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Mitad de marzo de 2.013: Euribor al 0,543%

Euribor Estamos a mediados de marzo y el euribor se situa en 0,543% de media mensual contando todos los valores diarios hábiles del euribor que ha habido hasta ahora.

De cerrar asi el euríbor cambiaría en este mes de marzo la tendencia bajando, ya que el mes pasado efectuó una subida.

El año pasado cerró con un valor de 1,499% en marzo, lo cual supondría, de cerrar así, una diferencia de 0,956 puntos menos

¿Cómo afectara a la Hipoteca el Euribor de marzo? Si cerrara así se traducería en un abaratamiento en la cuota mensual de las hipotecas que les toque revisarse en este mes: Una hipoteca de 180.000 euros a 25 años, su cuota de hipoteca mensual disminuiría en 87 euros, o lo que es lo mismo, 1.044 euros menos al año.

En la senda alcista

Volvemos a la flecha alcista

Volvemos a la flecha alcista

Como muchos analistas venían advirtiendo durante los últimos meses el Euríbor alcanzó su mínimo histórico el pasado mes de diciembre, y a partir de entonces todo sería ir viéndose incrementado durante este año 2013, a no ser que el BCE tome una decisión drástica y rebaje los tipos de interés para la zona Euro, algo bastante improbable a día de hoy.

Ello nos lleva a encontrarnos con un Euríbor que ha cerrado el mes de febrero en una media de 0,594%, por encima del 0,575% del mes de enero, aunque eso sí, y es lo que nos debería importar, muy por debajo del cierre del Euríbor en febrero de 2012, cuando el indicador marcó 1,678%, con lo que todas las familias que tengan que revisar la cuota de su hipoteca en función del Euríbor de febrero lo harán a la baja.

Eso sí, siempre y cuando, y como repetimos de manera perpetua, no sufra las consecuencias de una cláusula suelo en su contrato hipotecario, en cuyo caso se tendrán que conformar con, al menos, mantener la misma cuota que hasta ahora.

Aún así podemos estar contentos si pensamos en el pasado, cuando el Euríbor se encontraba por encima del 5%, y sí que nos enfrentábamos a un problema grave. Por suerte, hoy en día todos los que tienen hipoteca, y la pueden pagar, que no todos tienen esa capacidad adquisitiva, se benefician de unas condiciones mejores que hace unos años.

El principal lastre de la economía en general, y del sector hipotecario en particular es la concesión de nuevos créditos, porque las entidades financieras siguen mirando hacia otro lado cuando se les exige que colaboren en la recuperación del país, sobre todo si tenemos en cuenta que previamente han recibido la ayuda de los ciudadanos vía impuestos.

Unos impuestos que no han sido bien gestionados por parte del Gobierno, que en lugar de exigir un determinado comportamiento a las entidades financieras a cambio del dinero que recibían, han dejado que éstas decidieran a su libre albedrío lo que querían hacer con ese regalo caído del cielo, con lo que han acabado por condenar la posible recuperación de la economía española.

Nadie parece acordarse de la vivienda

Bla, Bla, Bla, Bla

Bla, Bla, Bla, Bla

Visto el panorama social uno podría pararse a pensar que el tema de la vivienda es una de las cuestiones que más preocupa a los ciudadanos de este país, pero a juzgar por la poca importancia que se le ha dado durante las jornadas del debate sobre el estado de la nación que se ha celebrado estos días debe de ser un problema menor.

Todas las intervenciones se han centrado en loar la labor propia, en el Gobierno, y en criticar todo, tanto lo criticable como lo que no lo es, por parte de la oposición. Poniendo el acento en la corrupción, como no podía ser de otra manera, y en el problema del desempleo, por supuesto, pero ¿qué pasa con la vivienda?

Se han limitado al “y tú más”, para no romper con la tradición, y al final nos hemos ido sin medidas concretas que nos podamos llevar a la boca, medidas con las que las familias en problemas puedan buscar un rayo de luz a su futuro y las familias que mantienen un poder económico aceptable, a pesar de la que está cayendo, puedan plantearse la compra de nuevas viviendas.

