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Nos ahogamos en nuestra propia irresponsabilidad

Nadando en el fondo del mar

Nadando en el fondo del mar

Así, dicho de esa manera, suena hasta gracioso porque por mucho que nos pongamos a pensar nos costará imaginarnos lo que en realidad significa una hipoteca underwater, pero ahora bien, después de que conozcamos el significado, o al menos el significado que se le da, ya empezaremos a echarnos a temblar.

Se está llamando hipoteca underwater a esas hipotecas cuya deuda está por encima del valor actual de mercado de la vivienda, es decir, imaginemos una hipoteca de la que todavía queda por pagar, por ejemplo, 200.000 euros, mientras que el valor de mercado de la vivienda sobre la que se constituyó dicha hipoteca se encuentra en los 160.000 euros. Es decir, la deuda es mayor que el valor.

Y el problema es que estas hipotecas underwater están proliferando en nuestra economía de manera exponencial, ya que la caída de precios que se ha producido a consecuencia de la actual crisis económica está haciendo que todas las hipotecas que se concedieron por el 100% del valor de tasación (y no digamos las que lo hicieron al 120%), estén quedando fuera de juego.

Porque si entre todos los que jugamos el juego hipotecario, es decir, bancos y ciudadanos, nos hubiéramos fijado el 80% del valor de tasación como el máximo posible para la concesión de una hipoteca ahora no estaríamos con este problema, porque ese margen del 20% se hubiera encargado de absorber la caída de precios.

Pero los bancos querían vender más y más hipotecas, y nosotros queríamos más y más dinero para poder comprar casas más grandes, coches mejores y muebles más modernistas, el problema es que estas situaciones de vivir en el aire acaban por terminarse y luego hay que pagar las consecuencias de las mismas, como nos está sucediendo en estos momentos.

Y el problema principal es que aunque un ciudadano consiga vender su vivienda no podría, en ningún caso, pagar la totalidad de la hipoteca que todavía tiene, con lo que se quedaría sin vivienda pero con deuda, de la misma forma que las entidades bancarias no aceptarían, bajo ninguna circunstancia, la dación en pago por debajo del valor de la deuda hipotecaria.

Lo que significa la palabra déficit

Razón por las que se reformó la Constitución.

Razón por las que se reformó la Constitución.

A raíz del atropellado proceso para la reforma de nuestra Constitución, he escuchado estos días montones de voces alzándose en un clamor de queja sobre la destrucción de los servicios sociales, la pérdida de la soberanía popular y la puñalada por la espalda al Estado de derecho ay a los derechos de los más desfavorecidos.

En parte estoy de acuerdo con estas voces, sobre todo cuando se quejan de que la reforma se ha hecho mal y con prisas, y que el mes de agosto no es momento para estas urgencias, y menos a tan solo tres meses de las elecciones.

Lo que ya no entiendo es lo del ataque a los derechos sociales, el cabreo de la izquierda y todas las protestas contra el recorte del déficit. De hecho, leyendo y escuchando muchas de estas opiniones me quedo con la duda de si la gente sabe lo que es el déficit.

Porque el déficit no es le gasto. Se puede y se debe seguir gastando en servicios sociales, en educación en sanidad y en cobertura al desempleo. Se tienen que seguir implementando políticas de redistribución, etc. Pero todo eso es gasto. El déficit, simple y llanamente, es gastar más de lo que se ingresa, y eso se tiene que cortar de algún modo porque no se puede gastar más de lo que se ingresa de manera indefinida.

Los que se oponen a que se regule el déficit se oponen a que se obligue a cuadrar alguna vez las cuentas. Porque lo que el nuevo artículo dice es que puede haber déficit algunas veces, pero no siempre. No eternamente. O sea, que el nuevo artículo dice lo que diría nuestra abuela, más o menos.

Si no hacíamos algo así, las hipotecas seguirían descendiendo en nñumero y cantidad prestada, el Estado acapararía cada vez más parte del flujo monetario y los políticos de hoy seguirían gastando a manos llenas los impuestos del futuro, porque el déficit, a ver si caemos en ello, es eso: gastarse hoy los impuestos del futuro.

¿Y algo más antidemocrático que dejar a los votantes futuros sin capacidad de decisión?

