Esta semana se ha iniciado la campaña de la declaración de la renta 2010, una campaña que cobra mayor importancia al tratarse de la última que permitirá la desgravación fiscal por compra de vivienda generalizada, para todos los contribuyentes, independientemente de sus ingresos.
Porque a partir de la declaración de la renta 2011, todas las viviendas adquiridas con posterioridad al 1 de enero de 2011 tendrán que acogerse a diferentes tramos de desgravación, en función de los rendimientos declarados por cada contribuyente.
Así, para todos aquellos contribuyentes que hayan adquirido su vivienda con posterioridad al 1 de enero de 2011, y que sus ingresos sean superiores a 24.107,20 euros, la desgravación fiscal por compra de vivienda desaparece de manera absoluta, aunque, mejor dicho, nunca habrá existido para ellos.
Por el contrario, para todos los contribuyentes que adquirieran su vivienda con anterioridad a ese 1 de enero de 2011, o para aquellos que lo hicieran con posterioridad y que sus ingresos sean inferiores a los 17.707,20 euros, la desgravación fiscal se mantendrá en las mismas condiciones que hasta ahora.
Es decir, se podrán desgravar el 15% de todas las cuotas satisfechas para la adquisición de la vivienda habitual, hasta un límite de 9.000 euros por contribuyente.
Para el tramo que va desde el importe mínimo, los 17.707,20 euros, hasta el importe máximo, los 24.107,20 euros, la desgravación seguirá existiendo, pero el porcentaje de la misma se irá reduciendo de manera paulatina hasta llegar al 0% una vez que se alcance el máximo.
De esta manera, el Gobierno pretende potenciar el alquiler de vivienda en contra de la compra, con el objetivo de dinamizar así el sector inmobiliario y conseguir dar salida al tremendo stock de viviendas sin vender que todavía existe en nuestro país.
Por otro lado, uno de los grandes objetivos de esta modificación de la desgravación fiscal por compra de vivienda es acabar, de una vez por todas, con la especulación inmobiliaria, ya que esta desgravación ha sido responsabilizada, en numerosas ocasiones, como principal causante de la burbuja inmobiliaria.
Habrá que esperar un año, de todas formas, para empezar a ver como afecta realmente a los ciudadanos este cambio en las reglas de juego de la desgravación fiscal. Hasta entonces, ¡a seguir disfrutando con la barra libre!