Yo siempre lo he creído: hay pocas cosas más graciosas que leerse un periódico financiero atrasado. Si en los periódicos normales, en vez de contratar viñetistas se dedicasen a rescatar las predicciones atrasadas de los economistas, nos reiríamos mucho más. O eso, o caeríamos en un nihilismo informativo que para nada interesa los medios. Y por eso, pienso, no lo hacen.
En esa línea precisamente creo yo que va la última predicción del departamento de análisis financiero de Bankinter: los pisos seguirán bajando de precio hasta mediados de 2011 y empezarán a recuperarse a partir de 2013 siempre que mejoren las cifras de desempleo. Lo que no dicen, proque no creo que se atrevan, es qué ocurrirá con las hipotecas.
¿Analizamos el pronóstico?
Fácil: mientras nuestros lectores les dure la memoria, los pisos bajarán, y cuando ya se hayan olvidado de esta predicción volverán a subir, siempre y cuando se cumpla una condición indispensable para que suban los precios, los churros, los helados y los patucos de color verde: que aumente la demanda agregada vía reducción del desempleo.
La primera parte de esta predicción tiene que ser necesariamente cierta, porque un aumento del empleo, aunque se produjera milagrosamente, tardaría entre seis y ocho meses en verse reflejado en el precio de la vivienda. La segunda parte es cierta también, puesto que está condicionada a lo obvio. Y sería igual de cierta si en lugar de hablar del 2013 hablasen del 2012 o 2014, siempre que disminuyese el paro.
Como sabéis, en cambio, acaba de aprobarse una nueva normativa bancaria sobre reservas bancarias y coeficientes de caja, que complicará las cosas, y mucho. De ella, hablo el viernes, por aquello de no mezclar churras con merinas.
De momento, ya sabéis: si hay nubes, puede que llueva, pero si el cielo está despejado, la probabilidad de lluvia disminuye drásticamente.
Yo quiero ese trabajo de pronosticador económico, coñe…