Ni bueno, ni malo, sino todo lo contrario

España de vacaciones y el Euribor a lo suyo

España de vacaciones y el Euribor a lo suyo

Recién nos pilla de regreso de las vacaciones y nos encontramos con el cierre del Euribor en el mes de agosto en la pantalla del ordenador, y la verdad es que no sabemos si alegrarnos, llevarnos las manos a la cabeza, o simplemente pasar del tema con toda la paciencia que podamos.

Y es que el cierre del Euribor en agosto ha sido del 2,097%, en tasa media mensual, lo que supone una caída de 0,86 puntos porcentuales con respecto al mes de julio, algo que debería de llenarnos de alegría, si no fuera porque es algo que no nos sirve para nada, se mire por donde se mire.

Porque lo único que importa a la hora de calibrar el impacto que el Euribor, o su modificación, puede tener en nuestras vidas es la comparación interanual, y en ella poco o nada podemos alegrarnos, ya que si tenemos en cuenta que el Euribor cerró el mes de agosto de 2010 en el 1,42% nos enfrentamos a un incremento de 0,68 puntos porcentuales, similar a todos los incrementos que hemos estado teniendo a lo largo del año, lo que provocará una subida de las cuotas hipotecarias entre 50-60 euros.

Un escenario nada positivo, si tenemos en cuenta que cada vez hay más gente sin recibir ningún ingreso mensual, ya que a la elevada tasa de paro que seguimos sufriendo se le añade ahora que las prestaciones y las ayudas que muchas familias estaban recibiendo están llegando a su fin, con lo que la situación se vuelve dramática.

Si a ello le añadimos que el BCE subirá los tipos de interés para la zona Euro en septiembre o en octubre, no nos queda más que echarnos a temblar, porque ello hará que el Euribor siga su tendencia al alza sin solución de continuidad provocando una auténtica quema.

En definitiva, que llegamos de vacaciones, tan felices que estábamos, y nos encontramos con que poco o nada ha cambiado, el Euribor sigue haciendo de las suyas, el paro sigue creciendo y los mercados siguen manejando el cotarro. Si lo sé no vengo y me quedo en la playita tostándome al sol.

El Santander se lanza a la caza de los indignados

Así, sí, Botín, así sí

Así, sí, Botín, así sí

Si hay algo que no se le puede negar al Banco Santander es su capacidad para detectar las necesidades de sus clientes y tratar de satisfacerlas. De esa manera se ha convertido en uno de los principales grupos financieros a nivel mundial y así intenta captar ahora las voces de las reivindicaciones del 15-M.

Uno de los principales fundamentos del movimiento de ‘indignados’ es conseguir que las entidades financieras colaboren en el pago de la crisis, permitiendo que las familias con mayores problemas económicos reales puedan hacer frente a sus deudas sin morir en el intento.

Pues bien, el Banco Santander, sabedor de la repercusión que una medida de este tipo tendría en los medios, ha lanzado una carencia de hasta tres años para las hipotecas de sus clientes con problemas económicos, para que puedan seguir afrontando sus pagos mensuales y no caer en situación de impago.

Durante este período de carencia, los hipotecados no tendrán que amortizar capital, y sólo pagarán intereses, con lo que la cuota mensual se reducirá de manera significativa, pudiendo llegar, en algunos casos, hasta el 50% de la misma, o incluso más en los períodos finales de amortización hipotecaria.

Eso sí, para poder beneficiarse de este período de carencia será necesario justificar una pérdida de ingresos de, al menos, el 25%, que bien puede haberse dado por una situación de desempleo, por una reducción en la jornada laboral o en el salario, o bien en una reducción en los ingresos de los autónomos.

Un porcentaje realmente sencillo de alcanzar, porque bastará con que en un matrimonio uno de los cónyuges se haya quedado en situación de desempleo para poder alcanzar ese 25%, y en estos momentos casos de ese estilo abundan en nuestro país.

Habrá que esperar ahora la respuesta del BBVA, porque en los últimos años la guerra entre los dos principales bancos de nuestro país ha sido una lucha de acción y reacción, ya que a cada nueva acción del Banco Santander le ha seguido una reacción del BBVA, y viceversa, con lo cuál, al final, acabamos ganando todos los consumidores y usuarios de ambos bancos.

La dación en pago temporal, la propuesta de moda

Una ventana de esperanza a los hipotecados

Una ventana de esperanza a los hipotecados

Como todo en la vida, los debates sociales también se mueven por modas y ahora estamos de lleno en la moda de la dación en pago temporal que ha sido propuesta desde diferentes puntos como una solución que podría evitar el drama social de las ejecuciones hipotecarias.