El problema ya lo conocemos todos, está diagnosticado. Hubo una burbuja inmobiliaria que explotó, bien, ahora llega el momento, de una vez por todas, de buscar soluciones reales para que nos podamos empezar a plantear el futuro.

Necesitamos una ley hipotecaria transparente, que permita una relación de igual a igual entre las entidades financieras y los clientes, para que éstos puedan decidir sus prioridades. Habrá clientes que apuesten por la dación en pago y otros que prefieran un tipo de interés más bajo.

Se necesita, desde ya, una bolsa de viviendas para alquiler social, pero una bolsa que sea eficiente, que no se plantee desde el punto de vista teórico, sino desde una visión más pragmática, con el objetivo de que sirva de colchón para las familias que efectivamente están sufriendo la parte más dura de la crisis.

Y necesitamos, por supuesto, que las entidades que han sido nacionalizadas con el dinero de todos abran el grifo del crédito tanto a empresas como a familias. No se trata ya de una cuestión de voluntad sino de obligación moral. Niegan el crédito a los mismos que les sufragan las pérdidas, ¡demencial!

El euribor de febrero sube al 0,594%

Euribor A falta de confirmación del Banco de España, ya tenemos todos los datos para saber que el euribor en febrero cerró en 0,594%. El euribor es el índice de referencia para la mayoría de hipotecas en España.

Ya es el segundo mes consecutivo en que el euribor sube.

El euribor sube en 0,019 puntos respecto al mes de enero. Pero la diferencia que nos interesa a la mayoría de los hipotecados es la diferencia del euribor anual, ya que esta es la que dirá si nos baja o sube la cuota de la hipoteca en nuestra revisión anual: Esta ha sido una bajada en 1,084 puntos.

Por lo tanto, un préstamo hipotecario por un importe medio de 120.000 euros, un diferencial del 1% y un plazo de amortización de 20 años, soportaba hace un año una cuota mensual de 647 euros, que al revisarse con el euríbor conocido hoy obtendrá una reducción de casi 62 euros al mes, lo que supone 744 al año.

¿Cuál será mi nueva cuota mensual de la hipoteca? Te ofrecemos un simulador para calcular la nueva cuota con el nuevo valor del euribor:

Simulador Revisión de la Hipoteca

Llegamos al suelo del Euríbor

Si los bancos quisieran...

Por fin parece que hemos llegado al suelo del Euríbor y que, a no ser que el Banco Central Europeo decida rebajar aún más los tipos de interés para la zona Euro, el 0,549 de tasa media mensual con la que se cerró el mes de diciembre será lo más bajo que veamos por estos lares.

A falta de confirmación oficial del Banco de España, el Euríbor cerrará enero de 2013 en el 0,575%, en tasa media mensual, lo cuál es un valor realmente interesante y claramente bajo, pero que supera ligeramente al cierre del mes inmediatamente anterior.

Sin embargo, en comparación con enero de 2012, que es la comparación que realmente interesa a los hipotecados, tenemos algo más de 1,3 puntos porcentuales a la baja, con lo que las cuotas mensuales de todas las familias que tengan que revisar el tipo de interés de sus hipotecas en función del cierre de enero se reducirán de manera significativa, siempre y cuando, claro está, que no cuenten con una cláusula suelo en el articulado de sus contratos.

En lo que se refiere al futuro más inmediato lo cierto es que la incertidumbre es la norma. Nadie sabe lo que la crisis nos va a deparar en estos próximos meses, porque si algo nos ha demostrado esta recesión mundial es que cualquier pronóstico se va al garete en cuanto la realidad sale a su encuentro.

Algunos analistas hablan de una nueva bajada de tipos del BCE, con lo que el Euríbor podría volver a iniciar una senda a la baja. Mientras que otros expertos empiezan a ver ciertos “brotes verdes” para finales de este año con lo que es probable que el máximo organismo financiero europeo mantenga los tipos a la espera de subirlos a mediados de 2014.

