La entidad financiera Bankinter quiere aprovechar que el Pisuerga pasa por Valladolid para quedar a bien con los indignados del 15M a los que ha lanzado su Hipoteca Sin Más, un producto hipotecario que incluye la dación en pago en su articulado, de forma que en caso de embargo la deuda queda zanjada con la entrega de la vivienda.
Así dicho, la verdad es que suena bien, y lo primero que nos viene a la cabeza son las amenazas de la patronal bancaria sobre el encarecimiento que se produciría para los clientes, tanto en términos de diferencial sobre el Euríbor, como en endurecimiento de los requisitos y comisiones cobradas.
Ante ello, Bankinter sostiene que no será así, que la Hipoteca Sin Más tendrá unas condiciones similares a las del resto de sus productos hipotecarios y unos requisitos que se moverán en la misma línea de riesgo que éstas, sin que se incurra en ningún exceso adicional por el hecho de llevar la dación en pago en el articulado.
Ahora bien, cuando se le pregunta a Bankinter por una mayor concreción en las condiciones de esta Hipoteca Sin Más, la entidad financiera no quiere saber nada y se remite a lo anunciado sin querer dar cifras exactas de lo que nos acabará costando esta hipoteca a los ciudadanos.
Y ahí es donde está la trampa, o al menos eso pensamos muchos. Bankinter quiere atraer a sus sucursales a los potenciales hipotecados para negarles la Hipoteca Sin Más, basándose en cualquier estudio de riesgos que se quieran inventar, con el objetivo de derivarles a sus productos hipotecarios tradicionales.
Se trata, por tanto, de un ejercicio de marketing burdo y bastante barato, aunque sin duda, efectivo, porque ha conseguido que todos estemos hablando de Bankinter en estos días. Y es que, si fueran en serio habrían puesto sobre la mesa todos los datos concretos, sin andarse por las ramas.
El hecho de que hayan lanzado la campaña antes de tener el producto preparado no hace sino convencernos de que es puro continente, pero nada de contenidos, un ejercicio de prestidigitación que no se cree nadie.