lo que se ve no somos sólo los consumidores de a pie y las pequeñas empresas los que estamos sufriendo las consecuencias del cierre del grifo que están utilizando los bancos como política comercial, y los promotores también están sufriendo las consecuencias.

Supongo que serán ciertos los datos que maneja Galindo, y si lo piensas tiene hasta cierta lógica. La sobreoferta de viviendas se ha producido sobre todo en la costa, donde la gente solía adquirir su segunda residencia, una segunda residencia que en los tiempos que corren carece de toda razón de ser. Pero la primera residencia es necesaria para la vida en sí, así que nadie puede prescindir de ella, como mucho decantarse por el alquiler pero poco más.

El pueblo se une para luchar contra la injusticia hipotecaria

El pueblo unido jamás será vencido

El pueblo unido jamás será vencido

Dice la teoría de la democracia que en las elecciones elegimos a nuestros representantes para que promulguen las leyes que demandamos como pueblo, pero del dicho al hecho hay un buen trecho, y al final nuestros representantes promulgan leyes al antojo de los grupos de interés, que son los que, al final, ponen y quitan cargos públicos.

La aparición de la crisis inmobiliaria no ha hecho más que confirmar esta situación, con peticiones desde diversos ámbitos para que los políticos tomaran medidas en favor del pueblo, y no de las entidades financieras (por ejemplo, Obama ha prohibido los embargos en Estados Unidos), pero todas estas peticiones han caído en saco roto, por la sencilla razón de que no provenían de un grupo de presión.

Pero hartos ya de esta situación, ADICAE Cataluña ha decidido recurrir a una figura jurídica poco conocida en nuestro ordenamiento, aunque sí muy utilizada en otros países, como es la Iniciativa Popular Legislativa, que, entre otras cosas, dio pie a la prohibición de las corridas de toros en esa Comunidad.

La principal propuesta que quieren incluír en esta ILP es la dación en pago como figura exigible en todo contrato de préstamo hipotecario, así como también una ley de sobreendeudamiento, que prohiba a las famlias sobrepasar cierto umbral de deuda.

Si el asunto prospera, tendrá el apoyo de la mayoría de la población que sigue ahogada por la situación crítica en la que se ha visto envuelta sin comerlo ni beberlo, por la excesiva especulación de las entidades financieras por medio mundo.

Sin embargo, no hay que olvidar la parte de responsabilidad que todos los ciudadanos tenemos en nuestra propia situación. Durante la época de burbuja inmobiliaria, todos quisimos vivir por encima de nuestras posibilidades, y los bancos y cajas se limitaron a alimentar un sentimiento que ya teníamos en nosotros.

Hoy, sobreviven sin problemas las familias que supieron administrarse adecuadamente y no cayeron en la vorágine consumista de la compra impulsiva de viviendas. Por ello, no hay que caer en la excesiva regulación y apelar a la responsabilidad personal de los ciudadanos.

El Parlamento, eso sí, debe de evitar que las entidades de crédito tengan las herramientas, que han tenido durante estos meses, para abusar de estos ciudadanos. Y como el Parlamento no lo ha hecho por sí mismo, es interesante que surgan iniciativas como la IPL.

¿Sabemos algo en realidad sobre cómo evolucionan las hipotecas?

A veces las brujas nos cazan a nosotros...

A veces las brujas nos cazan a nosotros...

A veces creo que no, que estamos a oscuras, o que nosotros mismos nos nublamos el pensamiento a fuerza de estar atentos a las noticias, los gráficos y la evolución del Euríbor. Hay gente, incluso, que cree que la constante información desorienta, y ese puede ser nuestro caso. Por eso en este blog tratamos de hablar de todo un poco aunque nuestro tema principal sea el hipotecario.

Sobre este asunto, se realizó hace unos años un curioso experimento: se  mostraba a dos grupos de personas una imagen desdibujada de una boca de incendios, siempre lo bastante borrosa como para que no fuese reconocible.  En el primer grupo, iban aumentando poco a poco la resolución de la imagen en diez pasos. En el segundo, lo hacían más deprisa, en cinco pasos, de tal modo que sólo se les mostraban las imágenes pares de las que veía el primer grupo.

