Hasta el propio príncipe Carlos de Inglaterra se ha metido en el ajo para advertir que los precios de la vivienda en Londres pueden estar provocando la huida de jóvenes con talento, lo que a la postre sería malo para ellos.
Y el caso es que le tema de las burbujas inmobiliarias no fue sólo un caso español en su momento y no parece tampoco que se vaya a detener tras el escarmiento sufrido en los Estados Unidos, España, Irlanda y otro países supuestamente desarrollados.
¿Pero qué está pasando en Gran Bretaña? Pues un poco lo que vimos aquí, pero más exacerbado.
Gran Bretaña es un país con enormes contrastes económicos en el que conviven zonas de enorme riqueza y otras totalmente depauperadas, más propias de escenarios Mad Max que de un una de las primeras potencias mundiales.
En el primer grupo se encuentra Londres, con su City financiera, capital mundial de los movimientos especulativos. En el segundo podemos encontrar algunos suburbios de Liverpool o Manchester y gran parte de la campiña interior inglesa, anclada a un modelo agrario que ya es ruinoso en los países donde el climas es favorable y que sólo puede ser catastrófico en las zonas donde el clima no acompaña.
Pues el caso es que Gran Bretaña, con un crecimiento del PIB del 2,7% (que ojalá los pillásemos nosotros sin tener que hacer liposucciones a los datos), ha visto como los precios de sus viviendas se han disparado por encima de un 13,5%
Las subidas se están produciendo en todo el país, pero mientras el campo mantiene a duras penas sus precios, en Londres la vivienda sube un 1,1 % MENSUAL.
¿Y qué hace el Gobierno de su Graciosa Majestad? Pues nada. Como veis no se trata de tener uno u otro carácter o uno u otro Gobierno: lo que ocurre es que las burbujas inmobiliarias le vienen bien a todo el mundo, porque dan sensación de riqueza, crean empleo y generan cantidades enormes de dinero para las arcas estatales a fuerza de cobrar impuestos. Todo el mundo encantado, por tanto, hasta que la burbuja explota.
Y sí, va en serio: sucede en todas partes. La semana que viene hablo de la burbuja China, un país que no es precisamente el paraíso de la hipoteca…