Esta dación en pago temporal no sería más que abrir un espacio de tiempo en el que los hipotecados pudieran acogerse a la dación en pago, de manera que pudieran entregar su vivienda a cambio de cancelar la deuda hipotecaria mantenida con la entidad financiera.

Pero la dación en pago temporal no sería barra libre para todos, sino que sería selectiva, de manera que los hipotecados que quisieran acogerse a ella tendrían que cumplir una serie de requisitos económicos, por lo que estaríamos hablando de una dación en pago temporal y selectiva.

Con esta figura se pretendería resolver los casos más extremos y problemáticos, de forma que las familias con mayores problemas financieros estuvieran en disposición de entregar su vivienda, cancelar su deuda y poder empezar de cero.

Sin embargo, no han faltado voces en contra de esta propuesta, ya que consideran que podría incentivar la morosidad. En un momento en el que el valor real de mercado de muchos inmuebles está por debajo de la deuda hipotecaria mantenida a muchos hipotecados les compensaría entregar la vivienda a cambio de cancelar la deuda, aunque su situación económica no fuera extrema.

Esta sería, por otro lado, la única manera que las entidades financieras podrían llegar a aceptar, aunque a regañadientes, una dación en pago retroactiva, es decir, aplicable a hipotecas ya formalizadas.

Incurrirían en pérdidas, no hay duda, pero podrían ser compensables con el hecho de evitar el desprestigio en el que están incurriendo por las imágenes dramáticas que vemos en televisión un día sí y otro también sobre desahucios de familias sin recursos.

En cualquier caso es un buen punto de partida para iniciar un debate social de altura sobre las modificaciones que se pueden aplicar a la legislación hipotecaria, un debate que habrá que ver hasta donde llega, si es que acaba llegando a algún lado.

No se puede ganar siempre

Unas veces se gana y otras se pierde

Unas veces se gana y otras se pierde

Está claro que no se puede ganar siempre y aunque llevaban una racha formidable, esta semana la Plataforma de Afectados por la Hipoteca y los ‘indignados’ del 15-M han fracasado en su intento de paralizar un nuevo desahucio en la calle Virgen del Lluc.

De hecho más que de un nuevo desahucio se trataba de un desahucio por partes, ya que el pasado día 6 de julio ya se intentó paralizarlo, aquella vez con éxito. Los residentes en la vivienda son una madre con sus dos hijos, uno de los cuáles cuenta con el 77% de discapacidad, y los portavoces de las plataformas han criticado el hecho de que las mismas entidades que reciben dinero del FROB, es decir, dinero público, luego ejecuten sus hipotecas (el desahucio atendía a una hipoteca de Caja del Mediterráneo).

Pero lo sorprendente de este desahucio no paralizado no es tanto el éxito o no éxito de la reivindicación, sino el hecho de que la policía haya actuado por primera vez en contra de los agrupados para la paralización del desahucio, lo que puede marcar un cambio de tendencia en la manera de actuar de la policía.

Sin duda, el debate está planteado en la calle y cada cuál puede obtener sus propias conclusiones. Nadie duda de que echar de su casa a una madre y a sus dos hijos es un drama social con el que todos nos solidarizamos, pero también debemos de entender que existen unas leyes que deben de ser cumplidas por todos, sin excepción, tanto a la hora de la formalización de los contratos como en el momento de atender a las consecuencias de los mismos.

En cualquier caso, lo que está claro es que las plataformas de Afectados por la Hipoteca y del 15-M seguirán luchando por defender sus reivindicaciones que pasan por la dación en pago a la hora de ejecutar la hipoteca y por una moratoria temporal que permita aligerar la carga que se está sufriendo en la economía familiar de los ciudadanos españoles como consecuencia de la crisis y de las excesivas tasas de desempleo que siguen apareciendo mes a mes, más allá de la posible estacionalidad veraniega.

La deriva izquierdista de Rubalcaba

¿Próximo Presidente del Gobierno?

¿Próximo Presidente del Gobierno?

Fíjate tú que ahora resulta que Rubalcaba es un peligroso izquierdista y nosotros no nos habíamos dado cuenta, y mira que habíamos tenido oportunidades, porque años, lo que se dice años, lleva unos cuantos en el poder ocupando diferentes posiciones, pero hasta ahora se había mostrado siempre como un hombre comedido y conciliador.