En cualquier caso, todo son elucubraciones que no están basadas en ningún hecho cierto, ya que la realidad de hoy no será la misma que la realidad de dentro de unos meses. Lo único seguro es que las cuotas se modificarán a la baja o se mantendrán estables, en el peor de los casos, y que las nuevas hipotecas siguen estando prohibitivas.

El futuro del Euríbor

Una carga para toda la vida

Una carga para toda la vida

Todos sabemos que estamos viviendo un cuento de hadas con el Euríbor, un cuento que, como todos, está condenado a terminar aunque mucho me temo que nada tendrá que ver con el tradicional “y comerán perdices”, más bien con el “acabarán condenados al infierno”, que me acabo de inventar con motivo de este post.

Y es que a poco que hagamos una aproximación al futuro más inmediato que nos espera nos encontramos con unos diferenciales realmente elevados para todas las hipotecas firmadas a partir de 2010, ya que en esos momentos y a pesar de que el tipo de interés estaba realmente por los suelos y las entidades financieras podían hacerse con dinero barato, para compensar las pérdidas generales que estaban sufriendo las pocas hipotecas que se concedieron tenían unos diferenciales prohibitivos.

Por ello, en cuanto el Euríbor suba a un valor “normal”, que entendemos que sería el que ronda el 2,5-3%, si le aplicamos el diferencial medio de 2,5 que se ha venido aplicando en todas las nuevas hipotecas nos estaríamos situando en un tipo de interés del 5% que trasladado en cuota supone un golpe más que duro para las ya deterioradas economías domésticas españolas.

En este escenario, ya poco importa que las familias comiencen a recuperar algo su estabilidad económica, ya que incluso en una situación de trabajo estable se tendrán que enfrentar a un incremento artificial de sus cuotas hipotecarias, absorbiendo ésta toda la mejora económica que se pudiera estar planteando en el ámbito familiar.

Por tanto, aunque pareciera que los que han obtenido una hipoteca en estos años de crisis son afortunados ante la sequía general de financiación que se ha venido observando, lo cierto es que son los grandes perjudicados por la misma, ya que en cuanto el Euríbor recupere su tono quedarán ahogados y asfixiados por una situación insostenible.

Y lo peor es que se trata de una situación que se va a producir sin que podamos hacer nada para remediarlo, ya que en cuanto la situación económica remonte lo más mínimo, el primer indicador que experimentará un incremento será el Euríbor, arrastrado por la subida de los tipos de interés por parte del BCE.

Nos quedamos sin palabras con el Euríbor

Y seguimos con el Euríbor a cuestas

Y seguimos con el Euríbor a cuestas

La verdad es que uno ya no sabe lo que pensar a propósito del Euríbor, mes a mes nos llevamos las manos a la cabeza ante la caída libre en la que se encuentra y en el mes inmediatamente posterior nos damos cuenta de que lo del mes anterior no era nada porque aún está más bajo. Una caída que, sin embargo, no acaba de beneficiar a los consumidores.

Y es que el problema, como casi siempre, es que la bajada de precios queda absorbida de una manera misteriosa mientras que cualquier subida es repercutida de manera casi inmediata a los consumidores. Así nos encontramos con que las nuevas hipotecas concedidas siguen teniendo un tipo de interés muy elevado y que las revisiones mensuales de tipo de interés de hipotecas ya concedidas no hacen bajar la cuota tanto como deberían.

Lo segundo se debe a la fatídica cláusula suelo que sigue haciendo estragos en los bolsillos de los consumidores que tras frotarse las manos al ver los valores tan ínfimos del Euríbor se golpean contra un muro cuando descubren que todo era un espejismo pasajero porque su cuota no bajará tanto como habían pensado. Unas cláusulas suelo de las que se viene hablando largo y tendido durante los últimos años pero que nunca terminan de desaparecer.

En cuanto a las nuevas hipotecas, el problema radica en el hecho de que nos encontramos con unas entidades financieras que están ampliando de una manera excepcional sus márgenes y sus comisiones, de manera que al final el tipo de interés resultante que tiene que abonar el nuevo hipotecado por su préstamo es muy superior al que marca el mercado.

