Hoy quiero que el echemos un poco de imaginación al asunto, por aquello de que el mundo real, del que estoy tratando de hablar últimamente, está formado fundamentalmente por personas.
La dialéctica marxista, que para bien y para mal se ha introducido en nuestras mentes, nos ha acostumbrado a pensar que los patronos pertenecen a la clase patronos y nunca dejan de serlo. Los trabajadores, pro su parte, pertenecen a la clase obrera y nunca dejan de serlo tampoco, a menos que la revolución les dé el poder conduciendo a la sociedad a la dictadura del proletariado.
El proceso intermedio se llama lucha de clases y se expresa en una constante pelea por salarios, derechos y medios de producción.
Sin embargo, en el mundo real, la cosa es diferente. Un trabajador puede tener una idea, ahorrar, pedir un préstamo y convertirse en patrono. Y lo que aún es más grave: a un patrono se le pueden hinchar las narices de tanto sufrir trabas, echar el cierre a la empresa y convertirse en asalariado de otro, o simplemente en clase pasiva, o en turista en las Bahamas.
Las clases, por tanto, no son cuestión genética ni inamovible. Y la solidaridad de clase, menos.
Y ahí es donde yo voy con la pregunta de hoy, que espero no me toméis muy a mal:
Una empresa con 500 trabajadores atraviesa por un mal momento. La patronal propone un referéndum a los trabajadores, con estas dos opciones: O se rebaja el salario un 20 % a todo el mundo, o se despide a 100 trabajadores. De otro modo la empresa no será viable. En la propuesta se incluye también el compromiso de subir el sueldo esa misma cantifdad o recontratar a los 100 despedidos cuando las cosas vayan mejor.
Decidme, por favor, qué opción creéis que ganaría el referéndum y por qué.
Y si alguno se atreve, que diga lo que él o ella votarían.
La cosa va a dar de sí….