Cuando se llega al punto en que ambos grupos han visto la misma imagen, por ejemplo cuando el primero va por la sexta imagen y el segundo por la tercera, resulta que es mucho más probable que los miembros del segundo grupo, que han visto menos fotos, identifiquen lo que están viendo. Pero no un poco más probable, sino mucho más probable.

De esto parece deducirse que cuanta más información  tenemos, menos conocemos las cosas, porque las hipótesis que vamos formulando por el camino nos restan capacidad de análisis de la siguiente información. El problema es que tratamos nuestras ideas preconcebidas, o nuestras hipótesis y conclusiones preeliminares como si fueran bienes, y nos cuesta deshacernos de ellas, por lo que se van convirtiendo poco a poco en un lastre.

Quizás esto sea también el origen de la gran crisis hipotecaria que padecemos y del batacazo bancario que al precedió: demasiada gente estaba  aferrada a sus ideas preconcebidas sobre que “los pisos no bajan nuncca”, y se informaba demasiado a menudo sobre las alzas constantes en los precios como para darse cuenta de lo que tenía que llegar irremediablemente.

En estos momentos, quizás vayamos por el mismo camino. O sea que ojo. Información, toda, pero sin perder la perspectiva y manteniendo una mínima higiene mental. De lo contrario acabnaremos creyendo que el coste de una hipoteca es sólo lo que nos cobra el banco. Y hay otros. Muchos otros.

Las hipotecas de mal en peor

¿Te acuerdas cuando los bancos te entregaban las casas en la palma de tu mano?

¿Te acuerdas cuando los bancos te entregaban las casas en la palma de tu mano?

Está claro que nos pueden vender tantas motos como quieran, pero los datos estadísticos nos acaban dando la razón a nosotros, al pueblo llano, a los que seguimos viendo que las cosas están todavía mal, muy mal, a los que seguimos viendo como nuestros amigos se quedan en paro y las tiendas de nuestro barrio siguen cerrando.

Aunque los últimos datos macroeconómicos nos habían hecho creer que la recuperación económica era inminente, ahora ha llegado “Paco con las rebajas” y el Instituto Nacional de Estadística ha hecho público los datos de hipotecas firmadas del mes de julio.

Y los datos son más que esclarecedores. Por tercer mes consecutivo, el número de hipotecas firmadas ha descendido. En concreto, durante el mes de julio de 2010 ser firmaron un 6,8% menos de hipotecas, en comparación con el mismo mes del año anterior.

Este dato es más que relevante, si se tiene en cuenta que en julio de 2009 estábamos en un punto álgido de la crisis inmobiliaria y financiera y apenas se firmaban contratos de compra-venta, ni, claro está, hipotecas.

Bien es cierto, por otro lado, que sí que parece que hemos superado lo peor. Si nos atenemos a los datos de junio, observamos que el número de hipotecas firmadas crece en julio un 0,8%, con respecto al mes anterior, que no es gran cosa, pero tal como estamos es suficiente.

Otro indicador que nos puede marcar el comienzo del fin de las vacas flacas es el valor de las hipotecas. Se firman menos hipotecas, pero el volumen global de éstas es mayor, concretamente un 6%, lo que viene a demostrar que el precio de la vivienda ha llegado, en términos generales, a su nivel más bajo y que ahora se encuentra en progresión alcista.

De todas formas, no se pueden sacar conclusiones concluyentes al amparo de estos datos de julio publicados ayer por el INE, porque se trata de valores coyunturales y en situación de inestabilidad.

Habrá que seguir analizando estos valores en lo que queda del año para poder llegar a afirmar si nos encontramos en recuperación, o si, como da la impresión en la calle, todo es un cuento chino, y seguimos en las catacumbas de la crisis.

Propuestas y más propuestas para cambiar la Ley de Economía Sostenible

Sí, nosotros tampoco lo entendemos

Sí, nosotros tampoco lo entendemos

Si ha habido un invento curioso en esta legislatura de Zapatero, y mira que tengo donde elegir, ha sido la Ley de Economía Sostenible, una especie de cajón de sastre en la que se ha metido todo lo habido y por haber, todas las cuestiones económicas y sociales. Más que la Ley de Economía Sostenible se tenía que haber llamado la Ley del Ahorro Burocrático.

