Parece que la época de floración de los almendros ha llegado a su fin, al igual que la época de descenso de los valores del Euribor, nuestra peor pesadilla y el índice sobre el que se referencian la inmensa mayoría de las hipotecas de este país, el cuál cerró abril por encima de la tasa de marzo y sigue subiendo en este principio del mes de mayo.
Así, si en el mes de marzo nos felicitábamos de poder disfrutar de un mínimo histórico del Euríbor con un valor de 1,215%, en el mes de abril nos hemos puesto a temblar al darnos cuenta de que el descenso ha terminado y que comenzamos a movernos en una senda alcista. El mes de abril terminó con un Euríbor de 1,225%.
El principal problema, sin embargo, no es que se esté produciendo el rebote, es decir que hayan concluído las caídas y comencemos con las subidas, el problema es que estas subidas se están viendo acentuadas por cuestiones exógenas al propio sector financiero, con lo que, una vez más, los consumidores nos estamos viendo perjudicados por algo que ni nos va ni nos viene.
Resulta que el rescate de los países de la Zona Euro a Grecia está propiciando un crecimiento más rápido del Euríbor, porque los inversores están empezando a dudar de la sostenibilidad de nuestra moneda única y de nuestro concierto europeo.
Para muestra un botón. Si hemos dicho que abril cerraba con el 1,225%, ahora te digo que el cierre del lunes del Euríbor fue del 1,239%, y comparamos ambas cifras con el cierre de marzo, es decir, 1,215%, nos damos cuenta enseguida de que en apenas 3 días el valor porcentual del Euríbor ha subido más que en todo el mes de abril.
¿Se alargará este crecimiento vertiginoso? Es difícil de adivinar, porque en estos momentos la Unión Europea se encuentra en manos de unos especuladores financieros que han decidido poner cerco al Euro, aprovechándose de la debilidad económica de Grecia y de la debilidad política de la Unión, para enriquecerse por lo que la inestabilidad parece que se va a mantener durante, al menos, algunas semanas.
Ello se traducirá, sin duda, en subidas rápidas del Euríbor, que pudiera llegar a superar el 1,30% con cierta facilidad a no ser que se tomen medidas drásticas desde el Gobierno europeo para evitarlo. Pero claro, ya tenemos la experiencia suficiente en la Unión Europea para saber que estas medidas nunca se toman a tiempo.
Por tanto, nos toca agarrarnos los “machos” porque el Euríbor comienza a crecer.