Tras unas semanas de vorágine alcista, y una última algo más tranquila, el Euribor ha llegado ya al 1.90% en cotización media mensual, y la cosa parece que no se va a detener ahí, sino que va a seguir creciendo de manera sostenida y sin que haya un final en el horizonte más cercano.
Porque el Euribor no será inmune a la crisis que se está viviendo en el Norte de África y la incertidumbre sobre la inflación y el abastecimiento de petróleo hará que siga subiendo de manera sostenida, al menos hasta que las revueltas primigenias y posterior intervención de la comunidad internacional terminen de manera definitiva.
Por otro lado, el Banco Central Europeo sigue en sus trece de subir el tipo de interés para la zona euro en el mes de abril, a pesar de las numerosas voces que han surgido en contra de esta medida, siendo la más reputada la propia OCDE, que la ve como una decisión contraproducente para los intereses de la economía de la propia zona euro.
Sin embargo, el Banco Central Europeo no se va a echar para atrás, ya que se aferra a su mandato de controlar la inflación, y como ellos defienden, las expectativas de inflación son claras. Por ello, al igual que sucedió en 2008, puede que nos encontremos con un escenario de incrementos mantenidos en el tipo de interés.
En definitiva, nada hace pensar que podamos vivir un tiempo de tranquilidad con el Euribor, y que nos tendremos que enfrentar a una corriente alcista, mucho más vertiginosa de lo que se preveía a principios de año, lo que nos viene a demostrar que las previsiones económicas tienden a equivocarse, ya que prevén el futuro con las circunstancias de hoy, mientras que el futuro se verá afectado por las circunstancias del futuro, el problema es que es imposible adivinar cuales serán esas circunstancias.
En este momento, por tanto, no nos queda otra que pensar en pagar una cuota hipotecaria más elevada durante algún año, porque el tipo de interés aplicado a nuestras hipotecas se elevará sin solución de continuidad y sin que podamos hacer nada para remediarlo.