Según los últimos datos, esos datos que caen en avalancha cuando termina un año y comienza otro, la tasa de ahorro de los españoles se ha disparado en 2009 hasta alcanzar el 14, 1 % de la renta disponible, lo que es un 4,1 % más que el año anterior. O sea, una tercera parte más, que es mucho enm términos relativos.
Cuando vemos esta clase de datos tenemos que pensar dos cosas antes de sacar una conclusión, porque se trata de un tema con dos filos:
-1- Que la inversión procede del ahorro, y que si los españoles no empezábamos a ahorrar más no teníamos que quedar necesariamente en la ruina porque no habría capital que invertir, dada la dificultad de seguir obteniendo financiación exterior.
Lo que se invierte es siempre el ahorro de alguien, y durante demasiados años hemos estado tirando por aquí del ahorro de los países asiáticos, que prestaban grandes cantidades de dinero procedente de sus excedentes comerciales y de la diferencia entre sus ingresos y el nivel de gasto de sus economías.
Aumentar el ahorro supone, pro tanto, permitir la financiación de nuestra economía de forma autónoma, lo que tiene que ser necesariamente bueno.
-2- Por otro lado, el aumento del ahorro es una disminución del consumo y la demanda. Si la gente ahorra más es que gasta menos, lo que contraerá la producción y el empleo, y esto puede llevar a que muchas empresas, ya tocadas, no puedan soportar sus costes y acaben cerrando, lo que supondría un nuevo descenso de la demanda por la gente que se queda sin trabajo y sin salario. La espiral del avión tocado, vaya.
La economía se mueve por lo que la gente demanda, y cualquier descenso de la demanda es una contracción de la economía, que deja a personas en la calle.
¿Cómo lo veis vosotros?, ¿es bueno o malo este aumento del ahorro? ¿El hombre precavido vale por dos o puede ser la precaución la que mate al gato?
P.D: los comentarios que se ahorran no se pueden invertir más tarde, así que no seáis tacaños… 🙂