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Hipoteca y rescate de las cajas. Doble perjuicio

Lo último que vio la mosca.

Lo último que vio la mosca.

Iba a titular el artículo “éramos pocos y parió la abuela”, pero no me pareció serio. De todos modos, la cosa va por ahí, y lo trataré de explicar lo mejor que pueda.

A estas alturas ya sabéis todos que el Gobierno y el Banco de España están por forzar la conversión de todas las cajas de ahorros en bancos y acelerar su reflote de modo que nuestro sistema financiero no sea observado con lupa desde el exterior.  Esto, ni más ni menos, consiste en salvar con nuestro dinero a los mismos que nos han puesto en parte la soga al cuello y que se la siguen poniendo a las PYMES tras cerrar el grifo de la financiación.

Pero ojalá fuese sólo eso. No se trata sólo de una injusticia, de un mal precedente y de una canallada, sino que va a tener consecuencias muy graves para los futuros compradores de vivienda. Mientras las cajas de ahorros y los bancos estén con el agua al cuello es fácil que los pisos sigan bajando, de modo que la vivienda se abarate en todos los sectores y más aún en ciertos barrios y promociones que los bancos se han comido con patatas. Esto va a favor de los más jóvenes y de todos los que tenían que comprar pronto vivienda.

Pero si rescatamos a las cajas, entonces su necesidad de liquidez no será tan perentoria y se frenará así la caída del precio de la vivienda con lo que resulta que nuestro dinero no sólo les salva el pescuezo, sino que sirve, además, para que ellos puedan seguir apretándonos sin bajarse de la burra de sus precios abusivos.
 

O sea que ya veis lo genial que es y ya veis la verdadera dialéctica: sus necesidades son nuestra oportunidad y nadie lo duda. Pero cuando tenemos una oportunidad de que se vean obligados a competir abaratando sus precios, entonces usan nuestro dinero para quitarnos esa oportunidad y que los prercios no bajen.

¿Cómo le llamarán esta vez?, ¿qué eufemismo utilizarán para denominar esta maniobra?

A mí se me ocurren muchas palabras, pero ninguna que deba escribirse aquí. Por esta vez, me modero.

No, no y no, la Ley Hipotecaria no se cambia

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A raíz de las nuevas sentencias condenatorias que siguen apareciendo en contra de las entidades financieras por los abusos contractuales en la redacción de las hipotecas, la presión social contra el Gobierno para que se planteé la posibilidad de promover una reforma en la Ley Hipotecaria se ha incrementado de manera exponencial.

Sin embargo, Elena Salgado, la Ministra de Economía, sigue negando la mayor y rechazando cualquier posibilidad de iniciar una reforma de calado en la Ley defendiendo que el sector financiero se encuentra en un momento demasiado delicado como para cambiar las reglas de juego a mitad de partido.

Estamos todos de acuerdo en que las entidades financieras no lo están pasando bien del todo, pero también es cierto que como partícipes de la crisis financiera que estamos viviendo, también sería justo que pagaran parte de las consecuencias y que no se fueran de rositas, como los están haciendo ahora.

La sociedad reclama la opción de la dación en pago como método más justo para la ejecución hipotecaria y entiende la no posibilidad de la retroactividad, aunque sí la utilización para los nuevos contratos hipotecarios. De la misma forma, y como sentenció un juez hace una semana, tomar como valor real de la vivienda el de la tasación y no el actual de mercado, porque es injusto que un ciudadano sufra las consecuencias de la depreciación de la vivienda, y no así la entidad financiera.

Otras demandas sociales apuntan al margen diferencial que existe entre las cláusulas suelo y las cláusulas techo, de forma que nunca se llega a las segundas y siempre fácilmente a las primeras, o al incremento excesivo que se está produciendo en los diferenciales aplicados.

En definitiva, una serie de demandas sociales, unas más justas otras menos, pero que sí merecen, al menos, ser debatidas en el Parlamento para intentar encontrar un punto medio en esta problemática y no dejar todo el marrón en manos de los ciudadanos.

Y es que las entidades financieras, que crearon todo el desbarajuste actual, se marcharán de la crisis con algún problema de balance por el exceso peso del sector inmobiliario, pero reportando beneficios como el que acaba de anunciar el BBVA para el pasado año 2010.

¿Es justo?

La dación en pago de una hipoteca. El lado amargo

Bueno... Pues si no quieren pagar, que no paguen... Déjalos que decidan...