En cualquier caso, y entre todas esas cosas que han ido dentro de esta ley, hay aspectos que nos interesan a nosotros, aspectos relacionados con la vivienda, y a las que el resto de partidos políticos han lanzado enmiendas rectificativas de ciertos aspectos polémicos.

Por ejemplo, el Partido Popular ha propuesto que se mantenga la deducción por la compra de vivienda para todos los ciudadanos, y no sólo para aquellos que cobren menos de 24.000 euros anuales. La esencia de la eliminación de esta deducción es el fomento del alquiler, pero mucho me temo que la cultura de la compra seguirá en nuestra sangre a pesar de que no podamos deducir nada por ella.

También es cierto, sin embargo, que la deducción ha sido trasladada al precio durante todos los años anteriores, y al final el consumidor se deducía lo que pagaba de más al constructor, que era el que realmente ganaba.

Por otro lado, CiU y el PNV han propuesto que se exijan seguros de desempleo y seguros de morosidad en las hipotecas. Lo que no han dejado claro es quien tendría que pagar esos seguros, porque mal vamos si los tuviera que pagar el consumidor.

La idea que proponen es que para todas las hipotecas concedidas por encima del 70% del valor de la vivienda se tenga que contratar un seguro por si se producen impagos. De la misma forma, el seguro de desempleo cubriría posibles momentos sin trabajo de los titulares de la hipoteca.

Todas estas ideas, y otras que no están relacionadas con el mundo de la vivienda y de las hipotecas, se están debatiendo estos días en el Parlamento. Unas saldrán adelante y otras no, pero lo sorprendente es que ningún telediario esté hablando de ello, ocupados como están en los sucesos nuestros de cada día y en el desfile de modelos de cualquier pasarela alrededor del mundo.

¡Cuánto mejor nos iría si las noticias nos ofrecieran la información que realmente nos importa!

A por la “dación en pago”

Tú me das una casa, y yo te cancelo la deuda

Tú me das una casa, y yo te cancelo la deuda

Desde la Plataforma de Afectados por la Hipoteca llevan un tiempo luchando por conseguir un objetivo que, al principio, parecía imposible, pero que, poco a poco, va cobrando forma ya que han conseguido que, al menos, se discuta en el Parlamento sobre ello.

Esta asociación de consumidores y usuarios de hipotecas solicitan que el régimen jurídico español se equipare al de otros países europeos, y, sobre todo, al de Estados Unidos, un verdadero referente en este aspecto, a la hora de finalizar el trámite de embargo por parte de la entidad financiera.

En España, cuando el banco o caja ejecuta la hipoteca se queda con la vivienda en propiedad, pero ahí no termina la deuda del usuario con la entidad. La deuda seguirá existiendo por la diferencia entre el valor restante de la hipoteca y el valor de venta del inmueble en subasta pública, lo cuál provoca que, al ser, normalmente, un precio de venta bajo, siga existiendo una deuda importante.

Lo que piden desde la Plataforma, y están cargados de razón, es que la deuda finalice con la entrega de la vivienda, lo que jurídicamente se conoce como “dación en pago”. Es decir, que una vez que el banco se queda con la vivienda la deuda quede zanjada, por lo que el daño que recibe el consumidor es menor.

Sin embargo, no están pidiendo esta figura para todas las hipotecas, que en mi opinión sería justo, sino que lo solicitan para los “deudores de buena fe”, es decir, aquellos deudores que pudieran probar fehacientemente su incapacidad para hacer frente a los pagos de las cuotas, y, siempre, para primera residencia, evitando así posibles fraudes y especulaciones.

Con un poco de suerte estas propuestas saldrán adelante, por parten del sentido común, y en breve conseguiremos tener un régimen jurídico con cierta lógica, con cierta equidad entre las entidades financieras y los usuarios, porque actualmente la balanza está claramente inclinada hacia las primeras, que tienen toda la situación bajo control y la sartén claramente agarrada por el asa, haciendo lo que les viene en gana.

Es de agradecer que, ante la falta de firmeza de los legisladores españoles, aparezca un grupo de ciudadanos dispuestos a hacer valer sus derechos y a exigirlos siguiendo los cauces democráticos.

La hipoteca y el factor demográfico

El caso es parchear...

El caso es parchear...

