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El fin de las cláusulas suelo

La cláusula suelo al borde del precipicio

La cláusula suelo al borde del precipicio

Parece que la larga batalla llevada a cabo por las plataforma de defensa de los consumidores y de los afectados por las hipotecas está llegando a buen puerto, y tras la sentencia del Tribunal Supremo que las consideraba abusivas, el BBVA se ha puesto las pilas y ha decidido eliminarlas.

Sin embargo, eso no quiere decir que la guerra esté terminada, ni mucho menos, porque el BBVA ha declarado que seguirá litigando porque estas cláusulas vuelvan a tener validez ya que bajo su prisma ideológico son totalmente validas desde cualquier punto de vista.

De cualquier forma, la buena noticia está ahí, y a falta de que sea ratificada por las instancias superiores lo único cierto es que todos los hipotecados que tengan que empezar a revisar el tipo de interés de sus préstamos a partir de ahora lo harán a la baja, lo que significa un alivio con la que está cayendo.

Y lo mejor es que el resto de entidades no tendrán otra alternativa más que el seguidismo más absoluto, ya que no pueden permitirse el mantenerse en unas reglas de juego diferentes de las de su más inmediato competidor, y estoy pensando principalmente en el Banco Santander.

Eso sí, no podemos esperar que esta medida tenga carácter retroactivo, porque así ya lo pidió el Tribunal Supremo, en aras de la seguridad jurídica del país, y así lo ha anunciado el BBVA, para evitar posibles confusiones al respecto.

En definitiva, nos encontramos con una excelente noticia para todas la personas que ya tengan un préstamo hipotecario contratado, aunque puede que no tan buenas para aquellas personas que estén en disposición de pedir una nueva hipoteca, ya que las entidades financieras tendrán que protegerse ante este nuevo escenario y es posible que impongan diferenciales aún más elevados.

Tenemos que pensar que las entidades financieras nunca pierden, o nunca quieren perder, y se querrán asegurar un tipo de interés adecuado para sus intereses aún cuando el Euríbor se encuentre por los suelos, así que no dudarán en incrementar el diferencial y así compensar sus beneficios.

Al rico préstamo, oiga

Tenemos los créditos de todos los colores

Tenemos los créditos de todos los colores

¿Quién dijo que la financiación en nuestra economía estaba congelada? Debe de ser que todas las familias y todas las empresas que acuden a pedir un préstamo a las entidades financieras están haciendo algo mal, porque si a ellos se les niega de manera sistemática, ahora resulta que se ha iniciado una campaña desde el BBVA para ofrecer prétamos de garantía personal a sus clientes más solventes, de hasta 25.000 euros.

Pero no te creas que los conceden cuando los clientes acuden a la sucursal a solicitarlo, nada de eso, porque lo que hacen es ponerse en contacto con los propios clientes de manera directa y ofrecerles esta posibilidad sin que ni tan siquiera se hayan interesado por ello.

Entonces basta el mero consentimiento telefónico del cliente para que el BBVA ingrese la nada desdeñable cifra de 25.000 euros en sus cuentas que quedan a la libre disposición de los clientes sin que tengan que dar mayores explicaciones al banco, más allá de devolver el capital y el importante tipo de interés del 14,92% (ajustable en función de la vinculación).

Además, a pesar de su consentimiento no existe ninguna obligación para utilizarlo. Se establece un período en el que el cliente puede “tirar” de este dinero o dejarlo sin más en la cuenta. Concretamente, la fecha límite es el 30 de noviembre. Si llegado ese día, el cliente no ha utilizado el dinero ingresado, el BBVA recuperaría el capital sin que se genere ninguna deuda.

Como ves se trata de una oferta que es muy difícil de rechazar ya que es una inyección de liquidez importante, de 25.000 euros, que el cliente puede mantener como colchón por si en algún momento se encuentra con dificultades económicas reales que tiene que afrontar.

Ante las insistentes preguntas de las asociaciones de consumidores sobre la incoherencia que supone la congelación general del crédito con este tipo de políticas expansivas de crédito, las entidades financieras se defienden sobre la base de que se trata de cantidades relativamente pequeñas y que son ofrecidas a clientes que ya han demostrado su solvencia con la propia entidad.

En definitiva, los bancos siguen concediendo créditos, pero de manera mucho más selectiva.

Los bancos acosados por los jueces

El BBVA acosado por los jueces

El BBVA acosado por los jueces

Está claro que los bancos están sintiendo la cercana vigilancia de los jueces en los últimos meses, y la gota que ha colmado el vaso ha sido el dictamen de un juez madrileño que ayer, día 15 de diciembre, determinó el registro de la sede del banco BBVA para obtener unos listados sobre clientes de swaps con la entidad financiera.