Bueno... Pues si no quieren pagar, que no paguen... Déjalos que decidan...

La gente siempre ha querido las cosas gratis, sin pagar un duro, por su cara bonita y porque ellos lo valen. En este país siempre ha sido popular el robo y héroes los bandoleros, pero creo que últimamente estamos sufriendo una gran oleada de descaro al pedir que se haga lo que sea, lo que haga falta, para que las deudas caduquen y el todogratis se extienda por el mundo.

Lo primero que he visto en ese sentido han sido varias movilizaciones  exigiendo la renta mínima ciudadana, que es un sueldo mínimo al que se tendría derecho sólo por nacer. No voy a repetir aquí los maravillosos razonamientos de los que piden tal cosa, pero sí os diré algo: cuando todo el mundo tiene cuatrocientos euros, esa cantidad equivale a cero.

En segundo lugar, me ha llamado la atención la verdadera bronca que organizan las asociaciones de internautas ante cualquier amenaza contra el todogratis de las pelis, el todogratis de las series, y el todogratis de la música. Se les llena la boca hablando de cultura, de compartir, de crear sociedad, cuando lo cierto, lo real, es que a ellos puede que le importen esas cosas, pero a una abrumadora mayoría de internautas lo que les importa es poder descargarse lo que quieran, gratis, y sin publicidad. Lo novedoso no es que se robe: lo novedoso es que se creen pretextos tan complejos para defenderlo.

Lo último y más apropiado para esta web es el tema de la dación en pago. Se comenta alguna sentencia en la que se dice (habría que leerla) que entregar el piso debería ser suficiente para cancelar una hipoteca. Y yo digo que sí, que es verdad, y que propongo que se haga así, pero con la hipotecas que se constituyan a partir de ahora. Las otras se constituyeron con unas normas, y se deben cumplir esas normas. Si para las nuevas acordamos eso, pues que así sea.

Y ahora os pregunto yo: ¿qué tipo de interés tendrían esas nuevas hipotecas que se podrían liquidar con darle el piso al banco?, ¿a cuántos años prestarían el dinero?, ¿a quién se lo prestarían?, ¿en qué condiciones? Pensemos un poco y hagamos conjeturas…. el que se atreva.

O sea que muy bonito todo, pero si podemos cancelar una hipoteca entregando el piso, tened en cuenta que esa hipoteca quizás no sería para nosotros. Lo cual, si me lo permitís, da lugar a una última pregunta : ¿Estamos todos tontos por pedir semejante cosa? 

 

El gobierno anima a comprar piso

virusYo ya no me quiero meter en si el Gobierno tiene credibilidad o influencia para convencer a nadie de que compre un botijo, así que menos una cosa de tanto valor y tan importante como una vivienda.

No me quiero meter tampoco a las vueltas que da la vida, cuando la izquierda española criminalizó a los constructores llamándoles especuladores y alimañas sociales, y tenemos ahora que hay que ayudar a este pilar básico de la economía española, y bla, bla, bla…

No me quiero meter tampoco a calificar aquellas genialidades del genio Rodrigo Rato, cuando afirmaba que si los pisos subían era porque se vendían, y si se vendían era porque la gente sabía que la vivienda nunca baja y es una reserva segura de ahorro y capital.

Lo que sí tengo la obligación de ver, y de comentar con vosotros, es que llevamos años intentando incentivar la compra de vivienda con cualquier pretexto. Veo que se suprimió la desgravación por compra de primera vivienda el año pasado con esa doble intención: recaudar más impuestos y, de paso, meterle prisa a la gente para que comprase.

Y ahora, la gran pregunta: ¿Y por qué  esas prisas? Porque el plazo para dar cuentas a Europa del estado de nuestros bancos empieza a agotarse, y cuantos más pisos hayan sacado bancos y cajas de ahorros de su balance, menos tendrá que poner el Estado para rescatarlos o para garantizar su inmenso, descomunal agujeros.

O sea que no penséis que cuando un ministro aconseja comprar piso ahora lo dice porque piense que van a subir en un futuro cercano: lo dice porque todos los pisos que los bancos y las cajas no vendan, formarán parte de ese patrimonio dudoso que el Estado terminará soportando de una u otra manera.

