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Cuando no hay tarta para todos

¿Quién se ha comido mi porción de tarta?

¿Quién se ha comido mi porción de tarta?

Ya no hay suficiente tarta para todos, el hartazgo de hace unos años se ha convertido ahora en escasez, cada vez hay menos demanda de hipotecas y cuando se demanda no se cumplen los requisitos que las entidades financieras consideran necesarias para concederlas, con lo que no se producen tantas operaciones como se deberían.

Ante este hecho de falta de clientes, de falta de porciones de tarta para todas las entidades, la única solución plausible es tomar las porciones de la competencia de su mismo plato, es decir, si no puedes captar tus propios clientes robáselos a la competencia.

Y si hay una estratagema, o táctica, que suena más ética y menos maquiavélica, es la de facilitar la subrogación a los clientes. El mayor miedo que tienen las personas hipotecas a la hora de decantarse por una subrogación no radica en el diferencial que van a ganar en la nueva entidad, o en los menores costes que allí van a tener, sino en los costes que genera la operación.

Pues bien, se ha puesto de moda entre algunas entidades, cada vez más, y seguro que el número seguirá creciendo, el hacerse cargo de los gastos que genera la subrogación, como puede ser la notaría, el registro, la gestoría, etc., hasta un límite, que suelen fijar en los 3.000 euros, aunque hay algunas que se atreven con cantidades aún mayores.

De esta forma, el cliente se encuentra con que una entidad bancaria le está ofreciendo unas condiciones hipotecarias más ventajosas, y, a la vez, se hace cargo de los gastos que pueda llegar a generar la operación. Se trata, por tanto, de una operación de coste cero para el cliente.

Y si la intención del cliente no es la de cambiar de entidad por encontrarse a gusto con la que tiene en la actualidad, esta actitud de las entidades financieras otorga un gran poder de negociación a la hora de revisar las condiciones de su hipoteca actual, porque no está la cosa como para andar perdiendo clientes.

De cualquier forma, la lucha legal entre empresas para captar clientes siempre es buena para los clientes, porque se genera una mejora en la eficiencia de los procesos, que lleva, inexorablemente, a una reducción de precios en los productos o servicios ofertados.

Se termina la crisis inmobiliaria, a tenor del crecimiento de las ventas

¿Será que se está terminando la crisis?

¿Será que se está terminando la crisis?

Así culmina un crecimiento continuo en todos los meses de este año 2010, en comparación con los datos de los mismos meses del año 2009, lo que, en principio, debería de certificar que el mercado inmobiliario se está recuperando y la crisis está llegando a su fin.

Es más, este crecimiento del 30% es el mayor que se produce en un dato interanual desde que comenzara la crisis (¿te acuerdas de que antes vivíamos sin crisis?), con lo que podemos empezar a lanzar las campanas al vuelo sobre la recuperación, ¿o no?

Está claro que este dato es alentador y ofrece una perspectiva que ya creíamos olvidada como es la de más operaciones de compraventa de viviendas cerradas. Sin embargo, en este año 2010 todo debe de ser relativizado porque las condiciones están cambiando de manera importante.

Si en el primer semestre del año se produjo un efecto anticipación de la compra ante la subida del IVA que se produjo a partir del mes de julio, ahora en este segundo semestre tenemos que tener en cuenta un nuevo efecto distorsionador del que no se está hablando todavía en los medios de comunicación.

Se trata de la eliminación de la deducción fiscal por compra de vivienda que se va a producir a partir del 1 de enero de 2011 para todas las rentas superiores a 24.000 euros, es decir, la inmensa mayoría de las familias españolas que no podrán beneficiarse de esta deducción que lleva tantos años operando.

Por ello, todos los núcleos familiares con intención de adquirir una vivienda en el corto plazo están haciendo esfuerzos para hacerlo dentro de este año 2010 y beneficiarse así de esta deducción importante a la hora de presentar la declaración por el IRPF.

