Vista la marejada que se estaba produciendo con motivo de las cláusulas suelo y todo lo que ello significa de pérdida para el consumidor final, algo que todos los articulistas independientes llevábamos mucho tiempo diciendo, y que las organizaciones de consumidores se han enterado ahora, el Banco de España ha decidido salir en defensa de sus hijitos, las entidades financieras.
No contento con utilizar al Estado español a su antojo para favorecer la estabilidad de los bancos y cajas, a través de la compra sistemática y no siempre beneficiosa para el país del pasivo de las entidades, ahora va y lanza un informe en defensa de las cláusulas suelo.
El informe comienza siendo descriptivo, en el que se notifica que el 29% de las hipotecas que se conceden en este país cuentan con esta cláusula, es decir 29 de cada 100 hipotecados no se han beneficiado de las bajadas drásticas de los tipos de interés.
Pero luego, el Banco de España, utilizando este mismo informe que ha lanzado para informar sobre el estado de las hipotecas, sostiene, para enfado general de todos los que no tenemos intereses en ninguna entidad financiera, que las cláusulas suelo son beneficiosas para la estabilidad del entramado financiero nacional, siempre y cuando sean descritas claramente en los contratos y estén compensadas con cláusulas techo.
Pues bien, amigos del Banco de España, las cláusulas suelo no están descritas claramente en los contratos, más bien al contrario, siempre aparecen en la letra pequeña, aquella que casi nadie se lee, y nunca es explicada claramente por el directivo que vende el producto financiero hipotecario.
Además, aunque sí es verdad que muchas de las hipotecas que cuentan con cláusula suelo cuentan también con cláusula techo, lo que no dice el Banco de España es que las primeras son claramente beneficiosas para las entidades financieras, fijando el suelo en una cifra no inferior al 3%, y que las segundas también lo son ya que fijan el techo en cifras no inferiores al 13%.
¿Quién gana siempre? Blanco y en botella, las entidades financieras ganan siempre, y el Banco de España, en lugar de denunciar este abuso, porque es un abuso, se dedica a defenderlo en un corporativismo insultante para la inteligencia de los consumidores y usuarios que pagamos nuestras cuotas hipotecarias religiosamente cada mes.