Así que, por mi parte, un consejo: si ellos dicen que que hay que respirar, casi mejor elijo ahogarme. Hasta ahí llegan mi confianza…

Se multiplican los morosos

Horizonte temporal de la banca

Horizonte temporal de la banca

Tranquilos, que no voy a hablar de los ayuntamientos , de las comunidades autonomías ni de otros establecimientos públicos. Si os apetece conocer una visión de eso, hay pro ahí un artículo curioso sobre cómo las administraciones convierten en prestamistas a los proveedores y de sus efectos.

Yo, como este sitio va de bancos, hipotecas y créditos financieros, me voy a referir solamente a esa clase de deudas.

Como era de esperar, la tasa de morosidad de crédito concedido por bancos, cajas, cooperativas de crédito y otros establecimientos financieros ha vuelto a subir para situarse en noviembre, el último dato conocido, en el 5,68%

Este porcentaje, aterrador si lo pensamos detenidamente, es el más alto desde 1996. Según esos mismo datos del Banco de España, la suma de la deuda total con bancos, cajas y otros chiringuitos financieros asciende ya a 1,84 billones de euros, que representa casi el doble del PIB español anual. Y ojo: aquí no se cuenta la deuda exterior ni la deuda pública, así que ya sabéis de dónde ha salido buena parte de la prosperidad de estos años pasados : de gastar lo que no teníamos.

Ya os habia dicho el porcentaje y lo podíais calcular vosotros mismos, pero así las cosas, el monto total de lo impagado asciende a 100.000 millones de euros, de momento.  Si tenemos en cuenta que el Gobierno ha tenido que hacer el pino para rebajar 15.000 millones el gasto público (y no lo va a conseguir) imaginad ahora cómo están los bancos y las cajas de ahorros con una deuda impagada como la que os acabo de contar.

¿Comprendéis ahora pro qué se tientan la ropa antes de conceder una hipoteca?

Los bancos y cajas están en la encrucijada: si prestan, se arriesgan a no cobrar. Si no prestan, ¿a qué se dedican, si el gremio de los churreros está también muy competido?

Pues eso.

Crisis y cobardía. El muro infranqueable

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Tranquilos todos

Hoy me apetece hablar con claridad. Con demasiada, incluso.

Uno de los peores problemas de esta crisis es que nadie habla claro de ella y se sigue queriendo salir del agujero con medidas falsas, con medias verdades y sin mirar a la cara a las situaciones verdaderamente catastróficas.

Tenemos, pro ejemplo, el caso de los bancos y las hipotecas. Sabemos todos que la banca tiene inscritos en su balance los pisos por un valor muy superior al que hoy podrían venderse en el mercado. Sabemos, pro tanto, que el patrimonio de los bancos no es el que ellos dicen, pero como tomar en serio ese problema podría suponer una quiebra masiva, hacemos como que no lo sabemos, seguimos adelante, y el problema no se arregla.

Sabemos también que muchas hipotecas son incobrables. Se extienden lo plazos, se alargan las cuotas, peor sabemos que muchos hipotecados no podrán pagar sus préstamos porque se han quedado sin trabajo o porque no hay esperanza de que vuelvan tener un nivel de ingresos como en el momento en que les fue concedida la hipoteca. ?Y se hace algo? NO. ¿Se acepta que habrá que cobrarles menos o quedarse con un piso que no se podrá vender? NO. Se pospone el desastre para otro día, para el turno de otro, para la hora en que s ele pueda echar la culpa a otro.

Sabemos que las entidades locales y las autonomías no pueden mantener el nivel de empleo público y de servicios actual, porque para ello tendrían que aumentar los impuestos provocando la huida de los que producen. Sabemos que se gasta más de lo que se ingresa y por eso continúa el endeudamiento. ¿Y se hace algo para ajustar las cuentas? Muy poco. ¿Se le dice de una vez a la gente que no se pude pagar más? NO. En lugar de eso, se desata una carrera buscando prestamistas que sigan alimentando ese agujero.

Mientras no seamos capaces de reconocer dónde estamos en realidad, con unos bancos que están más cerca de la quiebra de lo que reconocen, unos ciudadanos depauperados sin capacidad para pagar sus deudas ni estimular el consumo y unas instituciones que gastan de manera sistemática por encima de lo que recaudan, no podremos buscar soluciones.

Somos como el que tiene un dolor en el pecho e insiste en que es de una mala postura en la cama, no vaya a ser que si va al médico le diga que padece del corazón y le quite el tabaco, el alcohol, la sal en las comidas y hasta lo ponga a hacer ejercicio.