Es evidente, que aquellos que no se pueden permitir el comprar una vivienda no están generando este efecto anticipación, pero sí todos aquellos que, por ejemplo, poseían una cuenta vivienda o cualquier tipo de ahorro adicional y que los estaban guardando para la compra de un inmueble.

Por tanto, no es de extrañar que de aquí a que finalice el año sigamos viendo cifras de crecimiento importante que serán utilizadas por algún político para hablar del fin de la crisis y del comienzo de la recuperación. Pero más vale que no nos engañemos a nosotros mismos y comprendamos que todo está distorsionado.

¡Mal haríamos en otro caso!

Por fin tendremos Ley del Suelo

¿Alguien sabe para lo que sirve?

¿Alguien sabe para lo que sirve?

Más vale tarde que nunca, pero por fin parece que le hemos encontrado funcionalidad al Ministerio de Vivienda, ese organismo público que todos sabemos que existe porque lo hemos escuchado alguna vez, pero que nadie sabe exactamente para lo que sirve.

Pues bien, ahora por fin se ha hecho notar ya que se encuentra en las últimas fases de tramitación del anteproyecto de Reglamento de Ley del Suelo, que permitirá terminar con la especulación inmobiliaria, o al menos eso nos quieren vender.

No está muy claro todavía como quedará la Ley definitiva, pero el gran objetivo del Ministerio es eliminar la opacidad en la valoración del suelo, que daba lugar al encarecimiento desmedido de las viviendas al antojo de constructores y concejales corruptos.

Para ello intentará ofrecer mecanismos de valoración claros y extrapolables a todo el territorio y a cualquier situación, de forma que siempre se pueda saber la parte del precio del suelo del precio de cada vivienda.

Este reglamento que tardará al menos un año de trámites burocráticos, intenta acabar con la desregulación absoluta que imperó durante la época del gobierno del Partido Popular, ante lo que cabe preguntarse, si la situación anterior era tan mala, ¿por qué han tardado dos legislaturas en corregirlo?

Si te das cuenta y pensamos en los plazos, todo apunta a que acabará siendo aprobado justo antes del comienzo del período electoral, ¿casualidad? Y no sólo eso, el Ministerio ha anunciado que este anteproyecto sólo es una pequeña parte de la batería de medidas que tiene preparado para regular el sector de la construcción.

En un principio los grandes beneficiados deberíamos de ser los consumidores finales que podremos beneficiarnos de precios de la vivienda más justos, aunque no necesariamente más baratos. Pero, claro, una cosa es la teoría del Ministerio de Vivienda y otra la realidad a la que nos lleva.

¿Alguien recuerda algún éxito de este Ministerio? Hasta ahora todas sus medidas se han quedado en agua de borrajas y se han convertido en un fracaso absoluto con apenas importancia en la sociedad.

Sin duda, se trata de uno de los Ministerios que nadie recordará en el futuro, porque ha pasado por nuestras vidas con total indiferencia. Menos mal que ya sólo le queda, como mucho, un par de años.

Propuestas y más propuestas para cambiar la Ley de Economía Sostenible

Sí, nosotros tampoco lo entendemos

Sí, nosotros tampoco lo entendemos

Si ha habido un invento curioso en esta legislatura de Zapatero, y mira que tengo donde elegir, ha sido la Ley de Economía Sostenible, una especie de cajón de sastre en la que se ha metido todo lo habido y por haber, todas las cuestiones económicas y sociales. Más que la Ley de Economía Sostenible se tenía que haber llamado la Ley del Ahorro Burocrático.

En cualquier caso, y entre todas esas cosas que han ido dentro de esta ley, hay aspectos que nos interesan a nosotros, aspectos relacionados con la vivienda, y a las que el resto de partidos políticos han lanzado enmiendas rectificativas de ciertos aspectos polémicos.

Por ejemplo, el Partido Popular ha propuesto que se mantenga la deducción por la compra de vivienda para todos los ciudadanos, y no sólo para aquellos que cobren menos de 24.000 euros anuales. La esencia de la eliminación de esta deducción es el fomento del alquiler, pero mucho me temo que la cultura de la compra seguirá en nuestra sangre a pesar de que no podamos deducir nada por ella.

