Dentro de los mercados mundiales existe una ley implícita y tácita que todos siguen, en ocasiones sin siquiera darse cuenta. La confianza es la moneda de cambio más importante al momento de hacer negocios sea cual sea y al nivel que podamos pensarlo. Pero el mercado con el coronavirus ha reaccionado diferente.
Siempre es una prioridad tener confianza en aquella persona con la cual estamos realizando una transacción monetaria que signifique un riesgo para nosotros, cada vez que buscamos el beneficio económico hay que buscar la menor cantidad de riesgos posibles.
Actualmente es probable que los riesgos que se han corrido por parte de algunos hayan resultado ser catastróficos para más de una empresa.
El mercado antes del coronavirus.
Una vez establecido un buen trato sabemos que hay un comprador y un vendedor, esto se lleva a cabo en un mercado no necesariamente el físico si no uno que cumple con ciertas regulaciones, en este caso podemos imaginar a un vendedor de pan que desea exportarlo a un país vecino, siendo éste el objetivo podemos plantear algunos factores.
Cuando el vendedor y el comprador están dentro de los mismos lineamientos sólo queda tener confianza el uno al otro, ¿Cuál es la confianza con la cual el vendedor se fía del pago correcto y a tiempo por parte del comprador?
Este tipo de situaciones se viven en los mercados a cualquier nivel, sin importar contingencias sanitarias o situaciones adversas.
El mercado después del coronavirus.
Luego de una contingencia sanitaria como la que se ha vivido con el coronavirus a nivel mundial, los negocios se ven afectados por qué la confianza que existía antes no puede recobrarse con gran facilidad ¿Quién nos asegura que cualquier vendedor o comprador puede cumplir con su parte del trato?
Claro que debido a que es una contingencia extraordinaria podemos hacer algunas excepciones, pero no queda duda que la desconfianza entre vendedores y compradores es una que prevalecerá aún después de una contingencia de salud como ésta que hemos estamos viviendo actualmente.
Si el alarmismo de los medios y las medidas de seguridad sanitaria que se han tomado logran poner en descubierto la falta de profesionalismo de algunos miembros del mercado, seguramente esto se verá como una repercusión y una consecuencia bastante seria cuando todo regreso a la normalidad.
Conclusiones del coronavirus y su efecto en los mercados.
A pesar de que buscamos la certidumbre a través de los negocios, es difícil predecir sucesos como los que se han vivido recientemente, las crisis siempre existirán y a pesar de que sean a nivel mundial esto puede que no ayude mucho a la confianza que existe dentro de las transacciones internacionales.
Incluso sabiendo que las contingencias y las crisis existirán siempre es importante saber cómo afrontarlas dentro de los mercados internacionales, especialmente utilizar una forma que incluye el profesionalismo con el cual queremos ser vistos.
Ha llegado el momento de plantearnos la manera de afrontar retos similares a los actuales y decidir si estamos preparados para los que vengan en un futuro porque de eso dependerá nuestra imagen dentro de los mercados internacionales y para los clientes potenciales.