Si lo dice el Instituto Nacional de Estadística habrá que creerles, digo yo, sobre todo cuando refrendan algo que todos ya pensábamos algo que se intuía en la calle, que, como casi siempre va por delante de las estadísticas, por delante de los políticos y por delante de las decisiones políticas en general.
Porque en la calle es donde se nota antes todo, las crisis y las recuperaciones económicas, es donde se puede palpar la realidad existente, no esa que nos cuentan en los telediarios, o esa que los políticos se creen, más que nada porque viven en sus despachos de diseño, alejados de la vida diaria del ciudadano.
Como te decía, las estadísticas del INE han demostrado que lo que todos pensábamos era cierto, y que se están concediendo menos hipotecas, y las que se conceden lo son por un importe mucho menor que anteriormente. Concretamente, en un 4.4% con cifras hasta mayo, comparadas con las de hace un año.
Sin embargo, el que no se consuela es porque no quiere, y siempre hay clavos ardiendo a los que aferrarse, y el clavo de esta estadística presentada por el INE es que, en medición intermensual, se ha producido un ligero incremento porcentual, concretamente, el 0,8%, que no compensa el retroceso interanual, sobre todo si tenemos en cuenta que se está comparando con datos de 2009, un año pésimo para el mercado inmobiliario.
Por otro lado, la misma estadística también nos habla de un descenso claro en el número de hipotecas concedidas hasta mayo, cayendo en un 2,9% en cálculo interanual, cifra que es aún más preocupante si tenemos en cuenta que hasta abril se habían producido incrementos.
Por tanto, estamos ante una situación en la que nos aparecen menos hipotecas y por un valor más bajo, y eso que todavía no están entrando en la valoración los efectos que la subida del IVA haya podido producir en la compra-venta de viviendas.
Particularmente, ardo en deseos de comprobar que pasa con el mercado con las cifras estadísticas del mes de julio, para poder comprobar de verdad si todas las previsiones eran ciertas o si, una vez más, la realidad va por un lado, y el análisis estadístico por otro.
De momento, me marcho de vacaciones y lo que tenga que ser, será, pero en el mes de septiembre. ¡Felices vacaciones!