El Euríbor ha querido hacer un regalo a las familias hipotecadas y ha cerrado el mes de diciembre en el 2,004%, lo que supone un importante retroceso con respecto al cierre de noviembre, cuando lo hizo en el 2,044%, y lo que es más importante, un aumento relativamente asumible con respecto al cierre de diciembre de 2010, el que sirve para calcular el incremento de cuota de las familias hipotecadas.
Así, si tenemos en cuenta que diciembre de 2010 cerró en el 1,526%, en tasa media mensual, nos encontramos con una diferencia positiva de 0,478 puntos porcentuales, lo que arrojará un incremento de unos 35-40 euros mensuales para una hipoteca media.
Sin duda, se trata de un incremento importante, pero muy inferior a la que habíamos venido observando durante los meses anteriores, lo cuál debería de llenarnos de alegría, y más si tenemos en cuenta que este incremento puede tornar en decremento en los próximos meses.
Y es que si el tipo de interés se mantiene, como parece que va a ser, en el 1%, el Euríbor no puede hacer otra cosa más que cotizar a la baja, lo cuál debería hará que el cierre de diciembre en el 2,004% se vaya viendo rebajado en los próximos meses.
Así, si tenemos en cuenta que en febrero de 2011 el Euríbor cerró en el 1,714%, no sería descabellado pensar en una cuota hipotecaria inalterada para las hipotecas que utilicen el cierre de febrero para realizar la comparativa de sus hipotecas, con posibilidad de, incluso, descenso de cuota en lo que se refiere a las hipotecas que utilicen el Euríbor de marzo, ya que el año pasado cerró en el 1,924%.
Por tanto, si la situación económica sigue como hasta ahora, con el riesgo de recesión congelando la voluntad de lucha contra la inflación del BCE, y por tanto, garantizando el mantenimiento de tipos en el 1% para la zona Euro, en los próximos meses deberíamos de observar cotizaciones a la baja del Euríbor.
Un respiro que todos los que tenemos hipotecas podremos disfrutar, mientras que los que soliciten nuevos préstamos hipotecarios no podrán más que envidiar, ya que los excesivos diferenciales aplicados por las entidades financieras en estos momentos impiden beneficiarse de un buen valor del Euríbor.