Sin embargo, ha sido ocupar el puesto de candidato socialista a las próximas elecciones generales e iniciar a desandar el camino andado por Zapatero, tratando de recuperar al votante de izquierda, ése que se ha quedado fuera de la retórica socialista neoliberal del último año.

Rubalcaba, que de esto sabe un rato, quiere paliar la pérdida de votos que su partido sufrió en las últimas elecciones autonómicas y municipales para lo que ya ha comenzado una campaña de reclamo para movilizar a esa parte de su electorado.

Y ha comenzado de la manera más sencilla, con algo que siempre funciona como es el ataque a las entidades financieras, responsabilizándolas de todo lo que ha sucedido en estos años debido a su irresponsabilidad al medir los riesgos de las hipotecas que concedían, tanto por la dificultad de pago de sus clientes como por el exceso de capital prestado sobre el valor de tasación.

No diremos que le falta razón a Rubalcaba, pero se olvida de la cuota de responsabilidad del ciudadano, a la que no hará mención, por supuesto, para no perder ni un solo votante. Porque tanta responsabilidad tiene la entidad que concede una hipoteca con demasiado riesgo como el ciudadano que la toma sin plantearse el futuro.

En cualquier caso, no me extrañaría que en los próximos meses Rubalcaba comenzara a solicitar la dación en pago como la medida que puede resolver todos los problemas de los ciudadanos españoles. De momento, ya ha anunciado que conoce la manera de acabar con el desempleo en nuestro país.

Ahora todo es cuestión de que nos acabemos de creer si las palabras de Rubalcaba son pura retórica, o si en su discurso hay algo de fundamento al que aferrarnos de cara al futuro, desolador tanto si gana uno como si gana otro.

CiU sí propone cosas

Unos peleándose y otros lanzando propuestas

Unos peleándose y otros lanzando propuestas

Aunque parezca mentira vivimos en tal situación de bloqueo político que el mero hecho de que un partido se dedique a proponer alternativas, en lugar de a tirar los trastos a la cabeza de sus rivales es algo que debemos de celebrar, y en este caso ha sido CiU, que en el marco del debate sobre el estado de la nación ha lanzado varias propuestas más que interesantes.

Por un lado ha abogado firmemente por la dación en pago para el futuro. No como figura obligada en todos los contratos hipotecarios, pero sí como una opción que el cliente pueda tomar. Pero para lanzar esta alternativa no se limita a ofrecerla sin una fundamentación, sino que ha propuesto una serie de incentivos fiscales a las entidades financieras para que promuevan la dación en pago en sus contratos hipotecarios.

En este mismo sentido, para los casos en los que la dación en pago no se pueda utilizar, como por ejemplo en todos los contratos hipotecarios firmados hasta ahora, CiU ha propuesto incrementar el porcentaje de la deuda que se eliminaría con la subasta pública.

En estos momentos la ley prevé que un inmueble que sale a subasta pública y no encuentra comprador, pasaría a manos de la entidad financiera acreedora por el 50% del valor, lo que provoca que el otro 50% quede en forma de deuda para el cliente.

CiU propone que si se incrementa el porcentaje, es decir, que pasara a manos de la entidad financiera por el 60-70%, la deuda que mantendría el cliente sería mucho menor, 40-30%, con lo que el daño producido por el desahucio sería mucho menor.

Por otro lado también ha propuesto algo que ya ha decidido realizar el propio Gobierno, como es el incremento del mínimo inembargable, hasta ahora en los 633 euros, pero que pasará a una horquilla entre 950 y 1350 euros, dependiendo de la situación particular de cada caso.

En definitiva, en estos momentos de crisis acumulada, se echan de menos partidos políticos dispuestos a ayudar ofreciendo propuestas, más o menos acertadas, pero que, al menos otorgan un punto de partida para comenzar a reflexionar en pos de la mejor solución para todos.

Las hipotecas siguen de mal en peor

El pozo sin fondo de las hipotecas

El pozo sin fondo de las hipotecas

Cada nuevo dato que recibimos es un nuevo golpe a la maltrecha salud del sector hipotecario español que lejos de iniciar la senda de la recuperación parece que se ha metido de lleno en un pozo sin fondo a raíz del fin de la universalización de la desgravación fiscal por compra de vivienda.

