I+D+I
Los medicamentos se investigan y desarrollan en las industrias farmacéuticas porque luego serán ellas las encargadas de producirlos, comercializarlos e integrarlos en la cadena económica, de manera que, como vemos, el tejido industrial es previo necesariamente al I+D. Nuestra capacidad productiva y los sectores en que somos líderes son los que deben señalar la dirección y las prioridades en las inversiones dedicadas a la investigación, ya que en esos sectores será donde puedan ofrecer una mayor rentabilidad.
Tratar de competir a estas alturas con los japoneses, por ejemplo, a la hora de diseñar microelectrónica sería muy caro, ineficaz y con pocas posibilidades de éxito. La experiencia también es cuenta como ventaja de partida.
Dicho esto, y en un país como España, donde los sectores que más aportan al PIB son el turismo, la construcción y la industria agroalimentaria, hay que preguntarse, sinceramente, si no será mejor cambiar antes nuestro modelo productivo, porque de lo contrario la conclusión obvia es que tenemos que invertir en I+D, sí, pero en el desarrollo de un ladrillo más resistente o más ligero, nuevas variedades de cócteles, tortillas de patatas más jugosas o nuevos plásticos más eficientes para cubrir invernaderos de fresas.
Y lo que nos suelen vender no es eso, ¿verdad?
Lo que nos suelen vender no se le ocurre noi a la lechera del cuento.
parecen las siglas de un nuevo Viagra a juzgar por las reacciones que provoca su sola mención entre los estamentos políticos y empresariales españoles. Pero el caso es que al investigación y el desarrollo en sí mismos no son más que un espejismo si no se convierten en producción y comercialización. O sea, que todo muy bien, pero si no investigamos sobre algo que luego podamos aplicar de manera competitiva estamos haciendo el tonto.