Somos de chiste

 

 

 

Lo que los bancos buscarán en 2011 para dar una hipoteca

Cuidado con el laberinto...

La amenaza permanece

Hace algún tiempo escribí un artículo aquí sobre lo que tenemnos que ofrecer a los bancos para excitar su gula y os decía entonces que a la hora de buscar un piso y pedir una hipoteca no sólo hay que buscar lo que nos guste a nosotros, sino también lo que le guste al banco, porque es el que tiene que dar el dinero y habrá inmuebles que valores más que otros.

Por supuesto, las razones que os alegarán oficialmente serán otras, pero estas son más o menos las que circulan pro las mesas de sus despachos y por las líneas de sus teléfonos. Repito lo que dije entonces:

—Si el piso tiene más de sesenta año, y está fuera de normativa urbanística, porque en su momento habrá que ampliar aceras o construir aparcamientos, un punto negativo.

—Si está en una zona ruidosa, de mucho tráfico o jaranas constantes, punto negativo.

—Si abundan en el barrio las minoría étnicas, punto negativo.

—Si no tiene ascensor, punto negativo.

—Si no tiene garaje en el propio edificio, punto negativo.

—Si los vecinos del inmueble son muy mayores, o hay mucho vecino de alquiler y poco en propiedad, punto negativo.

—Si tiene portero, o una comunidad elevada, punto negativo.

Que a vosotros sean inconvenientes que no os importen, por la razón que sea, y estéis dispuestos a seguir adelante, porque precisamente por eso tiene tan buen precio el piso, al banco le trae al fresco. Los bancos, y más en esta época, lo que miran es sus posibilidad de revender el inmueble en caso de que algo vaya mal, y antes de pensar que sus criterios son erróneos pensarán que vosotros sois unos bichos raros y que “vete a saber si encontraríamos otro igual”.

A nosotros nos gustan las gangas, porque tenemos necesidad de pagar poco. A ellos no. A ellos lo que les gusta es pensar que es fácil de revender si alguna cosa sdale más y se lo tienen que acabar merendando.

A todo esto, creo que para el año entrante habrá que añadir algo de vital importancia: que el piso sea suyo.

Mucho me temo que en 2011 se apretará aún más la cuerda en torno al gran problema de los pisos que los bancos tienen en stock y que la banca responderá a este problema intentando a toda costa sacar su cartera inmobiliaria al precio de perjudicar, más aún, al mercado libre. Por tanto, hay que reconstruir la lista:

-Si el piso que queréis es de un banco, id a sese banco y punto positivo para la hipoteca.

-Si el piso es de una promotora, buscad como sea el banco que financió a esa promotora y ya tenéis otro punto positivo.

-Enteraos de en cuánto dinero se ejecutó el embargo en caso de que el piso fuese de un propietario anterior que lo perdió. Por encima de lo que el banco pagó podéis negociar. Por una vez, el registro os puede dar un dato de lo que pueden llegar a tragar y de lo que no.

Y ante todo, recordad una cosa: no va a tardar el día en que tengan que valorar los pisos en su balance por valor de mercado y para entonces tendrán que haberse quitado una buena parte del marrón, así que ahora, ahora sí puierde ser el momento de buscar una ganga y aprovechar la ocasión.

Suerte.

 

14 años no son nada…

14 años, o 20, no es nada

14 años, o 20, no es nada

… febril la mirada, y bla, bla, bla, no te voy a engañar, no me sé la canción que quiero versionar aquí y tampoco es cuestión de andar buscándola por ahí, te haces una idea y si te la sabes la cantas mentalmente, porque el caso no es que la canción sí o la canción no, el caso es que han pasado 14 años y seguimos tal y como estábamos.

Si en el año 1996, cuando sufríamos otra gran crisis de la que ya no nos acordábamos, pero que por aquel entonces nos hizo mucho daño, teníamos una tasa de morosidad del 5.72%, resulta que este pasado mes de octubre, según datos del Banco de España, la tasa de morosidad del sector financiero se ha situado en el 5.66%.

Ello supone un incremento 0.17 puntos porcentuales con respecto al mismo dato del mes de septiembre, y, lo más alarmante todavía, 0.68 puntos porcentuales por encima de la tasa de morosidad de octubre de 2009, lo que supone un incremento elevado que repercutirá sin duda en el encarecimiento de los créditos concedidos y, por supuesto, en la ralentización de la recuperación del sector financiero.

