El Euríbor ha cerrado el mes de mayo en el 2,147%, en tasa media mensual, lo que supone un incremento de 0,898 puntos porcentuales con respecto al cierre de mayo de 2010, pero de apenas 0,06 puntos porcentuales con respecto al cierre del mes pasado, de abril de 2011.
Por ello, se certifica la estabilización del indicador, después de que durante los meses de marzo y abril se introdujera en una vorágine alcista que no parecía tener fin y que hizo que algunos analistas comenzaran a hablar del 3% a finales de año como una previsión realista y no como el máximo casi inalcanzable.
En cualquier caso, y comparado con el Euríbor de hace un año, la comparación realmente importante, lo cierto es que el incremento de casi 0,9 puntos porcentuales arrojará un incremento en cuota hipotecaria mensual cercana a los 80 euros, para una hipoteca media, una cantidad elevada, sobre todo, si tenemos en cuenta la crisis económica que nos sigue golpeando.
Un incremento que pende de un hilo, del hilo que maneja el Banco Central Europeo, que en su reunión de junio puede insinuar futuros incrementos del tipo de interés para la zona Euro, tal vez después del verano, lo que supondrá expectativas que recogerá el Euríbor, creciendo durante los meses previos al incremento efectivo del tipo de interés.
Y es que los analistas económicos hablan de un tipo de interés entre el 1,75% y el 2% antes de finales de año, lo que obligará a subidas por parte del Banco Central Europeo, con el objetivo de controlar las tensiones inflacionistas que se siguen dando, y de las que es tan temeroso el máximo organismo de supervisión financiera europea.
Por tanto, es posible que los próximos meses sigamos en esta tendencia alcista, sobre todo en comparación con las cifras de 2010, lo que hará que todas las personas que tengan que revisar sus hipotecas durante este año lo hagan al alza, teniendo que pagar más dinero por sus cuotas hipotecarias mes a mes.
Cuotas hipotecarias más elevadas, que se añaden a falta de empleo y a expectativas económicas inciertas e inestables para el futuro, lo cuál no ayudará, de ninguna forma, a la estabilización del país.