También es cierto, sin embargo, que la deducción ha sido trasladada al precio durante todos los años anteriores, y al final el consumidor se deducía lo que pagaba de más al constructor, que era el que realmente ganaba.

Por otro lado, CiU y el PNV han propuesto que se exijan seguros de desempleo y seguros de morosidad en las hipotecas. Lo que no han dejado claro es quien tendría que pagar esos seguros, porque mal vamos si los tuviera que pagar el consumidor.

La idea que proponen es que para todas las hipotecas concedidas por encima del 70% del valor de la vivienda se tenga que contratar un seguro por si se producen impagos. De la misma forma, el seguro de desempleo cubriría posibles momentos sin trabajo de los titulares de la hipoteca.

Todas estas ideas, y otras que no están relacionadas con el mundo de la vivienda y de las hipotecas, se están debatiendo estos días en el Parlamento. Unas saldrán adelante y otras no, pero lo sorprendente es que ningún telediario esté hablando de ello, ocupados como están en los sucesos nuestros de cada día y en el desfile de modelos de cualquier pasarela alrededor del mundo.

¡Cuánto mejor nos iría si las noticias nos ofrecieran la información que realmente nos importa!

BBVA se lanza a la caza del mercado online

Los bancos a la caza del mercado online

Los bancos a la caza del mercado online

La crisis agudiza el ingenio y eso ha provocado que BBVA, el segundo banco más importante de España, se haya lanzado a la captación del mercado online, porque sabe que allí puede encontrar un importantísimo nicho de mercado, habida cuenta del incremento de interacción a través de Internet de los usuarios con sus bancos.

Para ello, BBVA cuenta con su plataforma online Uno-e, a la que quiere dar un empujón definitivo para potenciar su implantación y favorecer su crecimiento rápido y efectivo, para lo que la va a dotar de herramientas de marketing poderosas que puedan atraer al mayor número de usuarios posibles.

Su primera gran propuesta es bonificar las nóminas en un 20%, hasta una cuantía máxima de 400 euros, al domiciliarlas con la entidad a través de Internet, lo cuál es una herramienta muy poderosa de atracción que, sin duda, generará buenos trasvases entre entidades.

Pero su apuesta estrella en estos tiempos de congelación hipotecaria es su préstamo hipotecario al Euribor + 0.29, en función de ciertas vinculaciones, no muy diferentes de las vinculaciones habituales en otros bancos y en otros préstamos hipotecarios.

Sin embargo, de poco servirá una oferta tan sugerente si luego no abre el grifo de una vez por todas, de poco sirve tener la mejor oferta del mercado en préstamos hipotecarios si luego no se conceden los préstamos hipotecarios, aunque parece que BBVA está resuelto a dar un paso definitivo.

Porque hay una cuestión que las entidades de crédito no están teniendo en cuenta, y es el hecho de que este es el mejor momento para conseguir una buena captación de clientes para el futuro. En tiempos de crisis en los que ningún banco concede créditos, hay un claro hecho diferenciador al concederlos, un hecho diferenciador que atraerá a muchos clientes y garantizará una posición de partida idónea para cuando la economía vuelva a repuntar.

El hecho está claro, porque el usuario de banca medio español es muy reticente al cambio de entidad, por lo que todos aquellos bancos que sean capaces de captar nuevos clientes en estos momentos tendrán mucho camino andado para cuando el dinero vuelva a fluir alegremente.

De la misma forma, es agradable comprobar como la banca española vuelve la mirada, de una vez por todas, al mundo de Internet, un mundo que está reclamando productos únicos y diferenciados de la banca tradicional, porque el usuario de Internet está claramente diferenciado del cliente tradicional de oficina.