Las entidades que más han sufrido el crecimiento de la tasa de morosidad han sido, como viene siendo habitual, los bancos, que se han disparado hasta el 5.80%, mientras que Cajas de Ahorros y Cooperativas de Crédito han soportado mejor la tormenta con unas tasas de 5.49% y 4.45%, respectivamente.

Fuera del espectro quedan ya las empresas especializadas en créditos que sufren una tasa de morosidad por encima del 10%, una cifra que está llevando a la mayoría a la bancarrota y a la consecuente desaparición del mercado empresarial español.

El problema de estas cifras es que nos condenarán a un mayor estancamiento de la concesión de créditos de todo tipo, lo cuál seguirá estrangulando a las pequeñas y medianas empresas y dejará sin su hipoteca a la mayoría de las familias lanzadas a la compra de una vivienda.

Habrá que pedirle al año 2011 una tasa de desempleo menor, causante sin duda de la tasa de morosidad que estamos sufriendo, para poder empezar a recuperarnos, de una vez por todas, de la crisis que seguimos sufriendo sin solución de continuidad.

Los bancos acosados por los jueces

El BBVA acosado por los jueces

El BBVA acosado por los jueces

Está claro que los bancos están sintiendo la cercana vigilancia de los jueces en los últimos meses, y la gota que ha colmado el vaso ha sido el dictamen de un juez madrileño que ayer, día 15 de diciembre, determinó el registro de la sede del banco BBVA para obtener unos listados sobre clientes de swaps con la entidad financiera.

Por lo que parece este listado se le fue solicitado al BBVA tiempo atrás, y ante su negativa el juez ha decidido, ni corto ni perezoso, que se registre su sede para obtener estos listados. Como no podía ser de otra forma, el banco ha contraatacado con toda su batería legal para evitarlo, así que veremos en que termina todo esto.

Pero más allá de la anécdota, a mí me gustaría quedarme con el hecho de que la justicia parece funcionar en nuestro país, a pesar de lo que habíamos pensado tiempo atrás. Las entidades bancarias llevan demasiado tiempo haciendo lo que les ha venido en gana y el hecho de que los jueces empiecen a tomar cartas en el asunto es una gran noticia para todos, hasta para los propios bancos, porque una Justicia independiente es signo de progreso social.

Está claro que durante los años del boom inmobiliario y ahora en plena crisis, los bancos y cajas han ido colocando en el articulado de sus contratos hipotecarios todas aquellas cláusulas que les protegían ante posibles situaciones adversas, sin saber, o querer, explicar adecuadamente a los ciudadanos en qué consistía todo aquello.

Por un lado estuvo la cláusula suelo, en la que nadie pareció fijarse, y ahora nos llega el tema de los swaps, a los que todo el mundo alababa cuando el Euribor no paraba de subir, pero que ahora se están convirtiendo en una auténtica soga al cuello para los ciudadanos hipotecados.

Sin embargo, los ciudadanos no somos del todo inocentes, y así lo debemos de reconocer. Nuestra incultura financiera es manifiesta y ello provoca que firmemos contratos hipotecarios, con 30 años de duración, sin saber lo que estamos firmando en realidad confiando en el director de la sucursal más cercana a nuestro domicilio, sin pararnos a pensar que esa persona lo único que quiere es cerrar la operación y llevarse su comisión.

La hipoteca en 2011

Guardiua regulando atasco de solicitantes cabreados

Guardia regulando atasco de solicitantes cabreados

A estas alturas de año unos se ponen a hacer resúmenes de lo que fue el año que salió, y otros preferimos los vaticinios, aunque sólo sea porque supone más uso de la inteligencia y menos de la memoria.

En 2001 se acabarán las desgravaciones por hipoteca en la compra de primera vivienda, los bancos tratarán de colocar como puedan su maravilloso excedente de pisos en cartera y la Unión Europea, lo pronostico, se pondrá cada vez más dura con nuestras cuentas públicas y privadas.

En cuanto a las públicas, está por ver aún que efecto surten los rescates de Grecia e Irlanda, pero mucho me temo que periódicamente los mercados nos aprieten un poco más la soga para obligarnos a realizar de una santa y buena vez todas esas reformas que llevan siendo urgentes quince años y nunca nos ponemos a realizar en serio: educación, trabajo y administración del Estado.

Respecto a las cuentas privadas, nuestros bancos no han tenido que valorar, de momento, a precio de mercado los inmuebles que figuran en su balance, pero me temo que poco a poco se les vaya pidiendo cuentas sobre ese particular y la situación se complique.