Así, si en los meses de enero, febrero y marzo ya habíamos asistido a caídas en el volumen de hipotecas constituidas, el mes de abril ha ahondado en la herida, duplicando la caída de marzo y retrotrayéndonos a caídas que no veíamos desde mayo de 2009.

Concretamente, las hipotecas constituidas en abril cayeron un 38,2%, según los datos del Instituto Nacional de Estadística, mientras que el volumen del capital de esas hipotecas se desplomó un 42%, en parte por la caída de precios que han sufrido los inmuebles en estos últimos tiempos, y en gran parte, sin duda, al descenso de hipotecas constituidas.

En este mismo sentido, el importe medio de las hipotecas se ha desplomado hasta los 106.889 euros, algo más de un 6% menos que hace un año, con un tipo de interés medio del 4,04% y un plazo de amortización, también medio, de 22 años.

En cuanto al desglose por entidades financieras, las cajas de ahorros concentraron la mayoría de las hipotecas concedidas con el 49,2% del total, seguidas de cerca por los bancos, con el 37,5%, y quedando el restante 13,3% para las cooperativas y entidades de crédito.

Sin embargo, el ránking cambia cuando se habla del capital prestado en dichas hipotecas, ya que los bancos pasan a liderar con un 44% del total del dinero prestado en forma de hipotecas, mientras que las cajas se conforman con el 43,4%, dejando el resto 12,6% para las otras entidades financieras.

Sorprende que las cajas de ahorros sigan manteniendo estos buenos datos de concesión de hipotecas, a pesar del proceso de reestructuración tan profundo al que se están viendo sometidas, el cuál les está llevando a congelar la gran mayoría de sus operaciones financieras y de crédito.

En cualquier caso, estos datos del INE, junto a los del lunes del Ministerio de Fomento, certifican que sigue sin verse luz al final del túnel.

Los brotes verdes siguen marchitos

El sector financiero y el de la construcción siguen condenados a galeras

El sector financiero y el de la construcción siguen condenados a galeras

Según los datos que ha publicado la Asociación Hipotecaria Española (AHE), el saldo hipotecario en el mes de abril cayó en un 3,42% con respecto al mismo dato de abril de 2010, lo que supone quedarse en 1.056.000 millones de euros, 558.634 en manos de los bancos, 412.319 en manos de las cajas de ahorros, y el resto en manos de cooperativas de crédito y entidades de crédito y emisión de tarjetas.

Esta caída pone de manifiesto que el sector hipotecario español está muy lejos de recuperarse y que todavía sigue inmerso en un proceso de reestructuración que no parece tener fin, a juzgar por los datos que cada poco nos van ofreciendo los diferentes emisores de los mismos.

La reducción del saldo hipotecario puede tener muchas causas, pero rápidamente las encontramos en el hecho de que cada vez se concedan menos hipotecas, porque las entidades financieras, sin liquidez para ello, prefieren guardar el dinero a buen recaudo y no estropear, aún más, sus balances.

También es importante la caída de precios de la vivienda. Lógicamente, al haber bajado el precio de los inmuebles, las hipotecas se conforman por menos dinero, con lo que el saldo hipotecario es menor de lo que era antes, incluso teniendo el mismo número de hipotecas.

Y, por último, la caída del saldo hipotecario también está relacionado con los embargos hipotecarios, ya que cada vez que se produce un embargo se cancela la hipoteca, quedando una deuda pendiente por la diferencia entre el precio de venta del inmueble, en subasta pública (generalmente, el 50%) y la hipoteca no amortizada.

La única buena noticia con la que se ha encontrado el sector, por otro lado, es el buen comportamiento de la tasa de morosidad de los préstamos hipotecarios, que con un fantástico 2,42% se encuentra muy por debajo de la tasa de morosidad del resto de préstamos, rozando el 6,5%.

En definitiva, el sector hipotecario en su conjunto, englobando al sector de la construcción y al sector financiero, está muy lejos de iniciar una recuperación real, y sigue condenado a galeras a remar, hasta que el crédito se consiga normalizar gracias a la liquidez de las entidades financieras.

Hipoteca, empresa y papeleo

Busca el inicio de tu empresa

Busca el inicio de tu empresa

Lo he estado buscando, pero todavía no he encontrado el dato de qué puesto ocupa España en un hipotético ranking de papeleo y gastos para comprar una vivienda o constituir una hipoteca, pero lo que sí he encontrado es que somos el país número 147 del mundo donde es más fácil crear una empresa. El dato procede del la tabla Doing Business, elaborada por el Banco Mundial y la International Financial Corporation.