¿Síntomas de recuperación en el sector inmobiliario o estadísticas engañabobos?

enganabobos

Somos meros pikachus en manos de los generadores de estadísticas

Como viene sucediendo estas últimas semanas hoy hemos vuelto a conocer una estadística que apoya la idea de que nos encontramos en la senda de la recuperación del sector inmobiliario, con estadísticas cada vez más esperanzadoras y que invitan al optimismo.

Se trata, esta vez, de la venta de viviendas en el primer trimestre de este año 2010, es decir, hasta marzo. Según estos datos el porcentaje de crecimiento es del 16,2% con respecto a los tres últimos meses del año 2009, y lo que es más importante, un 7,04% si tomamos como referencia el primer trimestre de 2009, que es un dato más fiable.

Por tanto, si analizamos los datos de manera fría y sin analizar las circunstancias que los rodean, no podemos por menos que asegurar que todo está volviendo a la normalidad, que la caída sin fondo a la que nos había tenido acostumbrados el sector inmobiliario ha llegado a su fin y que, poco a poco, todo comienza a remontar.

Sin embargo, nunca se pueden analizar unas estadísticas dejando a un lado las circunstancias las rodean, al menos no si se quiere hacer de una manera rigurosa. Por ello es conveniente que echemos un vistazo a la situación actual y a la situación por venir.

Y con un simple vistazo nos damos cuenta de que hay algo que está tergiversando cualquier estadística económica que se quiera ofrecer hoy en día. En poco más de 20 días habrá una subida significativa del IVA, una subida no demasiado elevada en términos de porcentaje, pero sí en la conciencia colectiva que en época de crisis es más sensible a cualquier incremento impositivo.

La subida del IVA del 7 al 8% está provocando que todos aquellos que tenían pensado adquirir una vivienda en este año 2010 estén anticipando sus operaciones para poder ahorrarse ese punto porcentual. Evidentemente, no es que se estén haciendo más operaciones, porque el que no podía comprarse una vivienda antes, tampoco puede ahora, sino que sólo se está produciendo una anticipación.

¿Qué significa?

Pues que a partir de julio es probable que asistamos a una nueva caída en el volumen de compraventa de viviendas, ya que muchas de las que tenían que realizarse en la segunda mitad del año ya se hicieron en la primera mitad. De cualquier forma, y como con cualquier análisis económico, se trata sólo de una previsión, de una predicción, que puede cumplirse, o no.

La única forma que tenemos de poder asegurarnos de todo es aguardar a que la situación se produzca, todo lo demás son previsiones, castillos en el aire, más o menos fundamentados.

Éramos pocos y parió Clifford Auckland

La abuela de Clifford Auckland ha parido un informe demoledor

La abuela de Clifford Auckland ha parido un informe demoledor

Éramos pocos y parió Clifford Auckland, teníamos pocos problemas con el crédito y ahora van estos tipos y nos cuentan que el grifo se va a cerrar, que si las entidades ya nos tenían congelados los créditos hipotecarios, a partir de ahora nos va a parecer que antes estábamos muy bien, ¿qué te parece?

Por lo que dicen los analistas de esta firma es que debido al aumento en las restricciones de provisiones que el Banco de España va a imponer a las entidades financieras españolas para garantizar el bienestar de los consumidores y usuarios, estas entidades van a retener su crédito, aún más.

Está claro que este análisis tiene un sentido, un sentido común para más señas, porque es evidente que si los bancos tienen que provisionar más tendrán menos dinero para poder prestar a sus clientes, pero eso no tiene que ser del todo cierto siempre y cuando la liquidez de las entidades sea la adecuada.

Sin embargo, si hacemos una segunda lectura, podemos llegar a entender mejor el análisis que ha realizado Clifford Auckland. Se trata de una empresa que se dedica a la concesión de Hipotecas Urgentes, una empresa a la que acuden los consumidores cuando el canal de crédito habitual no funciona correctamente.

Por tanto, si hasta ahora la utilización de los servicios de Clifford Auckland era residual, con la nueva ley y si se cumplen sus previsiones, los consumidores acudirán en masa a sus servicios.