Está claro: sobran pisos porque no se venden los que hay, y también, hay que decirlo, porque algunos que estaban siendo ocupados por inmigrantes van quedando vacíos a medida que algunos extranjeros regresan a sus paises ante la mala situación que padecemos. A esto se le llama un movimiento procíclico: en los buenos tiempos hacen falta más viviendas, y en los malos se desocupan las antiguas y quedan sin vender las recién construidas.

Creo que ya he dicho alguna vez que la salvación del sector inmobiliario sólo puede venir por el aumento de la natalidad o el aumento de los divorcios. Bromeo, por supuesto, pero procuro decir algo de verdad también en las bromas: el hecho es que el tamaño de la unidad familiar y su progresiva desintegración ha tenido mucho que ver con el auge inmobiliario y de las hipotecas que hemos “disfrutado” los años anteriores.

Cuando una familia se convierte en dos, por un divorcio, se necesitan dos pisos en vez de uno. Cuando la gente prefiere vivir sola a compartir piso, se necesitan más viviendas. Todo eso es tan obvio como que el sector de la construcción podría reflotarse por el simple método de ayudar a los jóvenes a emanciparse.

Si hubiese verdaderas ayudas para que los jóvenes salieran de casa de sus padres, o se consiguiese de algún modo que en España no viviera la gente con sus padres hasta los treinta años, tendríamos media crisis solucionada.

Pero en un país donde el paro juvenil es el 40 % y el nivel educativo sigues desplomándose sin que nadie sepa dónde puede acabar, es muy difícil que las generaciones más jóvenes entren en el mercado laboral, y si no entran en el mercado laboral, no se emancipan, no demandan la viviendas que deberían demandar, no cotizan ala seguridad social y no tienen hijos que sirvan de reemplazo en el futuro.

¿Os dais cuenta de qué clase de desastre estamos describiendo?

A veces las raíces de una crisis como esta son mucho más profundas que cuatro pufos bancarios y un exceso de alegría a la hora de gastar.

 

 

Crece la venta de viviendas en julio, o eso dicen las estadísticas

Las estadísticas mienten más que hablan, si no se leen bien

Las estadísticas mienten más que hablan, si no se leen bien

Las estadísticas, estadísticas son y tienen sus limitaciones, sus restricciones, que hacen que tengan que ser leídas con atención y entendidas con perspectiva para no tomarlas al pie de la letra, lo cuál llevaría a un engaño evidente.

El ejemplo más claro es la estadística del INE sobre la venta de viviendas. Ayer el Instituto de Estadística publicó los datos del mes de julio y todo apuntaría a que el sector se está recuperando a pleno pulmón.

Con respecto al mes de julio del año 2009 se ha producido un incremento del 16,4%, mientras que si se realiza la comparación con los datos de junio la mejora es de un 17,5%.

A priori, parece que la situación es buena, mejor, incluso, si tenemos en cuenta la subida del IVA del 1 de julio, lo cuál nos podría llevar a concluir que el sector está creciendo a pesar de esta subida impositiva.

Sin embargo, hay que saber analizar la conformación de la estadística, ¿qué datos se utilizan para realizar estas cifras?

La estadística que publica el INE sobre la compra-venta de viviendas se realiza a partir de los datos ofrecidos por los colegios de registradores de vivienda de España, es decir, que refleja las viviendas registradas.

¿Y cuándo se registran las viviendas?

Nunca en el momento de compra-venta, sino, al menos, un mes después, por lo que los datos de julio no reflejan necesariamente la compra-venta de ese mes, sino, como mínimo los datos del mes de junio, previo a la subida del IVA.

Por tanto, podemos sacar una conclusión diferente, podemos destacar que este dato refleja como se aprovecharon los últimos momentos previos a la subida para formalizar cuantas más operaciones inmobiliarias mejor.

En ese sentido nos llevaría a aguardar el dato del mes de agosto, con el cuál obtendríamos la realidad aproximada de las operaciones realizadas durante el mes de julio.

Como siempre, las estadísticas tomadas puntualmente no nos aportan nada más que confusión, a no ser que sean analizadas con detenimiento y conociendo el origen de los datos. Las estadísticas, para que sean válidas, deben de ser analizadas en el largo plazo, con series largas que eliminen los factores coyunturales.

Por tanto, hasta que empecemos a conocer datos reales de este segundo semestre del año no sabremos como ha afectado realmente la subida del IVA.