Aunque todos estamos de acuerdo en que con la que está cayendo el ahorro se está convirtiendo en una quimera para la mayoría de las familias hipotecadas, es cierto que también existe una minoría de personas que han conservado sus empleos y que han conseguido sobrellevar la crisis con soltura.
Son estas personas las que ahora se plantean diferentes opciones de inversión y ahorro para poder sacar máximo provecho a su dinero. Sin embargo, las perspectivas sobre los productos que habitualmente vendían las entidades de crédito no son muy halagüeñas por lo que acaban por volver la vista hacia sus propias hipotecas.
Y es que realizar amortizaciones parciales sobre sus hipotecas se ha convertido en la herramienta de ahorro más eficiente para las familias que se lo pueden permitir, ya que consiguen protegerse ante las inminentes subidas del Euribor, a la vez que se siguen beneficiando del ahorro fiscal por la desgravación por compra, siempre y cuando, claro está, de que compraran su vivienda antes de enero de este nuevo año que acabamos de estrenar.
Sin embargo, a la hora de amortizar parcialmente surge la duda de hacerlo en plazo o en capital. Aunque hay algunos productos hipotecarios que no dan estas dos alternativas, la mayoría sí que la ofrecen y es una dicotomía a la que hay que enfrentarse a la hora de amortizar parcialmente.
Desde el punto de vista de eficiencia financiera, la mejor opción es siempre amortizar en plazo, ya que es el plazo el que mayor peso tiene en la composición de los intereses que se pagan mes a mes en la cuota hipotecaria. Sin embargo, al amortizar en plazo no se reduce la cuota, pudiendo incluso incrementarse en el momento en el que se produzca una revisión. Por tanto, la amortización en plazo debería de ser una opción exclusiva de aquellas familias que pagan su cuota de manera holgada.
Por otro lado, la amortización en capital, reduce, en menor medida, los intereses que se pagan, aunque permite un mayor relajo en las obligaciones mensuales en forma de cuota.
Por tanto, siempre que sea posible, la opción más eficiente es la amortización en plazo, aunque si no es posible la amortización en capital ofrece ventajas de ahorra importantes, especialmente en circunstancias financieras como las actuales.