Por tanto, 2001 va a ser un año duro para las hipotecas: desaparece la desgravación y los bancos tendrán que mirarlo todo con lupa. En la primavera hay elecciones, municipales y autonómicas, y hasta entonces, a cualquier precio, el Gobierno tratará de mantener en pie el chiringuito.

Después, veremos.

Suerte.

El acoso de los mercados contra España

Plan de emergencia del Gobierno.

Plan de emergencia del Gobierno.

Cuando las cosas van mal siempre es conveniente tener a alguien a quien echarle la culpa, y si ese alguien es inmaterial, intangible e invisible, mucho mejor.

A estas alturas casi todos hemoss oído hablar de la conspiración de los especuladores internacionales contra las finanzas y la deuda públicaespañola. Suena tan fuerte y tan clara la voz de los mercados, que ZP ha tenido que sacarse una serie de medidas de la chistera, y medidas además de las que no gustan a sus ideólogos.

Lo cierto, en cualquier caso, es que en poco menos de diez días la Bolsa española ha sufrido un descomunal batacazo y nuestra deuda pública ha pasado de ser una inversión segura a tener que pagar unas importantes primas de riesgo, con lo que nuestra deuda pública es más cara y menos atractiva. Y cada vez más gorda, por cierto, lo que deja a los bancos sin dinero para prestar ni para conceder hipotecas.

Desde mi punto de vista, hablar de conjuras de conspiraciones o de cacerías en plan “vienen a por nosotros” o “han olido la sangre” son, modos sensacionalistas de decir que los especuladores bajistas han visto en la debilidad de la confianza española una presa fácil para sus maniobras.

Y si esto es así es porque no hemos hecho los deberes, no hemos conseguido corregir la burbuja inmobiliaria e hipotecaria y no hemos conseguido, sobre todo, convencer a nadie de que podemos generar riqueza con que pagar en el futuro lo que debemos.

Aunque nos jorobe, lo que hay que reconocer es que no hay ninguna conspiración contra España, sino que se trata simplemente de lo obvio: los que protestan no ven claro que se lo podamos devolver.

Como haríamos nosotros con cualquierra, vaya. ¿Y también somos tiburones?

 

 

Grecia, Irlanda y ahora… ¿España?

Preparados, listos....

Preparados, listos....

En principio no, necesariamente. Hay que entender que al carajo, como a Roma, se va por muchos caminos y que cada uno de los tres casos es una ruta diferente, con distintos guías y distinto medio de transporte. Os pongo un poco en el mapa del tesoro:

—Grecia: los griegos tenían un gobierno que aprovechó los bajos tipos de interés del BCE para endeudarse hasta el gaznate y más arriba. Acostumbraron a la gente a tener lo que no podía pagar y, cuando no pudieron endeudarse más, empezaron a falsificar las cuentas para que no se notase. Cuando alguien se da cuenta de ello y se lo afea, mienten como bellacos hasta que el país entero se va a freír puñetas. Cosas del cortoplacismo democrático…

—Irlanda: en Irlanda el gobierno es más o menos prudente, aunque hace malabarismos con los impuestos para atraer empresas, en un claro caso de competencia desleal con sus socios comunitarios. Los bancos hacen el animal con la burbuja inmobiliaria y el Estado los acaba nacionalizando sin darse cuenta de que el agujero de los bancos es mayor que las posibilidades del Estado, por lo que son los bancos los que al final tumban al Estado.

¿Y España?

Nuestro sistema bancario tiene mejor salud que el Irlandés y nuestros bancos, salvo esos engendros a los que llaman Cajas de Ahorros, parecen solventes y bien fundamentados.

Nuestra burbuja inmobiliaria fue aún más bestial que la de Irlanda, y su estallido se ha llevado más gente pro delante porque aquí había más trabajadores dependiendo del sector de la construcción, pero nuestra economía real, con mercado de trabajo y modelo productivo son mucho peores y eso hará que nos cueste más que a los otros generar los ingresos necesarios para pagar al deuda.

Si a eso añadimos que nuestra estructura contable a largo plazo está muy fastidiada por la sanidad, las pensiones y el paro, no es de extrañar que haya gente que piense que nunca podremos devolver lo que debemos, máxime cuando no hay un control presupuestario único y no se sabe muy bien quién manda en eso del endeudarse.

¿Cómo lo veis? ¿Le prestaríais vosotros a España?