Esto nos demuestra que todos los análisis, todos los informes, todos los artículos, todo, absolutamente todo está fundamentado en intereses económicos y comerciales, por lo que todos deben de ser pasados por un filtro crítico que nos permita sacar los datos relevantes de cada informe y desechar todo lo demás.

No podemos olvidar que todos los centros de decisión encargan informes a consultores externos para apoyar la decisión que están tomando, y que tomarán de cualquier forma. No digo que estos consultores no sean honestos, pero sí que es importante conocer que es lo que mueve la realización del informe.

La única verdad es que las entidades financieras tendrán que incrementar su provisión de fondos, pero esa situación no tiene porqué ser repercutida a los consumidores, al menos no en el medio-largo plazo.

Chocando contra el suelo, contra la cláusula suelo, se entiende

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Todos a una contra la cláusula suelo

La Organización de Consumidores y Usuarios, OCU para los amigos, ha presentado una propuesta en el Congreso de los Diputados para que se impida, por ley, la inclusión de las cláusulas suelo en las hipotecas que se firman en España. Una buena propuesta, pero llega un poco tarde, ¿no?

Una vez más se demuestra que todas las organizaciones y todos los organismos van siempre por detrás de la realidad, nunca se adelantan a ella. Las cláusulas suelo son abusivas, dice la OCU, y yo, como tú, supongo, estoy de acuerdo, pero estoy seguro de que era igual de abusiva hace cinco años que ahora y, sin embargo, nadie pareció darse cuenta de ella.

Si partimos de la base de la falta de cultura financiera de la sociedad española podemos dar por descontado que la inmensa mayoría de las personas que firmaron una hipoteca ni siquiera conocían la existencia de una cláusula de este tipo. Ahora bien, los organismos como la OCU se supone que existen para proteger los intereses de los consumidores y usuarios, no para protestar por situaciones que se están produciendo, para lo que servimos todos.

Porque lo que está haciendo la OCU ahora mismo es lo que han hecho gran parte de los deudores de hipotecas, darse cuenta de que las cláusulas suelo existían una vez que ya no había vuelta atrás, una vez que ya están firmadas y no queda otra más que resistir a sus consecuencias.

Las cláusulas suelo deberían de estar prohibidas por ley, estoy de acuerdo, porque suponen una clara asimetría en los derechos y deberes de las dos partes firmantes del contrato de hipoteca. La entidad financiera se beneficia de cualquier subida de tipo de interés, sin límite alguno, mientras que el consumidor sólo se beneficia de los descensos hasta un nivel. Los contratos son privados y como tales debe respetarse la libertad de las partes para firmar las cláusulas que consideren oportunas, pero en un contrato de hipoteca no hay igualdad de poder entre los contratantes, por lo que las Administraciones deben legislar.

Bien haría la OCU en dedicarse a analizar los contratos que se están firmando para poder darse cuenta de las injusticias antes que los propios usuarios, porque de otra forma de limita a ser una caja de resonancia de las críticas sociales.

La economía sumergida

U-47

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Cuesta trabajo creerlo, pero España no se sube al podium de las medallas de la economía sumergida en Europa. Por mucho que pensemos que en eso de la picaresca y el escaqueo no nos gana nbadie, la verdad es que ni siquiera en ese campo destacamos del todo. Este es el ranking:

En primer lugar, y como país ganador del oro, tenemos a Grecia, donde el 27 % de su producto interior bruto pertenece a la economía sumergida.

La medalla de plata es para Italia, con un 25,5 % de facturación en negro, trabajadores sin dar de alta y chanchullos en general.

La medalla de bronce es para Portugal con un 22 % de actividad económica no declarada.

Y finalmente el diploma olímpico, pero sin derecho a medalla, es para España, con un 21,6 % de economía oculta.

Para los que se pregunten cómo se calculan estas cosas, decirles que hay una serie de variables que se han demostrado muy útiles para calcular estas cosas, como el consumo total de gasolina en el país, el consumo de electricidad, los vehículos industriales matriculados, etc.