En este sentido nos encontramos, una vez más, con que la banca siempre gana y el consumidor siempre pierde, siendo al final el país el gran perjudicado. Porque con un Euríbor tan bajo la financiación debería de fluir de manera sencilla repercutiendo en una mejora de las condiciones económicas generales del país. Pero nada más lejos de la realidad, ya que el crédito sigue bloqueado y con ello cualquier intención de recuperación económica que se pudiera empezar a plantear.

¡Qué viva el desplome del Euríbor!

Las cuentas siguen sin salir

Las cuentas siguen sin salir

Si alguien nos hubiera dicho hace unos años que el Euríbor estaría por debajo del 1% le hubiéramos tachado de iluminado, en la peor de las acepciones de la palabra, y si hubiera osado a anticipar un valor del indicador hipotecario sobre el 0,65% nos hubiéramos reído en su cara, mandándole a la hoguera en el mismo momento en el que nos hubiera hablado de una comparativa interanual en caída de un punto porcentual y medio.

Sin embargo, la realidad siempre supera a la ficción y ese ese el panorama con el que nos encontramos en este mes de octubre. El Euríbor sigue marcando sus mínimos históricos y cerrará este décimo mes del año en valores sobre el 0,65%, lo que supone el valor más bajo desde que se utiliza el Euríbor como principal índice para el cálculo del tipo de interés de las hipotecas.

Por tanto, no podemos por menos que decir que nos encontramos en un buen momento para todas aquellas familias que ya tienen contratada una hipoteca, porque, en caso de que no tengan cláusula suelo podrán disfrutar de un ahorro importante en sus cuotas mensuales, y en el caso de que sí que la tengan instaurada, al menos sus cuotas se mantendrán estables.

Otra cosa es lo que sucede con las familias que intentan obtener una nueva hipoteca ahora, ya que a pesar de que el Euríbor está por los suelos, la verdad es que el diferencial que se está aplicando por las entidades financieras hace que todo quede en nada y que el tipo de interés resultante acabe siendo elevado para los tiempos que corren.

En definitiva, nos alegramos de la caída del Euríbor, porque en líneas generales es una buena noticia, pero no tan buena como podría serlo por culpa de las entidades financieras que quieren seguir ganando dinero a costa de los ciudadanos de una manera legal, pero ilegítima, y de las propias administraciones públicas que no son capaces de hacer fuerza contra las entidades a las que han estado financiando en estos últimos años a base de ayudas públicas que acaban por caer en saco roto en lo que a beneficio general de la sociedad se refiere.

El pasado siempre está ahí (Hipoteca y presupuesto)

Y pedimos a los que ahorran que nos ayuden...

Y pedimos a los que ahorran que nos ayuden...

El Gobierno ha publicado los Presupuestos Generales del Estado,  y de momento a los mercados parecen serles indiferentes, en parte porque no se los creen y en parte porque otra vez, una más, se pueden resumir en mayores recortes pero ninguna reforma.

Lo peor, sin embargo, y estoy seguro de que lo veremos en fechas próximas en el interés pagado por la deuda, es que los recortes van de nuevo contra la inversión, y mucho menos contra el gasto. ¿Cual es el resumen? Que se pretende que todo siga como hasta ahora, pero tirando con un poco menos. No se desmantelan las estructuras duplicadas, ni se busca una racionalización del gasto, ni se busca la eficiencia: simplemente se recorta, a derecho y sin mirar, para no tener que cerrar chiringuitos, retirar pesebres ni abolir abrevaderos o cementerios de elefantes. O dicho en terminología deportiva: patada a seguir.

Lo llamativo, sin embargo, y que afecta bien de cerca al tema hipotecario, es el hecho de que todos los periódicos, del cualquier signo ideológico, mencionen escandalizados el hecho de que el pago de la deuda se lleve una cuarta parte de todos los ingresos del Estado. O toda la subida del IVA, o que se gaste más en pagar la deuda que en subsidios a los desempleados.

