Llevamos cuatro años, más o menos lo que está dando en durar la actual crisis financiera, inmobiliaria, económica, y de todo lo que te quieras o puedas imaginar, soñando con que se produzca finalmente un descenso de precios que nunca llega a confirmarse, pero parece que, por fin la espera ha llegado a su fin y parece que los pisos comenzarán a bajar, de verdad.
Porque hasta ahora lo único que hemos tenido es una bajada ficticia, sin que se haya producido un descenso real que pueda hacer pensar en que hayamos tocado fondo, con lo que todos los avezados compradores con posibilidades de hacerse con una vivienda han querido esperar hasta que los precios siguieran bajando, con total razón.
Pues bien, ahora el gobierno obligará a las entidades financieras a actualizar su contabilidad de manera que valoren los inmuebles y los solares por el precio actual y no por el que tenían antes de comenzar la crisis, de manera que se producirá una importante bajada de precios.
Los bancos y cajas tratarán de deshacerse rápidamente ante la importante pérdida que supondría para sus intereses y su prestigio internacional el mantenerse con inmuebles claramente depreciados, con lo que buscarán darles salida a la mayor velocidad posible, lo que supondrá una caída de precios generalizada.
Una caída que las propias entidades financieras han evitado todo este tiempo con su política de mantener sus viviendas sobrevaloradas y de obligar a sus clientes a comprar éstas y no las que tenían apalabradas con las agencias inmobiliarias, si querían financiación.
Por fin, parece que los bancos empezarán a tomar parte de su medicina y a sufrir las consecuencias de su actitud durante todos los años de bonanza, durante los cuáles no hicieron nada por apoyar a sus clientes o ayudarles en los momentos de dificultad, más bien al contrario, obligándoles a sufrir las consecuencias de sus actos.
Parece mentira, todo hay que decirlo, que haya tenido que ser un gobierno de centro-derecha el que se haya atrevido finalmente a meter mano a los bancos, mientras que el gobierno de centro-izquierda socialista nunca hizo nada por remediar la situación.