Como datos curiosos, cabe decir que la economía sumergida en Alemania es del 14 % y en EEUU del 8,8 %, lo que teniendo en cuenta el descomunal tamaño de su PIB os da idea de la diferenncia de impuestos que recauda el Estado en estos países sólo por combatir este concepto.

Con estos datos, hay que preguntarse varias cosas, pero como quiero ser breve, me limitaré a dos:

—Los latinos, ¿tenemos los gobiernos que nos merecemos por ser todos unos chorizos, o nos hacemos unos chorizos al darnos cuenta de que los gobiernos persiguen al más fácil, o sea, al que asoma la cabeza?

—La otra pregunta es: ¿qué diferencia creéis vosotros que hay hoy en día entre estar dado legalmente de alta o meterse en la economía sumergida?, ¿vale la pena el riesgo?, ¿la gente lo hace por necesidad, o por convicción?

Por mi parte una sola respuesta y homenaje: me voy camino de Scapa Flow.

🙂

 

 

 

A falta de pan, buenas son tortas, a falta de propiedad, bueno es el alquiler

Los que no podemos comprar pan, nos conformamos con las tortas

Los que no podemos comprar pan, nos conformamos con las tortas

A falta de pan, buenas son tortas, y a falta de poder comprar una vivienda en propiedad, bueno es el alquilarla, o al menos eso se adivina de las estadísticas que ayer hizo público el Ministerio de Vivienda, según las cuales, durante el primer trimestre de 2010 se habían cerrado 1.779 contratos de alquiler a través de la Sociedad Pública de Alquiler, más del doble de los cerrados en el primer trimestre de 2009.

Es evidente que en épocas de crisis, en las que la inseguridad es la norma, pocos se atreven a lanzarse a la compra de una vivienda, con compromisos financieros durante más de 20 años, y prefieren decantarse por el alquiler, una opción denostada en nuestro país, pero esencial en otros.

Muchos expertos coinciden que el alquiler es una opción más eficiente económicamente hablando, ya que es más económico que una cuota hipotecaria y permite utilizar el excedente de dinero entre ambas obligaciones en el mercado financiero libre donde se puede obtener un tipo de interés que compensaría el no estar adquiriendo la vivienda.

Sin embargo, en España no nos paramos a pensar en la eficiencia económica y vivimos más de la cultura heredada según la cuál la propiedad es la clave, y todos preferimos tener una vivienda en propiedad, aunque en realidad pertenezca al banco, que pagar cada mes nuestro alquiler de manera religiosa. Por ello, los datos del Ministerio de Vivienda son más esclarecedores.

Porque nos dan una radiografía exacta de la situación de crisis en la que estamos viviendo en estos momentos, una situación que lleva a los ciudadanos a ir contra sus propias ideas y alquilar una vivienda cuando en realidad quisieran comprarla. En ese aspecto, la Sociedad Pública de Alquiler está haciendo una gran labor, y digno es reconocerlo, al ofrecer alquileres más baratos que los del mercado, en concreto un 12%, según los datos hechos públicos por el propio Ministerio.

Además, este organismo está permitiendo que se ocupen los pisos que antes estaban vacíos, ya que los propietarios se deciden a alquilarlos ante la seguridad que se les ofrece, ya que ellos cobrarán bajo cualquier circunstancia y siempre recibirán el piso en las mismas condiciones que lo entregaron.

Por otro lado, el aumento de viviendas que se alquilan también tiene su origen en la cantidad de personas embargadas durante la crisis, las cuáles no pueden pagar la cuota de la hipoteca, pero tienen que vivir en algún lugar, por lo que se acomodan al alquiler que se les ofrece.

En definitiva, cuando la propiedad no es posible, bueno es el alquiler.

La estética del perdedor

el romanticismo de la decadencia es romántico porque no es racional...

el romanticismo de la decadencia es romántico porque no es racional...

Soy de los que creen que la economía debería ser, ante todo, una rama de la sociología, así que poerdonadme proque de vez en cuando os encaje estos párrafos en vez de hablar de Euribor e hipotecas.