Por lo que parece este listado se le fue solicitado al BBVA tiempo atrás, y ante su negativa el juez ha decidido, ni corto ni perezoso, que se registre su sede para obtener estos listados. Como no podía ser de otra forma, el banco ha contraatacado con toda su batería legal para evitarlo, así que veremos en que termina todo esto.

Pero más allá de la anécdota, a mí me gustaría quedarme con el hecho de que la justicia parece funcionar en nuestro país, a pesar de lo que habíamos pensado tiempo atrás. Las entidades bancarias llevan demasiado tiempo haciendo lo que les ha venido en gana y el hecho de que los jueces empiecen a tomar cartas en el asunto es una gran noticia para todos, hasta para los propios bancos, porque una Justicia independiente es signo de progreso social.

Está claro que durante los años del boom inmobiliario y ahora en plena crisis, los bancos y cajas han ido colocando en el articulado de sus contratos hipotecarios todas aquellas cláusulas que les protegían ante posibles situaciones adversas, sin saber, o querer, explicar adecuadamente a los ciudadanos en qué consistía todo aquello.

Por un lado estuvo la cláusula suelo, en la que nadie pareció fijarse, y ahora nos llega el tema de los swaps, a los que todo el mundo alababa cuando el Euribor no paraba de subir, pero que ahora se están convirtiendo en una auténtica soga al cuello para los ciudadanos hipotecados.

Sin embargo, los ciudadanos no somos del todo inocentes, y así lo debemos de reconocer. Nuestra incultura financiera es manifiesta y ello provoca que firmemos contratos hipotecarios, con 30 años de duración, sin saber lo que estamos firmando en realidad confiando en el director de la sucursal más cercana a nuestro domicilio, sin pararnos a pensar que esa persona lo único que quiere es cerrar la operación y llevarse su comisión.

BBVA se lanza a la caza del mercado online

Los bancos a la caza del mercado online

Los bancos a la caza del mercado online

La crisis agudiza el ingenio y eso ha provocado que BBVA, el segundo banco más importante de España, se haya lanzado a la captación del mercado online, porque sabe que allí puede encontrar un importantísimo nicho de mercado, habida cuenta del incremento de interacción a través de Internet de los usuarios con sus bancos.

Para ello, BBVA cuenta con su plataforma online Uno-e, a la que quiere dar un empujón definitivo para potenciar su implantación y favorecer su crecimiento rápido y efectivo, para lo que la va a dotar de herramientas de marketing poderosas que puedan atraer al mayor número de usuarios posibles.

Su primera gran propuesta es bonificar las nóminas en un 20%, hasta una cuantía máxima de 400 euros, al domiciliarlas con la entidad a través de Internet, lo cuál es una herramienta muy poderosa de atracción que, sin duda, generará buenos trasvases entre entidades.

Pero su apuesta estrella en estos tiempos de congelación hipotecaria es su préstamo hipotecario al Euribor + 0.29, en función de ciertas vinculaciones, no muy diferentes de las vinculaciones habituales en otros bancos y en otros préstamos hipotecarios.

Sin embargo, de poco servirá una oferta tan sugerente si luego no abre el grifo de una vez por todas, de poco sirve tener la mejor oferta del mercado en préstamos hipotecarios si luego no se conceden los préstamos hipotecarios, aunque parece que BBVA está resuelto a dar un paso definitivo.

Porque hay una cuestión que las entidades de crédito no están teniendo en cuenta, y es el hecho de que este es el mejor momento para conseguir una buena captación de clientes para el futuro. En tiempos de crisis en los que ningún banco concede créditos, hay un claro hecho diferenciador al concederlos, un hecho diferenciador que atraerá a muchos clientes y garantizará una posición de partida idónea para cuando la economía vuelva a repuntar.

El hecho está claro, porque el usuario de banca medio español es muy reticente al cambio de entidad, por lo que todos aquellos bancos que sean capaces de captar nuevos clientes en estos momentos tendrán mucho camino andado para cuando el dinero vuelva a fluir alegremente.

De la misma forma, es agradable comprobar como la banca española vuelve la mirada, de una vez por todas, al mundo de Internet, un mundo que está reclamando productos únicos y diferenciados de la banca tradicional, porque el usuario de Internet está claramente diferenciado del cliente tradicional de oficina.

Las aves de rapiña a la caza de la carroña de otras entidades financieras

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Las aves de rapiña, perdón los bancos, buscando su carroña

Si la semana pasada te hablaba de la guerra que se avecina entre las entidades financieras para captar nuevos clientes hipotecarios, con lo que pretenden deshacerse de los ingentes activos que han ido acumulando a base de embargos y permutas de deuda, hoy te voy a hablar de otra forma de incrementar el número de hipotecas de un banco: el robo a otras entidades.

