No sé si será por fe, por prudencia, o por falta de ambas cosas, pero el caso es que las hipotecas a tipo fijo son ya en estos momentos una quinta parte del total de las que se firman.
Esto, unido a una importante recuperación del mercado de la vivienda ( aumento de un 15,1% interanual en la venta de viviendas en el segundo trimestre del año (hasta las 123.159 unidades) hace pensar que el mundo del ladrillo está recuperando el aliento y que los nuevos compradores no se fían demasiado de que los tipos permanezcan muchos años en las bajísimas cotas actuales. Y creo yo que con razón.
Hasta hace solamente unos pocos años, y lo reflejamos sobradamente en este espacio, la mayoría de las hipotecas contratadas eran a tipo variable, lo que ha sido ventajoso al bajar el EURIBOR y otros tipos de referencia, hasta el punto de que hay algunas hipotecas negativas, como ya hemos comentado muchas veces.
Precisamente por eso los bancos se lanzaron a comercializar las hipotecas interés fijo, que dejarían poca ganancia,. pero también pocos sustos, algo que cada vez aprecia más el sector bancario, temeroso de lo que pueda venir tras las últimas sorpresas.
La cuota hipotecaria mensual media en el segundo trimestre se ha situado en 523 euros, con un incremento intertrimestral del 2%, situándose con respecto al coste salarial en el 27,4%.
Como curiosidad de estos datos, cabe destacar la buena salida que tienen las viviendas entre los compradores extranjeros: entre abril y junio el 13,3% de la compra venta de viviendas fueron realizadas por foráneos, especialmente ingleses, que protagonizaron el 2,6% de las operaciones, seguidos por alemanes, con el 0,9%, la misma cifra que los franceses.
Nosotros pensando en marcharnos y ellos en venir. En fin…