Y entonces, cuando leo eso, el que alucino soy yo. ¿Y qué demonios se pensaba la gente que era la deuda? ¿Qué carajo creían que era el déficit público?

Las familias pasamos pro lo mismo: una buena parte, más del 25% de nuestros ingresos, se nos van en pagar la hipoteca. Y es que las deudas son para pagarlas, no para creer que vendrá alguien a perdonarlas o que desaparecerán pro sí solas. No es la rapacidad ni la codicia del capital lo que ha hecho que una cuarta parte de nuestros impuestos se vayan al pago de deuda: es la mala cabeza, el despilfarro y la mala administración de todos nuestros políticos desde que empezó la democracia. Porque una cosa está clara: no hay sitio en este artículo, ni en tres más que dedicara, para citar todos los defectos del franquismo, pero aún así, el haber dejado a España endeudada hasta las cejas NO es uno de ellos.

Osea que, ¿a qué se debe esto? A que pagamos, ahora, todos estos treinta años. A que el pasado está siempre ahí, con la hipoteca, con lo que fumamos, con lo que trasnochamos, con los préstamos estúpidos que pedimos. Siempre nos espera a la vuelta de la esquina en forma de infarto, sordera, desahucio o quiebra nacional.

Por eso me burlo siempre de los que se proclaman ciudadanos del mundo saltándose las fronteras: porque todo lo que hicimos y dejamos de hacer, lo que hicieron y dejaron de hacer nuestros padres, abuelos y bisabuelos es lo que realmente marca la diferencia. Es nuestro capital y nuestro lastre.

El quiere empezar de cero es porque deja un pufo. Eso no falla.

El engañabobos del Euríbor

Que no nos cuenten milongas

Que no nos cuenten milongas

A pesar de que todos nos podríamos estar frotando las manos con la caída en picado del Euríbor, principal índice de referencia de las hipotecas europeas, lo cierto es que todas aquellas familias que se están planteando la contratación de un producto hipotecario se están encontrando de lleno con unos diferenciales claramente inasumibles, no ya solo para sus presupuestos, sino para cualquier presupuesto medianamente restringido.

Y es que según denuncian varias organizaciones de consumidores nos estamos encontrando con diferenciales de hasta el 5%, lo cuál está disparando el tipo de interés para muchas hipotecas contratadas en estos momentos de hasta el 6%, o incluso más, con lo que lejos de poder estar contentos con un Euríbor las nuevas hipotecas no pueden otra cosa más que maldecirlo.

Por otro lado, las familias que ya tienen una hipoteca contratada tampoco se están pudiendo beneficiar de la caída del Euríbor, al menos no todas y no en toda su extensión, por culpa de la cláusula suelo que se sigue aplicando en muchas hipotecas, a pesar de que ya hay numerosas sentencias condenatorias contra esta práctica abusiva.

Así que, en general, podemos decir que las familias que se están beneficiando de la caída del Euríbor son una minoría, por lo que las buenas noticias con las que nos bombardean los medios de comunicación al respecto no son más que ruido mediático que no va a ningún lado más allá del propio ruido que generan, sin ningún eco en la realidad del día a día de la sociedad.

Eso sí, las familias que tienen contratada una hipoteca y la enorme fortuna de no sufrir el martirio de la cláusula suelo, pueden disfrutar de una reducción importante en su cuota mensual, con un ahorro anual que, dependiendo del importe de la hipoteca, puede situarse en el entorno de los 1.000 euros, cifra nada desdeñable para los tiempos que corren.

En definitiva, no todos los titulares de prensa ofrecen la rigurosidad que podríamos exigir y lanzan las campanas al vuelo antes de analizar en detalle la realidad del propio titular, la situación que realmente genera una u otra circunstancia.

La cuesta de septiembre se aligera con el Euríbor

El Euríbor regala algo de liquidez a los hipotecados

El Euríbor regala algo de liquidez a los hipotecados

Parece que la economía aprieta, pero no ahoga, al menos a los que sufrimos cada mes para conseguir pagar nuestras cuotas hipotecarias, y en estos momentos de dificultad extrema al menos el Euríbor nos da un respiro mes a mes, y ahora recién llegados de las vacaciones nos viene más que bien, para que nos amos a engañar.

