Los que me leéis a menudo ya sabéis de mi obsesión por mantener en pie los conceptos, pues una vez que los conceptos se pierden o se diluyen no hay forma humana de seguir manejando el raciocinio, ni la lógica. Y donde desaparecen la razón y la lógica quedan la presión, la coacción y las armas. Así que ya veis que lo considero importante, vaya.
Hoy, por tanto, ataco de nuevo con algo obvio, pero que aún así es necesario repetir, para que no nos dejemos llevar por esa especie de corriente de la palabras vacías que unos repiten otros no escuchan, pero repiten, y otros finalmente acaban usando como arma arrojadiza sin haberlas entendido nunca ni haber albergado la menor intención de ello.
Todo ciudadano tiene derecho a la vida, pero no a que lo mantengan, ni a vivir a costa de otro. Lo que este derecho significa es que no se puede matar a nadie. Simple y llanamente eso. El que espera en el corredor de la muerte, ve vulnerado ese derecho. El que se muere de hambre en medio de una sequía, pues no. Debe contar con nuestra caridad, nuestra solidaridad o nuestro sentido común (porque nos interesa que otro día nos socorran), pero lo cierto es que nadie vulnera un derecho suyo, y hay que tenerlo claro.
Todo ciudadano tiene derecho al trabajo, pero eso no quiere decir que tienes derecho a que alguien te contrate, o a que alguien te dé un empleo. Lo que significa es que nadie te puede privar de la oportunidad de trabajar, y eso incluye el trabajo por tu cuenta. Si eres pintor no te pueden impedir pintar. Si eres albañil, no te pueden impedir levantar paredes o poner azulejos. Pero tu derecho al trabajo no incluye la obligación de otro de dártelo. Si quieres trabajar, ponte por tu cuenta y trabaja. Eso y no otra cosa es lo que significa este derecho.
Todo ciudadano tiene derecho a una vivienda digna, pero eso no significa que otro la tenga que construir gratis para ti, ni que otro tenga que regalar el solar donde se ubica. Tu derecho a la vivienda no incluye que se me pase a mí el recibo de tu hipoteca. Ni a la sociedad tampoco. El derecho a la vivienda digna significa que no te pueden alojar en un cuchitril, ni obligar a residir un lugar insalubre. Pero no significa que otro te pague la casa, ni que sea gratis.
Porque derecho no es gratuidad. Tus derechos son tuyos y tu hipoteca también.
Otra cosa es que socialmente articulemos los medios para minimizar los daños, pero eso ya no va de derechos, sino de inteligencia.