Sí, habéis leído bien: hay 146 países en el mundo donde es más fácil montar una empresa que aquí. 146 países donde te ponen menos trabas y cortapisas, donde es más fácil tener una idea, arriesgar el dinero y ponerse a trabajar y crear trabajo.

El país que está en cabeza es Nueva Zelanda, seguido de Canadá, Australia y Singapur, y el país que está justo antes que nosotros, o sea en el puesto 146, es la República Democrática del Congo. En el puesto 135 está Burundi y el el 137 Uganda. Con esto, creo que ya está dicho todo, pero aquí os dejo el enlace a la tabla, para que lo veáis por vosotros mismos.

Ante semejante despropósito, de poco sirve acampar en las plazas para pedir que las cosas mejoren. Mientras no seamos capaces de dar facilidades a quienes quieren crea riqueza, mejor dejar en casa el perro (y la flauta), porque no las mejoras provienen de la buena gestión y de lo que seamos capaces de ofrecer, no del voluntarismo de que apretar los ojos para soñar.

Como decían por otro lado, una de las palabras españolas más difíciles de traducir al inglés es la palabra “gestoría“. Mientras en España las gestorías sean un negocio boyante, el país no levantará cabeza. Mientras tengamos que meternos entre pecho y espalda los costes y demoras de los notarios, los registradores y demás canónigos laicos, no seremos una economía moderna.

El papeleo nos come, pero el papeleo se autoregenera mediante convenios colectivos del sector público, privilegios de ciertos colectivos y laberintos circulares que devoran paso a paso la riqueza y las ganas de emprender.
Luego, con el resto, con lo poco que queda, vamos tirando. ¿Qué tiene de extraño que estemos como estamos?

Saber lo que se pide o pedir lo que se sabe

Vamos por partes

Vamos por partes

Como diría Jack el destripador, vamos por partes. Por un lado, es evidente que la dación en pago es una opción más que plausible, y que garantiza que cualquier titular hipotecario salga bien parado de una situación de embargo, ya que con la entrega de la vivienda daría por finalizada la deuda con la entidad financiera.

Por tanto, es evidente, y el que no lo quiera ver es porque los intereses creados le ciegan la vista, que la dación en pago es una ventaja para los hipotecados y una desventaja para las entidades financieras, lo que explica que unos la pidan y los otros la nieguen.

Sin embargo, como todo en esta vida, las decisiones no son neutras, siempre acarrean una consecuencias en forma de contradecisiones por la parte que se ve perjudicada por la decisión que se tomó. Y, como no podía ser de otra forma, la implantación de la dación en pago en nuestro ordenamiento jurídico hipotecaria traería consigo una serie de reacciones por parte de las entidades financieras.

En primer lugar, dejarían de financiar las viviendas al 80% del valor de tasación. Sabedores de que dependerán del valor del inmueble en el momento del embargo para poder saldar la deuda de su cliente, se cubrirán las espaldas reduciendo ese porcentaje, seguramente al 60%, pudiendo llegar al 70% en momentos de bonanza. Así que, como primera consecuencia tenemos menos dinero financiado y, por consiguiente, menos ciudadanos con posibilidades de comprarse una vivienda.

Pero, por otro lado, las entidades financieras tendrán un mayor riesgo de pérdida real de dinero. Por ejemplo, en una situación como la actual, con depreciación de los inmuebles, y falta de mercado para la venta de los mismos, las pérdidas serían terribles. Por ello, se cubrirían las espaldas subiendo sus márgenes de ganancia, ¿qué significaría esto?, mayores diferenciales.

Con mayores diferenciales aplicados sobre el valor del Euríbor, los hipotecados se encontrarían con un tipo de interés más elevado para sus hipotecas, lo que dificultaría aún más el pago de la cuota mensual y las posibilidad de llegar a fin de mes de manera desahogada.

Por tanto, con la dación en pago habría menos hipotecas y más caras, ¿estamos dispuestos a admitirlo? O mejor dicho, ¿los que claman por la dación en pago están dispuestos a aceptar estas condiciones de juego?

Yo, por mi parte, apuesto por mantener las cosas como están, con hipotecas baratas y al alcance de todos, unido, eso sí, a la responsabilidad tanto individual como corporativa, por parte de las entidades financieras.