Uno ya empieza a estar un poco harto con el temita de que el precio de la vivienda va a seguir bajando, con lo de que se va a producir una corrección importante, y con aquello de que la situación actual es insostenible, porque luego la realidad echa por tierra todas estas previsiones.
La última previsión en este sentido ha sido la que publicó ayer la Escuela de Negocios ESADE, la cuál prevee un descenso del precio de la vivienda en España de un 20% en los dos próximos años, a añadir a la corrección que ellos han calculado de un 10-15% que ya se ha producido.
Si ellos lo dicen habrá que creerles, pero lo que no nos dicen, o si dicen no dejan muy claro, es que este tipo de informes siempre lleva gato encerrado y no pueden ser directamente extrapolados a la realidad del comprador de una vivienda.
Este informe, como todos, habla de precio medio, es decir, toma todas las viviendas que están en venta en España, suma su precio y luego divide por el número total (o cualquier otro método aritmético que quieran utilizar para calcular el precio medio).
¿Cuál es el problema? No están desglosando por tipo de vivienda, porque no es lo mismo una vivienda en la costa que una vivienda en la ciudad. La segunda sólo se compra como segunda residencia y en estos momentos no hay demanda para ese tipo de vivienda, por lo que su precio se desploma. Sin embargo, la primera se compra para residir en ella y la demanda sigue estando viva, por lo que el precio no caerá tanto.
De hecho, para que la media del descenso de precios en los próximos dos años sea de un 20%, la caída del precio de la vivienda destinada a residencia habitual no puede caer por encima del 10%, ya que la destinada a segunda vivienda lo hará en torno a un 30%.
En definitiva, los precios de la vivienda seguirán cayendo, pero poco, al menos en lo que se refiere a las viviendas que todos necesitamos, es decir, aquellas en las que residimos. El verdadero ajuste se producirá en los lugares de costa donde se ha producido una grave sobreoferta que ahora no tiene salida.