El cierre del mes de agosto ha sido realmente alentador, con una tasa media mensual del 0,877%, lo que, comparado con el cierre de agosto de 2011, que fue en el 2,097%, no encontramos con un diferencial de más de un punto porcentual, algo que debería de servir para que las familias hipotecadas vean reducidas sus cuotas mensuales en unos 80 euros mensuales.

Ello, siempre y cuando, no tengan la fatídica cláusula suelo aplicada en sus contratos hipotecarios, la cuál condena esa bajada al tipo fijo marcado como mínimo a la hora de firmar la hipoteca, una cláusula que sigue vigente a pesar de la beligerancia continua de las asociaciones de consumidores que siguen considerándola, con razón, como una cláusula injusta a todas luces.

Sin embargo, al menos estas familias hipotecadas podrán aferrarse al hecho de que sus cuotas hipotecarias no van a incrementarse en los próximos meses a juzgar por el camino que han tomado las decisiones del Banco Central Europeo en los últimos meses, claramente orientados a conseguir que el Euro se presente como una moneda fuerte ante los especuladores internacionales.

Así de esta manera lo único que podemos esperar en los próximos meses es una tendencia permanente a la baja del Euríbor, con la posibilidad de que el BCE decida reducir el tipo de interés del dinero para la zona Euro en un cuarto de punto adicional, lo cuál tiraría aún más hacia abajo de la cotización del Euríbor.

Pero el problema de financiación, no lo podemos olvidar, sigue existiendo, y nada hace pensar que vaya a reducirse si tenemos en cuenta el incremento continuo de los problemas de las entidades financieras para conseguir dinero en los mercados internacionales y las provisiones crecientes que tienen que realizar sobre los depósitos de sus clientes, por lo que no nos queda otra más seguir apretándonos los machos de manera permanente.

Hipoteca y buen humor

Escudo de la ciudad donde vi el anuncio. A ver quién adivina el lugar

Escudo de la ciudad donde vi el anuncio. A ver quién adivina el lugar

Volver de las vacaciones siempre es una cosa dura, pero volver a una situación como la que padecemos, con lo que se avecina, es aún más jorobado.

De todos modos, quiero empezar el nuevo curso con un anunció que leí hace poco y que me ha parecido una obra maestra de optimismo y buen humor. Y lo vi en un una inmobiliaria alemana, para que luego se diga que son tan secos y formales.

La casa a la venta era una verdadera birria, con desconchones, tejado abarquillado y ventanas desvencijadas. Costaba, eso sí, unos quince mil euros y tenía noventa metros de vivienda y setecientos de terreno. Aquí sería una ganga seguramente, pero allí, comparada con otras que ofrecían, no tenía muchas oportunidades de venderse.

Pues bien, el anuncio decía: AL FIN LO HA ENCONTRADO. EL PARAÍSO DE LOS AFICIONADOS AL BRICOLAJE.

Cuando conseguí traducir la frase, no pude menos que soltar una carcajada.

Tienes una casa que está hecha una mierda y acabas vendiéndola como un paraíso del aficionado al bricolaje, porque va a tener trabajo para años.

Quizás sea eso precisamente lo que nos falta en este país últimamente: ganas de buscarle el lado bueno a las cosas y de convertir en virtud cualquier problema o cualquier debilidad.

Quizás un cambio de mentalidad en ese sentido sea lo que necesitamos: mirara  nuestro alrededior con otros ojos en busca de oportunidades, o de nuevas ópticas que las hagan aflorar. En el caso de las hipotecas, los que la están pagando pueden alegrarse de que el Euribor sigue pro los suelos. Ylosd que no la tienen pueden alegrarse o precisamente de eso, de que los bancos están tan mal que a lo mejor es lo que les ha salvado de tomar una decisión poco oportuna.

O sea que bienvenidos de vuelta. Bienvenidos al paraíso de los aficionados a la supervivencia.

🙂