Éramos pocos y parió Clifford Auckland, teníamos pocos problemas con el crédito y ahora van estos tipos y nos cuentan que el grifo se va a cerrar, que si las entidades ya nos tenían congelados los créditos hipotecarios, a partir de ahora nos va a parecer que antes estábamos muy bien, ¿qué te parece?
Por lo que dicen los analistas de esta firma es que debido al aumento en las restricciones de provisiones que el Banco de España va a imponer a las entidades financieras españolas para garantizar el bienestar de los consumidores y usuarios, estas entidades van a retener su crédito, aún más.
Está claro que este análisis tiene un sentido, un sentido común para más señas, porque es evidente que si los bancos tienen que provisionar más tendrán menos dinero para poder prestar a sus clientes, pero eso no tiene que ser del todo cierto siempre y cuando la liquidez de las entidades sea la adecuada.
Sin embargo, si hacemos una segunda lectura, podemos llegar a entender mejor el análisis que ha realizado Clifford Auckland. Se trata de una empresa que se dedica a la concesión de Hipotecas Urgentes, una empresa a la que acuden los consumidores cuando el canal de crédito habitual no funciona correctamente.
Por tanto, si hasta ahora la utilización de los servicios de Clifford Auckland era residual, con la nueva ley y si se cumplen sus previsiones, los consumidores acudirán en masa a sus servicios.
Esto nos demuestra que todos los análisis, todos los informes, todos los artículos, todo, absolutamente todo está fundamentado en intereses económicos y comerciales, por lo que todos deben de ser pasados por un filtro crítico que nos permita sacar los datos relevantes de cada informe y desechar todo lo demás.
No podemos olvidar que todos los centros de decisión encargan informes a consultores externos para apoyar la decisión que están tomando, y que tomarán de cualquier forma. No digo que estos consultores no sean honestos, pero sí que es importante conocer que es lo que mueve la realización del informe.
La única verdad es que las entidades financieras tendrán que incrementar su provisión de fondos, pero esa situación no tiene porqué ser repercutida a los consumidores, al menos no en el medio-largo plazo.