Algunas veces, en los comentarios, me habéis oído decir que la pobreza no es una cualidad moral. Lo pienso de veras: se puede ser pobre y honrado, y también se puede ser pobre y canalla. La pobreza, por tanto, ni nos mejora no nos empeora.

¿Y a qué viene este ataque de la armada de la obviedad? A que empiezo a darme cuenta de que hay cosas que es obligatorio decir, porque alguna especie de monstruo maligno nos ha comido la lógica.

Ser pobre es una mierda. Y sus consecuencias son peores. La única manera de ser pobre y disfrutarlo es huyendo de sus consecuencias, como algunas comunidades religiosas, que no tienen nada pero disponen de todo en caso de emergencia.

Perder las guerras es malo, porque no existe ninguna estética del perdedor fuera de la épica de su resistencia, que, si os fijáis no tiene que ver con perder, sino con resistir, que es otra cosa. El que se apoya en la barra del bar a rumiar sus penas con un cigarrillo a medio apagar entre los labios no está resistiendo. Está regodeándose. La estética del perdedor es, casi siempre, la estética del regodeo, o una simple pose para justificar su rendición

Con todo esto vengo a decir que tengo la impresión de que esta crisis y esta presión sobre el crédito y la hipoteca han servido para que muchos crean abierta la veda de la lamentación pasiva, esa clase de lamentación que lleva a no hacer nada, no intentar nada y no emprender nada, porque los tiempos están malos.

Entre las razones por las que en España durará la crisis más que en otros lugares, propongo que apuntéis esta nueva: porque nos sirve de disculpa y de pretexto para la fatalidad y la vagancia que tanto nos gustan.

Así de sólidas son a veces las coartadas.

 

Hay Gobiernos que sí hacen algo, en el País Vasco se ayuda a las familias embargadas

Los que sí hacen algo

Los que sí hacen algo

No todos los Gobiernos españoles están instalados en la inacción como política económica, no todos siguen la estrategia de Zapatero de dejar las cosas pasar y esperar a que escampe la tormenta, por suerte, al menos para algunos ciudadanos, existen algunos gobiernos autonómicos que sí están haciendo los deberes y están haciendo todo lo que está en su mano para proteger al ciudadano de los excesos de las entidades financieras.

El mejor ejemplo es la política del Gobierno vasco, que a través del programa Bizigune está ayudando a aquellas familias que se vieron afectadas por un embargo y que tienen a sus miembros en paro, con el objetivo de que estas familias tengan, al menos, un lugar en el que vivir, y en el que empezar la vida de nuevo.

Gracias a este programa las familias se pueden beneficiar de alquileres que no superan, en ningún caso, el 30% de sus ingresos, con lo que se los pueden permitir, y pueden destinar el resto de su renta a otras necesidades primarais, como la alimentación, por ejemplo.

La pena es que esta política tan positiva no se extienda al resto del país y que tengamos que sufrir las consecuencias del Estado de las Autonomías, que ha conseguido crear ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda, todo en función del signo político del gobierno que ocupe el sillón presidencial en la Comunidad Autónoma que te haya tocado residir.

No seré yo el que critique un país descentralizado, todo lo contrario, pero sí defenderé como el que más un país descentralizado con los servicios esenciales centralizados, porque de otra forma lo único que se consigue es dilapidar la igualdad social que se había alcanzado en nuestro país.

La educación, la sanidad, la defensa y las políticas de vivienda deberían de estar gestionadas íntegramente por el Gobierno Central, para asegurarse de que todos los ciudadanos tienen los mismos deberes y derechos, independientemente de su lugar de origen o de residencia, porque en ello consiste, precisamente, un país, en ciudadanos iguales ante la ley y ante los derechos.

Si no se hace esto ocurre lo que está pasando en el País Vasco, que unos pocos se aprovechan de unas políticas ventajosas, mientras que el resto miramos muertos de envidia deseando poder estar viviendo allí, en lugar de hacerlo en nuestras respectivas Comunidades Autónomas.