La idea es muy sencilla, aparte de las hipotecas que un banco o caja pueda conseguir por sus propios medios siempre está la posibilidad de robar los clientes a otra entidad, ¿cómo? Muy sencillo, ofreciendo mejores condiciones, porque los consumidores somos muy, pero que muy sensibles a la mejora de condiciones.

Aunque todas llevan ya un tiempo lanzando campañas agresivas para captar al mayor número de clientes de sus competidores, ha sido BBVA el banco que ha dado el pistoletazo de salida a la caza mayor, al ataque directo como si de meras aves de rapiña se tratara.

Ha lanzado un producto de contratación exclusiva por Internet con unas condiciones que mejoran las de cualquier hipoteca del mercado, además de ofrecer regalos adicionales que consigan despertar el interés de sus potenciales clientes.

Esta hipoteca del BBVA que te cuento ofrece un Euribor + 0,49 de diferencial, lo cuál no se puede ver por muchos bancos o cajas hoy en día, pero no sólo eso también te ofrece la posibilidad de rebajarte la cuota un 30%, cumpliendo unos requisitos, así como el recibir 2.000 euros al instante, con otro tipo de requisitos.

Evidentemente, no es oro todo lo que reluce, y detrás de esta oferta del BBVA no hay otra cosa más que una campaña de marketing perfectamente orquestada por su Dirección Comercial, por lo que siempre habrá gato encerrado, y el banco se estará protegiendo ante cualquier posible problema posterior.

Pero está claro que se trata de una campaña efectiva, porque va directamente al grano, directamente a las necesidades del consumidor, porque, no nos engañemos, todos, absolutamente todos, queremos mejores condiciones en nuestros créditos hipotecarios, y si conseguimos alguien que nos lo pueda ofrecer no vamos a tener mala conciencia por hacer el cambio.

Un cambio que va a ser el pan nuestro de cada día de ahora en adelante, porque los bancos y cajas están a verlas caer y lucharán por cualquier cliente que se encuentre en el mercado, ya sea nuevo o robado de otra entidad. Todo vale, en la guerra, en el amor y en las finanzas.

Por el interés te quiero Andrés, la compra de pisos se adelantará ante las medidas del gobierno

¡todos atentos! Es el momento de comprar vivienda, sólo nos hace falta el dinero

¡todos atentos! Es el momento de comprar vivienda, sólo nos hace falta el dinero

El centro de estudios del BBVA hizo público ayer un informe realmente interesante que da mucho que pensar, porque nos enseña como somos realmente los consumidores, aunque ahora habrá que ver si la realidad confirma las previsiones.

Dicen los del BBVA que en el primer semestre de este año 2010 se producirá un adelantamiento de compra de vivienda para evitar la subida de IVA prevista para el verano.

De la misma forma, y para el segundo semestre también se espera un adelantamiento de compra debido a la eliminación de la subvención por compra de vivienda, prevista por el Gobierno para compras a partir de 2011.

Esto llevará a que el stock de viviendas se reduzca de manera drástica y que, incluso, pueda llegar a desaparecer el excedente.

También hacen hincapié en el hecho de que la demanda, todavía débil, poco a poco se va recuperando por los métodos tradicionales, como son la bajada de precios y los bajos tipos de interés.

La única pata de la mesa que parece que no está aguantando el peso del excedente de viviendas es el mercado financiero que nos está demostrando que no se encuentra a la altura.

Porque estamos en una situación en la que los precios de viviendas están bajando, por lo que más gente quiere comprar pisos, los tipos de interés están por los suelos, por lo que más consumidores están dispuestos a endeudarse, y las medidas fiscales promueven la compra inmediata, por lo que la sociedad no retrasará su compra; pero las entidades financieras siguen negando el crédito.

Y parte de culpa es del Gobierno español que no ha sabido exigir a estas entidades la concesión de crédito a cambio de los avales que puso a su disposición. El Gobierno estuvo ahí cuando los bancos le necesitaron, pero ahora que todos necesitamos a los bancos el Gobierno no está con nosotros.

De todas formas, según se vayan saneando las cuentas de los bancos y cajas, el crédito irá fluyendo y la demanda tornará en demanda efectiva, los consumidores que desean comprar piso pasarán a ser consumidores que pueden permitirse el comprar un piso, y el excedente, como dice el BBVA, irá desapareciendo.

Sin embargo, hay que relativizar este informe, porque no deja de ser nada más que un informe, nada más que una retahíla de previsiones, y todos sabemos ya lo que nos podemos fiar de las previsiones.