Este lunes, 13 de septiembre, mi compañero Ladríllez se hacía eco de un estudio publicado por Bankinter en el que se afirmaba que el precio de la vivienda seguiría a la baja, al menos, hasta 2011, y, claro, todos nos lo creímos porque suponíamos que los investigadores de Bankinter serían serios, ¡craso error, amigo, craso error!
No digo que no sean serios, que lo serán, supongo, pero resulta que el Instituto Nacional de Estadística (INE) ha hecho públicos los resultados sobre el precio de la vivienda en el segundo trimestre de este año 2010 y ¿a qué no adivinas qué ha sucedido? Pues que, comparados con el primer trimestre, el precio de la vivienda se ha incrementado un 1.6%, la primera vez que se produce un incremento desde el tercer trimestre del 2007, vamos, desde el génesis de la crisis.
Bien es cierto, sin embargo, que en tasas interanuales, es decir, comparado con el segundo trimestre de 2009, la tendencia sigue siendo a la baja ya que los precios, comparados estos dos períodos, se han reducido en un 0.9%, con lo que la tendencia es a la baja, aunque cada vez menos.
No obstante, yo me quedo con la comparación trimestral, porque es la que más se ajusta a la realidad al estar medida en momentos muy cercanos en el tiempo y, por tanto, con casi las mismas circunstancias, esas que todo lo pueden, de por medio.
Estamos, entonces, en un panorama de repunte del precio de la vivienda, aunque habrá que esperar para comprobar si este repunte es provisional o definitivo, porque no hay que menospreciar el efecto que haya podido tener el incremento del IVA.
Si nos atenemos a las leyes económicas el incremento del IVA desde julio hizo que se elevara la demanda de viviendas para el primer semestre del año, y ya se sabe que cuanto mayor es la demanda más se eleva el precio del bien demandado, con lo que está claro que el precio de la vivienda puede haber disfrutado de una desviación de la realidad con motivo de la modificación impositiva.
Como nos está sucediendo con casi todas las variables económicas a analizar durante este año 2010, no podemos afirmar nada hasta que no hayamos comprobado el comportamiento de las mismas una vez que el efecto IVA se haya difuminado.