Los que lleváis mucho tiempo leyéndome os vais a a quedar un poco sorprendidos con este artículo, pero de vez en cuando hay que cambiar la parte del cerebro con la que se piensa, para no caer en aquelloq eu decñía Ortega: “ser de derechas, como asr de izquierdas, son simplemente dos manera de ser idiota. Se trata de dos formas de hemiplejia moral”.
Dicho esto, vamos a ver lo que es una externalidad, porque se trata de un concepto clave en economía. Externalidad es un coste que se echa fuera, de modo que quien realiza un actividad obtiene los beneficios de ella, pero no paga todos los gastos o perjuicios derivados de esa actividad.
La externalidad más típica es la contaminación atmosférica: una empresa gana dinero produciendo plásticos, pero no paga como un coste más el aire que mancha. Paga impuestos: pero también paga impuestos la empresa de jardinería que pone bonita la ciudad. Los impuestos no pagan externalidades.
Pues bien, con las normas sociales actuales y la legislación vigente en cuanto a derechos de las personas, cabe afirmar que los bancos , al desahuciar a al deudor hipotecario de un piso, generan una externalidad.
¿Por qué? El banco tiene un negocio. Ok. El banco calcula los riesgos, pide los papeles y obtiene y reparte los beneficios. Ok. ¿Y pro qué cuando el negocio va mal hace que el deudor quede en la calle, para que tenga que ser sostenido por las arcas públicas? ¿Quién paga los servicios sociales y las viviendas sociales? ¿Quien va a tener que acoger, vestir y alimentar a los niños de esas familias? Todos. ¿Y por qué pagamos todos los negocios que salen mal a los bancos?
Si existiera la figura del fusilamiento al amanecer del que es desahuciado, el banco podría lavarse las manos, o pedir su libra de carne, pero como esas figuras no existen, el banco traslada parte de sus costes a la sociedad, esta vez en forma de problemas sociales. Una forma de contaminación social, por decirlo de algún modo.
Y pagamos todos. Una vez más. Otra.